Opinión
28 de Mayo de 2023Columna de Pedro Araya | Royalty: el gran desafío de los municipios y gobiernos regionales
"Quiero destacar la decisión política del Presidente de la República, Gabriel Boric, de impulsar con fuerza la discusión del Royalty a la gran minería del cobre, ya que, a mi juicio, va en la dirección correcta, porque privilegia el interés nacional por sobre el de las empresas", escribe el senador Pedro Araya en esta columna para The Clinic.
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No hay duda de que la tramitación del proyecto de royalty tuvo un amplio debate en el congreso, iniciativa que, si bien tuvo su origen en una moción de un grupo de parlamentarios, posteriormente, contó con el patrocinio del Ejecutivo que presentó indicaciones sustitutivas y modificaciones, y que con la discusión en el Senado se logró, a mi juicio, un punto de equilibrio que por una parte permite recaudar nuevos ingresos, a través del royalty, y por la otra no afectar las ventajas comparativas que presenta Chile para la actividad minera.
Comunas como Calama, Sierra Gorda, Tocopilla, Mejillones, Antofagasta, Taltal y otras del norte grande, deben soportar las externalidades negativas que significa la producción de cobre, para que otras comunas del país puedan recibir los beneficios de esta actividad sin tener que soportar, por ejemplo, la contaminación ambiental que genera la gran minería del cobre, por eso la importancia de que las comunas ligadas a la actividad minera recibieran un mayor aporte producto del royalty, punto que defendimos con especial énfasis en la discusión en el Senado.
Mucho se ha dicho que esta ley desincentivara las inversiones, pero si uno mira los reportes que se presentaron a la Comisión para el Mercado Financiero, el grupo de 13 empresas mineras privadas más grandes del país acumuló utilidades el año 2021 que superan los 8.400 millones de dólares, 3,7 veces más de los 1.280 millones que anotaron en 2020, registrando un crecimiento de 268%.
De acuerdo con el mismo informe, el listado de cupríferas que reportaron mayores utilidades, en 2021, es liderado por Minera Escondida (US$ 2.690 millones), cuya faena se emplaza a 170 kilómetros al sudeste de Antofagasta, es el mayor productor mundial de concentrados y cátodos de cobre, seguida de Collahuasi (US$ 1.998 millones) y Los Pelambres (US$ 1.079 millones), solo las utilidades de Escondida el año 2022 fueron de US$ 2.908 millones.
Quiero destacar la decisión política del Presidente de la República, Gabriel Boric, de impulsar con fuerza la discusión del Royalty a la gran minería del cobre, ya que, a mi juicio, va en la dirección correcta, porque privilegia el interés nacional por sobre el de las empresas y probablemente esta decisión será recordada con el paso del tiempo como una decisión trascendental para el desarrollo del país, como lo fue en su minuto la nacionalización del cobre.
El desafío que viene es para los distintos municipios de cada comuna y los gobiernos regionales, quienes serán los encargados de administrar y hacer buen uso de estos nuevos recursos que ingresarán a las arcas públicas, para de esta forma cambiar la cara de muchas ciudades de nuestro país y de esta forma construir ciudades con calidad de vida para sus habitantes.
Asimismo, es necesario un nuevo pacto social entre la industria minera con las distintas comunidades donde se emplazan sus faenas, de forma tal que se integren a ser parte del desarrollo sustentable de las comunidades entendiendo la importancia de respetar las decisiones de las comunidades.
Por su parte, aún quedan temas que resolver con la gran minería; entre otras, algunas exenciones tributarias que todavía gozan y que no se justifican, así como también una mayor fiscalización por parte de Aduanas respecto de las exportaciones de concentrado de cobre.
Pedro Araya Guerrero, senador por la Región de Antofagasta.