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Entrevistas

17 de Junio de 2023

Diego Urrutia y la exposición pública tras Viña 2023: “Lo comencé a pasar mal en un momento”

Las confesiones de Diego Urrutia tras su éxito en Viña 2023

El humorista que brilló sobre la Quinta Vergara hoy vive un dulce momento profesional, que busca celebrar con un espectáculo, el 21 de junio, en el Teatro San Ginés. En entrevista con The Clinic, el comediante habla sobre su futuro y los cambios que ha vivido tras la súbita fama: "No puedo disfrutar como antes el estar afuera. Antes tomaba el Metro y no era nada, ahora no".

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La vida de Diego Urrutia (28) cambió radicalmente el 21 de febrero pasado, cuando se subió al escenario de la Quinta Vergara, luego de recibir un llamado de último minuto. Se trató de un debut extraño en el Festival de Viña, producto de la rapidez de su inclusión, ya que su nombre fue anunciado solo una semana antes de que se presentara en el evento más importante del país.

Sus consecuencias, describe a modo de confesión, aún lo persiguen. “Cambiaron un montón de cosas. Pasé de estar en 2022 haciendo shows en bares de todo Chile a estar en casinos y teatros”, dice a The Clinic con respecto a su trabajo en la actualidad.

La presentación en la Región de Valparaíso fue un hito para su carrera. Si bien la noche en que se presentó fue una de las más débiles en sintonía, con un promedio bajo los 30 puntos de rating, Diego Urrutia logró romper ese hito marcando 35,5 puntos, con un peak de 38,5.

Desde entonces, su vida se ha transformado. El 21 de junio el comediante tendrá otro hito en su carrera. Se presentará en el Teatro San Ginés en un espectáculo que, anticipa entre risas, tendrá varias sorpresas entre quienes asistan. “Es algo más especial. Quise entrenar después del Festival. Vamos incluso a grabar y dejar algo en YouTube. No puedo decir qué, pero se vienen muchas cosas”, sintetiza.

-¿Ha cambiado la forma en que realiza sus rutinas después de Viña 2023?

-Escribo y pruebo igual que siempre, pero es más fácil porque la gente ya te conoce. Antes, iba a lugares donde no era el plato principal -por así decirlo- y la gente igual te cacha. Uno va creciendo y cambia el modo en que hace humor. De repente tiro chistes muy pasados y le digo a la gente en mis shows: ‘Es que yo en Viña era uno, ahora soy más piola’. Siempre tiro la talla: “En Viña yo era Hanna Montana y ahora soy Miley Cyrus”.

La vida después de Viña, las cámaras y la exposición

El comediante busca encontrar constantemente el modo de describir los cambios que ha vivido en un par de meses, pero no es fácil. Hay escenas que recorren su cabeza al profundizar en sus recuerdos de Viña del Mar y los días posteriores. “Antes actuaba para cien personas. Hoy, para mil”, dice reconociendo lo que ha llegado después.

Por otro lado, aún tiene en mente un recuerdo del momento en que subió sobre el escenario: “En ese momento estaba medio dormido, no cachando lo que vivía. Solo me acuerdo, no sé por qué, de un momento en la primera parte de la rutina, cuando terminé rapeando. Cuando me pasaron la gaviota estaba Nicky Nicole, me saludaba y hacía un gesto diciendo: ‘Respect’. Me encanta ella, entonces quedé para adentro jaja. Como que ella y yo no queríamos estar ahí, había una aura muy televisiva que no nos gustaba. Era una forma de acompañarse”.

-¿Ha cambiado en modo en que se relaciona con la gente?

-Diría que ahora me ven con más respeto, me tratan con cuidado, como si fuera alguien famoso. Me piden fotos. Ahora me ven con más respeto, y es raro, porque soy una persona normal. A veces me siento en un lado, no sé, a fumar un tabaco, y la gente se sorprende, dicen: ‘¿Cómo va a haber un famoso acá’. Uno tiene otra imagen, pero ha sido parte del camino que decidí recorrer.

-¿Fue muy rápido el proceso de quedar tan expuesto?

-Muy rápido. No es algo que disfrute en verdad. En marzo fue muy loco. Lo comencé a pasar mal en un momento. Por ejemplo, me pasó que cuando fui al Lollapalooza no podía ver artistas porque había mucha gente pidiéndome fotos. Lo mismo cuando voy a la disco, es un leseo. No puedo disfrutar como antes el estar afuera. Antes tomaba el Metro y no era nada, ahora no. Es el inicio de esto, después imagino que irá cambiando, amoldándose.

-¿Cómo se lo ha tomado su círculo cercano?

-Con las amistades y mis cercanos no ha cambiado. Pero a mi mamá le costó creerlo. Cuando llegué después de Viña 2023, un mes después, ella no podía creer lo que pasó. No se tragaba que su hijo, que estaba sentado en la mesa, había estado en algo tan grande. Cuando le pasé la Gaviota no entendía cómo un premio tan grande e histórico estaba en el living de la casa. Como que le habían cambiado a su niño en Viña del Mar.

