Banco alemán acusa al dueño de viña Vik de realizar “el crimen perfecto”: no hay jurisdicción en el mundo que escuche la disputa

Alexander Vik, el magnate noruego-uruguayo, dueño de la viña chilena Vik, cuenta con una fortuna de mil millones de dólares, pero para el Deustche Bank cerca de US$350 millones le pertenecen y forman parte de un juicio que persigue al empresario desde la crisis subprime, primero en Londres y ahora en Nueva York.

La viña Vik fue elegida entre las primeras mejores bodegas del mundo según Forbes. Según la revista, Vik pertenece a una rica familia de comerciantes de pieles y hoteleros y ha incursionado en todo tipo de negocios.

La entidad alemana, Deutsche Bank, lo acusó de desviar a otras sociedades un crédito que le otorgó para otras sociedades un crédito para una de sus empresas tecnológicas en 2008, en plena crisis, reporta La Segunda.

Cuando todo partió, en 2007, Vik tenía residencia en Mónaco, por eso el Deutsche buscó cobrar su crédito en Londres, cuando Reino Unido era parte de la Unión Europea (UE), buscando develar las sociedades que Vik tenía en los paraísos fiscales del viejo continente.

Así, en 2013, un juzgado de Londres determinó que el empresario debía pagar a los alemanes US$243 millones más los costos judiciales, pero el empresario apeló y el Reino Unido dejó la UE. Ahora, Deutsche Bank intenta recuperar el dinero que reclama buscando los activos de Vik en Estados Unidos, aunque el empresario tiene parte importante de su fortuna en Islas Canarias, Uruguay y Chile.

“Este es esencialmente el crimen perfecto. No hay jurisdicción en el mundo que pueda escuchar esta disputa… obviamente, es el crimen perfecto porque nunca se puede litigar en ningún lado”, dijo Stephen Norman, abogado del banco alemán.

Pero los abogados de Vik señalaron que el juicio de Londres nunca se refirió a sociedades emplazadas en Delaware. Según el diario ABC, Vik ha señalado respecto al caso que hubo acuerdos verbales que no se cumplieron, que todo fue una apuesta que salió mal para todo el mundo y que a él también le hubiera gustado que Deutsche hubiese ganado dinero.