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Opinión

30 de Abril de 2023

Columna de Javiera Parada: El 8 de mayo

Columna de Javiera Parada: El 8 de mayo

"En nuestro país no sobra nadie, ni sobra nadie para escribir la nueva Constitución. Bastantes dolores hemos vivido fruto de la exclusión y del quiebre del diálogo y del debate democrático. Es hora de mirar y construir juntos nuestro futuro. Un futuro más nuestro", escribe Javiera Parada en esta columna de opinión, a días de la elección del Consejo Constitucional.

Por Javiera Parada

El próximo 7 de mayo son las elecciones para el nuevo Consejo Constitucional. Las segundas elecciones de este tipo en dos años. El tercer intento de nuestro país para dotarnos de una Constitución nacida en democracia, en ocho años.

Si bien seguimos siendo mayoría quienes estamos convencidos de la necesidad de una nueva Constitución, es evidente que muchos miran con desconfianza y desafección este nuevo proceso, debido al agotador calendario electoral de los últimos años, al comportamiento de la Convención Constitucional pasada y a las distintas crisis no resueltas que se superponen, entre otras razones.

Pero, precisamente porque tenemos una política agotada -que no está llegando con soluciones a tiempo a las innumerables demandas ciudadanas, fruto de un sistema político cada vez más fragmentado y polarizado- es que el 7 de mayo vuelve a ser un día en que nuestra participación será fundamental para sostener nuestra alicaída democracia.

Aunque, quizás, más importante que el día mismo de la elección, sea el día siguiente, el 8 de mayo

Sea cual sea el resultado de las elecciones, el que todo apunta no dejará contento a casi nadie, el 8 de mayo todas las fuerzas políticas con compromiso democrático deberían manifestar su voluntad de construir juntas nuestro nuevo pacto constitucional, uno que mire el siglo XXI y lo abrace, que se haga cargo de este Chile diverso, con derechos sociales garantizados, con pueblos indígenas reconocidos cultural y políticamente, un Chile solidario a través del Estado Social de Derecho que quedará proclamado en el nuevo texto constitucional.

Una nueva Constitución que se haga cargo de mejorar nuestro sistema político, que termine con la híper fragmentación, que ayude a fortalecer los partidos políticos y a fomentar la colaboración entre poderes de Estado, que diseñe un Estado con más poder para las regiones y que promueva la participación ciudadana, en definitiva, una Constitución que refrende y honre el compromiso de nuestro pueblo con la democracia y sus instituciones y que vuelva a habilitar a la política como el espacio para, a pesar de nuestra diferencias, avanzar juntos en la construcción de un país más justo, más fraterno y más libre.

Para que esto sea posible es imprescindible que el 8 de mayo todas las fuerzas políticas y sociales se pongan a disposición de este nuevo proceso constitucional sin exclusiones, sin revanchas, sin prejuicios, sin vencedores ni vencidos. Que el fruto de este largo proceso constituyente construido en las universidades, en las poblaciones, en las manifestaciones, en el Congreso, en los acuerdos que han ido habilitando sus diversas etapas, sea la Constitución de todas y todos, no una de izquierda, ni de derecha, ni de los ecologistas, ni los neoliberales, ni de los conservadores, ni de los liberales, ni de las regiones, ni de la capital. Si la Constitución del 80 se hizo en contra de un sector político y el texto propuesto por la Convención del 22 excluyó a otro sector político, que la Constitución del 23 sea la Constitución de la inclusión, la unidad y los acuerdos.

Que sea la Constitución que nos permita construir y fortalecer la gobernabilidad para que los próximos gobiernos, sean del signo que sean, puedan gobernar y llevar a cabo su programa.

Para que esto sea posible es fundamental dejar atrás el voluntarismo y la ingenuidad, es cierto. Esta misma columna, a ojos de algunos, sería una muestra de aquello. Lo que este momento exige son liderazgos, de todos los sectores, capaces de hacer lo que no hemos podido hacer estos últimos años, que resistan las presiones que recibirán y que pongan, en definitiva, a Chile por delante.

Como me dijo un taxista en el extranjero hace unas semanas, cuando le conté que estábamos iniciando nuestro tercer proceso constituyente en ocho años: “Entonces la Constitución les va a quedar bien”. Porque seguimos siendo un pueblo que, obstinadamente, continuamos apostando por la vía institucional y por solucionar los problemas de la democracia con más democracia.

En nuestro país no sobra nadie, ni sobra nadie para escribir la nueva Constitución. Bastantes dolores hemos vivido fruto de la exclusión y del quiebre del diálogo y del debate democrático. Es hora de mirar y construir juntos nuestro futuro. Un futuro más nuestro.

  • Javiera Parada, actriz y gestora cultural.

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