Columna de Juan José Ossa: Un mejor sistema político

El trabajo de la Comisión Experta y, especialmente, de la Subcomisión de Sistema Político, se ha forjado en base a un diagnóstico compartido sobre el sistema político. A los gobiernos les cuesta llevar a cabo los programas con los que fueron electos. El Congreso está altamente fragmentado, con falta de disciplina partidaria y conseguir las mayorías legislativas es un reto mayor. Los partidos políticos son hoy instituciones débiles, con poca representación y carentes de reales vínculos con la sociedad, cuyo estado es una señal de nuestra fragilidad democrática. La sumatoria de lo anterior resulta en un sistema que no es capaz de dar respuestas oportunas a las demandas sociales.

Por ello se deben hacer cambios para lograr estabilidad política y social. En ese sentido, se busca incentivar la cooperación entre Ejecutivo y Legislativo, a través de diversos mecanismos, con medidas que eviten la fragmentación, favorezcan la gobernabilidad y fortalezcan a los partidos políticos. Igualmente, se está diseñando un proceso legislativo para que sea más eficiente. Se mejoran ciertas prácticas que han terminado por desnaturalizar instituciones y atribuciones como la acusación constitucional, las comisiones investigadoras, la iniciativa exclusiva, las urgencias legislativas y el veto presidencial.

En este contexto, una las innovaciones más relevantes es la simultaneidad de la eventual segunda vuelta presidencial con la elección parlamentaria, generando la chance de que los gobiernos puedan lograr mayorías legislativas, al menos al empezar, teniendo como contrapeso un Senado que se continuará renovando por parcialidades.

Asimismo, se pone una barrera o umbral electoral de 5% que los partidos políticos deben superar, a nivel nacional, para lograr representación en el Congreso y se castiga la instrumentalización de los partidos para acceder a los cargos parlamentarios, ya que cesará en sus funciones el diputado o senador que renuncie al partido político que hubiera declarado su candidatura.

Dicho fortalecimiento, viene de la mano con mayor democracia interna, transparencia y rendición de cuentas que se exigirá a las colectividades por ley. El Servicio Electoral (Servel) administrará los padrones de afiliados y las elecciones internas serán supervigiladas por el Servel y calificadas por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).

Del mismo modo, se realizaron modificaciones a la forma en que se relacionan los poderes del Estado. En el proceso legislativo, existirá una agenda legislativa prioritaria del Presidente, compuesta por tres proyectos que deberán tramitarse durante un año. Se permite también el ingreso de los subsecretarios a las sesiones de sala y en algunos proyectos de ley existirá un fast track legislativo.

También se fortalece técnicamente al Congreso para que, efectivamente, pueda hacer contrapeso al Ejecutivo en la discusión de los proyectos de ley, especialmente, en la ley de presupuestos.

Es probable que al mirar una u otra medida por separado se puedan levantar ciertas alertas, pero conviene mirar dichas modificaciones como un sistema entrelazado. Se han pensado estas reformas de manera integral y como un sistema coherente entre la forma de Gobierno, el rol del Congreso y la regulación a los partidos políticos, analizando responsablemente el conjunto de efectos que tienen estas medidas. Con ello, se cuida y releva a la política, introduciendo las mejoras que indudablemente necesita el sistema político para una democracia más sólida.

* Juan José Ossa Santa Cruz (RN), integrante de la Comisión Experta y exministro de la Secretaría General de la Presidencia.