Diego Urrutia y el humor en Chile: “Hay un punto de madurez”

-¿Qué imagen tiene del humor en Chile en la actualidad? ¿Es muy difícil hacer reír hoy en día?

-Hay varias cosas. Por un lado me da lata que no haya programas o espacios de humor en televisión abierta. Es algo importante de que exista. La gente quiere eso, pero la televisión no lo ha sabido llevar bien. En Chile hay un punto de madurez del humor, porque hay muchos comediantes buenos y distintos. Eso antes no pasaba. Hay humor femenino, oscuro, liviano y complejo.

-¿Por qué es distinto a antes?

-Es que hay estilos muy diferentes, que está muy marcado. A la mayoría hoy les va bien y llenan casinos, teatros. Los humoristas no estamos compitiendo entre nosotros, porque no nos parecemos tanto. Somos perfiles distintos. Eso lo encuentro bacán, pero lo triste es que falten espacios masivos como el Festival de Viña, Olmué o la Teletón.

Los podcasts y programas de humor tienen un público fiel.

-Claro, los ve mucha gente. Los chicos y chicas son comediantes, entonces lo hacen súper bien. Ahí están El sentido del humor, Tomás va a morir, Weona Que Creici. El tema es que en la tele, cuando lo modifican, no sale tan bien y arruina un poco. Encuentro bacán que exista hoy esa base en el humor. El país está bien avanzado sobre la comedia.

-¿Qué relación tiene con otros comediantes chilenos?

-Siempre me juntado con las mismas personas, desde que empecé a hacer standup en 2015. Han pasado los años, entonces quizá hay más cercanía. Entre ellos está Edo Caroe, que siempre me invitó a telonear. Lo fui a ver al Movistar cuando llenó y lloré de ver lo bacán que logró. También está Lucho Miranda, que siempre ha sido mi amigo, y que ha sido muy cercano, cariñoso. Pedro Ruminot, por ejemplo, me aconseja un montón de cosas y yo le pregunto. Cada cierto tiempo me pillo con Felipe Avello, a quien admiro y conozco de hace mucho tiempo. No tengo nadie con quien haya tenido algún problema, la verdad.

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“Trato de ser más cuidadoso en internet”

Más allá de su presentación en Viña del Mar, Diego Urrutia sabe el impacto que tuvo su aparición en televisión. Así, él describe el increíble crecimiento que llegó a tener en redes sociales, donde acumula más de un millón de seguidores en Instagram y 1.2 millones en TikTok, plataforma donde es un referente.

Gran parte del contenido que ha creado en el último tiempo promedia más de un millón de visitas por video en la plataforma de origen chino. Se trata de una marca que no muchos comediantes, humoristas o influencers logran.

-¿Es más difícil crear contenido para redes sociales después de Viña 2023?

-Trato de ser mucho más cuidadoso en internet. Lo que yo digo en un chiste quiero que se entienda bien. Debo elegir las palabras adecuadas, para que no se malinterprete nada. La gente es muy buena para malinterpretar, buscar la quinta pata al gato. Me da un poco de lata eso.

-¿Cambió tu relación con la gente en redes?

-Sí. Ahora no puedo hablar con toda la gente cuando, por ejemplo, me responden las historias. Antes era muy bueno para interactuar, me daba el tiempo de leer todos los comentarios que me llegaban. Igual lo hago, y es algo súper satisfactorio, pero me da un poco de miedo cómo cambiaron esas cosas, pero es que hay algo ahí. Nadie subió tanto en redes después de Viña del Mar como subí yo. Significa que hay un público fiel conmigo. Eso me hace sentir bien.

-Ahora, incluso, sus tiktoks son replicados en medios de comunicación. Pasó con el caso del Cesfam de Talcahuano, por ejemplo.

-Sí, lo he visto. La primera vez quedé impresionado. Me dije a mí mismo: ‘¿Así va a ser la cosa ahora?’. Ahí mismo en Viña del Mar me pasó. Subí una historia a Instagram, tirando al talla, y después había una noticia de lo que dije. Era algo de leseo, una talla, pero los medios lo tiran como si fuera algo serio, como una polémica. Es cuático eso. Es triste, porque te sacan de contexto y hay titulares que no tienen nada que ver con lo que pasa.

-¿Trata de estar menos conectado?

-Por lo menos, personalmente, sigo igual que antes. Estoy en TikTok e Instagram de manera normal. Eso sí, hay cosas que sé que es mejor no ver. Por ejemplo, si una página de memes sube algo mío, no voy a ver los comentarios, porque no todos son buenos. No me busco en Twitter tampoco, no quiero ver qué dice la gente de mí. Puede que haya cosas malas, y eso lo evito en internet. Soy más cuidadoso, para que no me saquen de contexto también. Es complicado. A veces se me olvida y digo leseras, pero es parte de aprender de esto.

@diegourrutiabarra Cesfam #cesfam #chile #humor ♬ sonido original – Diego Urrutia Barra

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