Entrevistas
8 de Julio de 2023Sergio Freire estrena serie propia de humor en YouTube, en la senda de El Club de la Comedia: “Aquí uno traiciona menos la calidad de artista”
"Dosis" se llama la serie de sketches que estrenó esta semana, en YouTube, el exitoso comediante, y donde vuelve al chiste corto que lo hizo conocido en "El club de la comedia", invitando incluso a excompañeros de ese programa: "En El club de la comedia hicimos muchos sketches, pero nunca logramos darles el tiempo necesario y la calidad que queríamos. Ahora, al mando, podemos darnos el gusto de decidir cómo hacerlo", asegura.
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Como una pausa durante sus vacaciones de invierno, el comediante Sergio Freire (42) avisa que devolverá el llamado apenas se baje del auto. Estuvo una semana descansando junto a su hijo Lucas (5) y su pareja Maly Jorquiera (41) en Rosa Agustina de Olmué, con una breve visita a sus padres en San Antonio. Se escucha relajado, pero admite que no ha logrado desconectarse.
Una de las razones ha sido el lanzamiento, esta semana, de su nuevo proyecto: Dosis, una serie de sketches que se pueden ver en el canal Wena!, de YouTube, donde dice que pudo volver hacer el humor corto por el que fue conocido en El club de la comedia. Incluso, ha convocado a parte de su elenco: Juan Pablo Flores, “Chiqui” Aguayo y Rodrigo Salinas.
Hasta inicio de 2020, la vida de Sergio Freire estaba enfocada en hacer stand-up. Por eso, cuando llegó la pandemia por el Covid-19, se preguntó qué pasaría si nunca más salía del encierro. “De inmediato conversé con mi hermano. Hace años teníamos la idea de hacer videos y le dije que este era el momento”, cuenta. Así, comenzaron a escribir durante meses, hasta iniciar las grabaciones al año siguiente.
“Estoy súper contento. Era una guagüita que tenía ahí y que ya está viendo la luz”, admite.
-¿Cómo se comenzó a idear este proyecto?
-Soy un amante los sketches, es lo que siempre estoy revisando. En El club de la comedia hicimos muchos, pero nunca logramos darles el tiempo necesario y la calidad que queríamos. Ahora, al mando, podemos darnos el gusto de decidir cómo hacerlo.
-Hay ex integrantes de El club de la Comedia en el proyecto. ¿Qué tal fue ese reencuentro laboral?
-Sé la calidad de talento que tienen y mi intención fue ver la parte actoral, donde los chiquillos dan en el clavo perfecto. Antes escribíamos entre todos, acá los guiones ya están listos. Y es un gusto volver a actuar con Juan Pablo Flores, que para mí es un maestro de la comedia. Pero no solo con los actores, también contamos con José Zúñiga, el mismo director del programa y que hizo (la película) Fuerzas especiales.
-Aparte del guion, también es el productor ejecutivo.
-Sí, y mi idea fue buscar a las personas más idóneas para cada papel, además de que fuera gente buena onda para trabajar. Me interesa tener un buen clima, sobre todo para hacer comedia, donde precisamente buscas generar risa.
-En los videos se nota que hay inversión en la calidad de la grabación.
-Yo tenía un dinero guardado y sabía que debía darme un lujo. Estaba con un tema en mente para este proyecto y sabía que si lo decía iba a sonar muy ególatra. Pero la gente de a poco comenzó a decirlo. Y es que es un Black Mirror de humor a la chilena, en eso nos inspiramos. La primera historia que subimos es súper oscura, de hecho, sobre una secta.
-Muchos humoristas están pasando al formato digital. ¿Esta es su forma de hacerlo?
-Internet se volvió una democracia. Cada persona puede llegar a su público, no como en la tele, donde uno apunta a todo. Aquí uno traiciona menos la calidad de artista. No queremos arrasar y que todo el mundo nos vea, como es la ley en la tele, un mundo que conocí bien.
-Imagino que hace comparaciones entre cómo fue trabajar en la televisión y este proyecto independiente.
-La diferencia es que aquí no hay nadie apurándonos. Nosotros trabajamos en esto porque nos gusta el humor. No tenemos reglas y somos quienes marcamos los límites. No hay un gerente que no tiene idea cuando le explicas un sketch. Nos pasaba eso, de tener que explicar, por ejemplo, que hay un adulto que se viste de ratón. Nos respondían qué fome, que cómo íbamos a hacer eso.
