Entrevistas
13 de Mayo de 2023Pascuala Ilabaca: “Hay muchos estereotipos que ampliar y remover haciendo música desde Latinoamérica”
La artista criada en Valparaíso habla con The Clinic sobre su último EP, en el que toca diversos temas que van desde cómo la actualidad puede impactar en nuestras emociones hasta temáticas como el Síndrome de Estocolmo. "La frustración puede llegar a todo, hasta a la cultura", dice la cantautora.
Las últimas semanas de Pascuala Ilabaca han sido de las más intensas en los últimos meses. “He estado de entrevista en entrevista”, comenta riéndose, feliz. La artista chilena promociona su último EP llamado Alegriste. Allí, dice entre sonrisas, busca entender las emociones. Poco después comenta que el proceso creativo ha significado una investigación no solo de sus letras, sino de otras culturas.
“Elegí cinco fases emocionales después de haber investigado mucho sobre este tema. En la cultura occidental se reconocen seis emociones básicas. En la India, sin embargo, se llegan a reconocer nueve. Entonces lo que hice fue escoger cinco estados que me convocaran a mí creativamente. Me queda el ejercicio de realizar los otros”, describe la cantautora.
Cada canción intenta representar el desafío que representan varias emociones: “En Estocolmo me puse a hablar de lo que nos oprime, los que nos tira para abajo. En Año Nuevo está lo que nos levanta y nos saca de lo cotidiano. En Entre Abejas la ternura y odiosidad mezcladas. Tu cara en la fuente el significado de ver el rostro de quién te ama. Y en Gata está el lado más salvaje”.
-¿De dónde surge la idea de escribir este EP centrado en estos temas?
-Lo que me convocó es que los afectos nos tocan en lo cotidiano. Debemos equilibrar lo que vamos sintiendo cada día entre odiosidades y ternuras. Estamos en un ejercicio constante porque no hay educación afectiva. Era un buen momento para abordar esto desde el arte.
“Las frustraciones ajenas pueden acabar en odio”
-¿Qué significa el nombre de su último disco?
-Es una palabra inventada que habla del conflicto de lo cotidiano. Por ejemplo, hoy puedo estar triste pero también alegre, y esos estados pueden generar un conflicto. Entonces la capacidad de entender el mundo de manera no binaria nos convoca a ampliar esta posibilidad de que podemos estar tristes y alegres al mismo tiempo.
-¿Esto solo a nivel personal?
-Pueden hablar conflictos íntimos pero que se pueden mezclar con problemas públicos. Al final, todo va confluyendo. Ese es el estado: Alegriste. Es estar en permanente equilibrio.
-El EP tiene una canción llamada Estocolmo que se diferencia del resto por los temas que toca, relacionados con el síndrome que lleva su nombre. ¿De dónde nace la idea de escribir sobre ello?
-Podemos percatarnos de que algo no anda bien y, si no encontramos forma de cambiarlo, nos va a generar una frustración. Esto no solo está a nivel íntimo, sino que abarca lo público, como puede ser el ámbito político. Las frustraciones ajenas pueden acabar en odio.
-¿Y cómo se puede extrapolar eso a Chile, por ejemplo?
-Orbita mucho en la frustración. Yo vengo de Valparaíso, que es una ciudad patrimonial con mucho valor cultural. Pero, al mismo tiempo, podemos percibir la falta de inversión en la cultura, la falta de valoración y espacios. Es un lugar valioso que está desamparado.
-¿Qué significa eso?
-La frustración interna puede llegar en todo, hasta a la cultura. Esa frustración puede generar competencias, rencillas, bullying entre la misma gente que padece estas frustraciones. Pero también se establece la incomprensión, que a todos nos pasa en algún ámbito.
“Cada uno tiene su secuestrador interno“
-¿Cómo fue el proceso creativo del disco en sus ideas principales?
-Pensamos en ideas que eran más sociales y otras más íntimas. Por ejemplo en el videoclip de Estocolmo yo encarno en la danza la sensación de rigidez. Allí están las otras yo que una tiene secuestrada. Hay una bailarina, por ejemplo, amarrada a mi espalda que representa la loca que yo no dejo que salga. Me tocó a mí interpretar el rol de la persona rígida. Fue muy potente. Todos tenemos algo que no dejamos salir
-Que es algo que atraviesa esa canción.
-Cada uno tiene su secuestrador interno, por eso también me motivaba a compartirlo. El plano íntimo uno lo puede ver reflejado en el entorno.
-¿En qué se puede ver eso?
-En la construcción del ser mujer. Construimos ideas de lo que significa ser mujer. Hay una idea arcaica y una idea que nosotras las mujeres estamos construyendo. Tiene que ver con los roles que nos imponen y nos generan una idea de mujer que debemos sostener. Esa idea nos puede llevar a la autodestrucción. ¿Cuán grande es la mujer que buscas sostener? Pero tampoco quiero estereotiparlo.
-¿Qué viene a futuro dentro de su carrera?
-El próximo 10 de noviembre vamos a estrenar mi disco en el Nescafé de las Artes. Es un homenaje a Valparaíso. Entre las motivaciones está retratar los cambios durante el toque de queda de la pandemia. Allí está cómo se hundía ese Valparaíso. Pero también me gusta abrir la mirada sacarlo del relato de la bohemia estancada. Busco describir los géneros patrimoniales de acá como son la cueca, boleros, los vals.
-También viene una gira a Estados Unidos, ¿qué espera de ella?
-Estoy contenta. Me gusta la duración de la gira, con 10 conciertos. Las ciudades son estimulantes porque son musicales. Está Nueva York, Portland o Seattle. Me encanta andar caminando con las calles donde se formó el grunge y, no sé, me gusta imaginarme a Kurt Cobain en una esquina jajaja. Me gusta llevar esta mirada latinoamericana. Hay muchos estereotipos que ampliar y remover viniendo desde Latinoamérica.
