Nacional
14 de Junio de 2023“Se debe transformar el sistema hacia uno mucho más equitativo”: Experto analiza los resultados del Simce 2022
El director del Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, Javier González, analizó los resultados de la prueba que mostraron una disminución en Lectura y Matemática con relación al 2018.
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Durante esta jornada se entregaron los resultados del Simce que fue aplicado a alumnos de 4° básico y 2° medio en 2022. Esta prueba fue la primera que se realizó desde el inicio de la pandemia de coronavirus, en donde las clases se realizaron por vía telemática.
En esa línea, los resultados obtenidos de la última prueba -en Lectura y Matemática- se compararon con los del año 2018, y en ambas materias se constató una baja en los puntajes. En tanto, esta se profundizó en el caso de Matemática, mostrando también una brecha de género.
El director de SUMMA (Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe), Javier González, realiza un análisis de los resultados del Simce 2022 con The Clinic. Para el experto, “es tremendamente importante contar con una radiografía que nos indique lo que ocurrió a nivel nacional en todas nuestras escuelas como consecuencia de la pandemia. Esta medición no debe ser leída bajo una lógica punitiva o de rankings, sino de los apoyos que se requiere desplegar para revertir la situación”.
En ese sentido, explica que se debe tomar como una radiografía que permita orientar las acciones, apoyos y recursos del Estado, para formar una ruta de acción para los próximos años. “Lo importante es que este diagnóstico, no solo nos indica lo que está pasando comparado con la situación pre-pandemia en términos de aprendizaje, sino que también en términos de otras dimensiones claves del desarrollo escolar tales como el ámbito socioemocional, el cívico y otros”, señala.
“El sistema no puede seguir esperando. No podemos comprometer el futuro de los niños y niñas que hoy están en el sistema escolar, ni tampoco el futuro del país. No hay igualdad ni prosperidad posible sin educación”, agrega con relación a los resultados del Simce.
Asimismo, Javier González expresó el rol del ámbito sociemocional en la educación, asegurando que “es una dimensión central del desarrollo escolar” y que “tiene importantes consecuencias en las dimensiones académicas“: “El impacto de contar con condiciones socioemocionalmente más o menos favorables, puede llegar a ser equivalente a meses de aprendizaje al año, lo cual es muy sustantivo”.
Enmarcó que este aspecto fue sustancialmente afectado durante la pandemia, “tanto en el ámbito familiar como en el ámbito docente y, por lo mismo, en la vida de las niñas, niños y jóvenes”, y que sigue siendo un factor durante este año.
“Mirando hacia adelante, es muy importante que esta dimensión mantenga la relevancia con la que se ha instalado en el relato público, y debe ser abordada tanto respecto a las condiciones de nuestros estudiantes como también, respecto a las condiciones de nuestros equipos escolares”, asegura.
–¿Era esperable el resultado de la prueba? ¿Es peor o mejor que las predicciones?
-Esto hay que mirarlo en dos claves. En términos de deterioro relativo o shock que esperábamos, se trata de un resultado menos negativo de lo previsto. Después de dos años de pandemia y suspensiones tanto parciales como totales de clases, era posible esperar un retroceso importante en los aprendizajes, especialmente en 4° básico. Se trata de estudiantes que vieron interrumpidos dos años claves para su formación: 2° y 3° básico. Por ejemplo, un retroceso equivalente a ½ año de educación, en términos del SIMCE, se podría traducir aproximadamente en 25 puntos menos. Que nos hayamos encontrado, en cambio, con retrocesos de entre 4 y 12 puntos en Lectura y Matemáticas (siendo no significativas las de lenguaje) habla del enorme trabajo que hicieron nuestros profesores y escuelas.
En una segunda clave, es decir, desde una perspectiva absoluta, los resultados son enormemente preocupantes. Muestran la profundización de las desigualdades y deficiencias históricas de nuestro sistema educativo. Es una situación que urge cambiar. No basta con recuperar, se debe transformar y orientar el sistema hacia uno mucho más equitativo, inclusivo y de calidad. No es posible que más de la mitad de los estudiantes de 2º medio se encuentren en un nivel insuficiente en lenguaje y matemáticas. Esto es una pésima noticia para el país y el futuro que nos espera. Debemos actuar con urgencia y mucho más decisión en una estrategia nacional robusta. La respuesta del gobierno en este sentido es clave, estamos atrasados.
–¿Qué se debe sacar en limpio de estos resultados para que se implementen medidas en los colegios de cara al próximo Simce?
-Lo que nos dicen estos resultados es que se produjo una disminución de aprendizajes, si uno compara esta cohorte con las anteriores que fueron evaluadas. Esa disminución es más clara (estadísticamente significativa) en el área de matemáticas, aunque también ocurre en lenguaje en 2º medio. Por otra parte, las brechas de género tuvieron resultados dispares según el nivel y la asignatura, pero pareciera aparecer nuevas brechas que perjudican a las mujeres, especialmente en matemáticas. Para el caso de las brechas socioeconómicas, si bien estas se mantienen en general, siguen siendo altas y alarmantes.
Los resultados nos dicen que el sistema está fallando. Son muchos los cambios que requerimos, pero sin duda la prioridad debiera estar en (1) reforzar la formación pedagógica de los docentes y (2) fortalecer el sistema de acompañamiento pedagógico entregado por el ministerio de educación y los servicios locales.
–Hay una amplia brecha entre hombres y mujeres en la prueba de matemáticas. Las mujeres “declaran tener menos capacidad para aprender” esta materia. ¿Cómo se puede reducir esta brecha?
-Las diferencias de género en esta asignatura corresponden a un gran desafío educativo en el mundo. Culturalmente, como sociedad, históricamente hemos dado la señal de que las matemáticas son un ámbito más para niños que niñas. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Los países más avanzados en educación han logrado revertir esas pautas culturales y lograr niveles absolutamente equitativos.
El desafío es especialmente grande, porque se trata de cambiar pautas educativas, tales como que, por ejemplo, se enfatizan más las preguntas a niños que niñas en las clases de matemáticas. Pero también se trata de cambiar pautas familiares donde, por ejemplo, los roles asignados a las niñas reducen sus espacios de estudio en pro de apoyo en labores familiares. A lo anterior habría que agregar los estereotipos promovidos a nivel general por medios y representantes del ámbito social y político.
El hecho de que el SIMCE releve esta dimensión es una base para comenzar a discutir y buscar soluciones que tendrán que ver tanto con las prácticas escolares como el rol que juegan las familias y las personalidades más públicas. Se trata de un desafío éticamente impostergable y técnicamente perfectamente abordable.