-¿Cree que la velocidad de la televisión producía roces entre el equipo?
-Sí, pero al final se generaban por estrés de nuestros propios jefes hacia nosotros. Acá no hay que dar tantas explicaciones. Aparte, mi idea es que no sea elenco estable. Me encantaría seguir invitando otros colegas.
-¿Ha logrado afinar los problemas que se dieron durante los años en El club de la comedia?
-Sí, es que éramos muy jóvenes también. Me hubiese encantado abordarlos de otra forma, tener más madurez. Vivimos la historia como una banda de rock.
-¿Siente que su trabajo está madurando?
-En el sentido de que nosotros estamos más viejos. Ahora soy el “papá Freire“, el que está escribiendo y grabando, antes era el lolo, el loco. Mi vida cambió harto, ahora tengo que conversar con otros padres por temas de colegio. Algo de lo que no tenía idea, desconocía ese mundo. Es la vida que uno está llevando. El Encuestador ya pasó. Hasta el niño del Papá cruel creció.
-¿Le gustaría llegar a los 70 y seguir haciendo humor?
-Me encantaría. Seguir en los escenarios es lo que más me mueve. Partí joven y tuve la suerte de descubrir mi voz en la comedia a temprana edad, ya no quiero salir de este lugar. Ahora, con mayor razón, porque tengo un hijo al que también le gusta lo que hago. Aún no lo he llevado a ver una de mis presentaciones en vivo, pero igual le aparecen videos míos en internet.
-¿Y qué pregunta?
-Me dice “yo ya sé lo que tú haces, saliste en un video”. Entonces tengo un fan al que no me gustaría defraudar y quiero hacerlo reír por mucho tiempo.
-¿Le da vergüenza que vea sus videos antiguos?
-Me pasa con algunos. De repente me topo con algunos que no recuerdo haber grabado. Fueron seis años en El club de la comedia e hicimos mucho chiste corto, los que ahora quedan perfectos para quienes suben material a TikTok o reels. El otro día me salió uno del Papá cruel y dije: uh, pero eso ya es psicópata.
-¿Se has visto empujado a cambiar su humor?
-Creo que es el camino natural. El mundo se adapta en todo sentido, lo hacen en la música, la tecnología y la religión. La comedia no puede estar exenta de eso. Está bien cambiar y buscar nuevas formas para los tiempos actuales. Es un desafío bonito y que no debo tomar como algo malo.
El humor de Sergio Freire en multiplataforma
Para el comediante, la clave está en tener el terreno controlado, dice que prefiere tener pocos proyectos y concentrarse en ellos. Además de YouTube, continúa con su espectáculo de stand-up, A lo maldito, un proyecto que nació al cierre del confinamiento. “Me generó una angustia estar encerrado dos años, después de casi 20 años haciendo chistes con público. Le dije a mi equipo que tenía chistes atorados en la garganta”, recuerda Sergio Freire.
-¿En su presentación toca el tema del COVID-19?
-Es una catarsis explosiva de una hora y media que tiene actualidad, tecnología y cosas de la vida, pero nada de pandemia. Al principio tuvo, pero ahora nadie quiere escuchar eso. Es que también a mí me pasa, parece que me dio harto miedo no volver a lo presencial. En esos meses le hablé a Fabrizio Copano y Pedro Ruminot, les dije que aprovecháramos el Zoom y nos juntáramos a conversar para seguir conectados con el público.
-¿En formato podcast?
-Sí, como los que se hace ahora. Estuvimos un tiempo durante la pandemia, pero nos detuvimos un rato porque nos cansó grabar mientras no nos podíamos juntar presencialmente. En agosto deberíamos estar de regreso con Hablemos de comedia. Me encantan el formato porque fue así como nos conocimos. Fabrizio era un escolar, pero siempre conversamos en el mismo código. El poder hacerlo con esa naturalidad y que a la gente le guste escucharnos. Es maravilloso que sintonicen con nuestro humor.
-¿Qué es lo que hoy le provoca risa?
-Qué buena pregunta, porque hace pocos días también pensaba lo mismo. Creo que la naturalidad es lo que me gusta. Ahora cualquier persona puede hacer su material y ser chistosa. Cuando suben algo y tiene ese carisma que da la inexperiencia, con eso no paro de reír.