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Opinión

9 de Septiembre de 2023

Columna de Hernán Rodríguez Matte: Artista con hijos

El escritor Hernán Rodríguez Matte debuta en The Clinic como columnista. Aquí, escribe sobre si para los artistas, tener hijos puede provocar menos creación. O si ser artista puede implicar ser un mal padre.

Por Hernán Rodríguez Matte

“Mick Jagger tuvo 7 hijos, León Tolstoi tuvo 13 hijos, Gustav Klimt tuvo 14, Charles Chaplin 11, Bach 20 y Charles Dickenns 10. Todos son artistas exitosos que tuvieron una carrera brillante. No me vengas a decir ahora que un artista con hijos produce menos que un artista sin hijos, eso es un lloriqueo sin fundamento”, dice mi amigo Juan Carlos “Caca” Vial.

Ojo, que el “Caca Vial” es de esos tipos que andan con pantalones beige y camisa celeste, así que sus comentarios siempre hay que tomarlos con cautela. “Julio Iglesias tuvo 9 hijos y una carrera impecable. Quizás no fue un gran padre, pero mira el pedazo de artista que es”, sentenció “El Caca”.

-“Ese es justamente el punto – respondí -Puedes ser un gran artista con el riesgo de ser un pésimo padre. Y un peor marido. Mira a Picasso. De sus 7 mujeres, dos se suicidaron y otras dos quedaron internadas en un centro psiquiátrico. Mira a Gauguin. Abandonó a su mujer y sus 5 hijos para irse a Tahití. Como la bigamia era legal, se puso a vivir con 3 mujeres, una de 13 años y las otras dos de 14. Le contagio syphilis a las tres y nunca le mando un peso a su mujer ni a sus hijos. Eso no lo cataloga como un buen artista. Eso lo cataloga como un miserable que pintó cuadros. Conjugar la creación con la vida familiar no es fácil. Hasta Oppenheimer dejo a su hija Katerina con su amiga Pat Sherr mientras trabajaba en la bomba atómica. De hecho, si se hubiera hecho cargo de Katerina, quizás no habrían muerto 200 mil personas”.

-“Oppenheimer no es artista”, interrumpió “El Caca”, mientras caminábamos rumbo a una charcutería española para ver el show de un cantante flamenco.

-“Da lo mismo”, le dije, “es un ejemplo que comprueba mi punto. Las personas que no tienen hijos tienen una capacidad de producción mayor que las que sí tienen hijos. Beethoven, Chopin, Truman Capote, Proust, Coco Chanel, todos sin hijos. Jane Austen: Sin hijos y sin pareja. Doble puntaje.  Oscar Wilde, Andy Warhol, Virgina Woolf, Freddy Mercury, Francis Bacon todos gays sin hijos: Triple puntaje. Y por último el premio gordo se lo lleva Leonardo Da Vinci: Gay, sin hijos y sin pareja.

-“Yo no digo -agregué- que sea imposible ser artista y ser buen padre, es solo que hay un periodo en la vida donde se necesita un alto rendimiento y la familia lo hace más complejo. Quizás si existiera un periodo de gracia para la crianza podría ser algo más viable. Hay tantos amigos y familiares que no pueden tener hijos y probablemente pagarían por tener uno temporalmente. Podrían salir a la plaza, tomar helado y disfrutar la maravillosa experiencia de tener un niño. Y, por otro lado, la contraparte recibe una compensación económica para dedicarse por completo a su obra. Sería una solución ‘win-win’. Todo de manera formal, con un contrato, con cartas de recomendación, informes en Dicom, etc. No sería algo a la ligera. Mal que mal son tus hijos y tienes que estar seguro de que te van a pagar. El único problema sería perderse los mejores años de su niñez. Sería un costo que habría que evaluar”.

-“Criogénesis”, interrumpe “El Caca”. “Un servicio de criogénesis donde puedes congelar a tus hijos hasta que tu situación mejore. Así no te pierdes sus mejores años y, después de un tiempo, los disfrutas a concho”.

-“Me tinca caro”, le dije, “¿qué pasa si pasa el tiempo y tu situación no mejora?”.

-“Me imagino que podrías ir renegociando una prórroga. Probablemente te cobrarán una multa. habría que revisar el contrato”.

Íbamos caminando al show de un cantante de flamenco en una charcutería española llamada “Las Bellotas”, que está en Vitacura con Candelaria Goyenechea. Es un lugar nuevo y económico con jamones traídos de España y se suponía que iba a cantar alguien con una voz muy similar a la de Julio Iglesias. El Caca tiene una obsesión con Julio Iglesias. Siempre lo menciona, en cualquier contexto. Si le hablo de política me dice: “Mira, Julio Iglesias nunca habría apoyado una reforma tributaria”. Si le hablo de gastronomía me dice: “¿Tú sabías que Julio Iglesias ganó un concurso de cocina cuando estaba en el colegio?”.  

De hecho, “El Caca” tuvo una acalorada discusión con su mujer cuando quiso nombrar a su primer hijo “Julio Iglesias Vial”. Su argumento era que si hay un Julio César, ¿por qué no podría haber un Julio Iglesias? Obviamente, no logró convencerla y hoy día Julito Vial tiene 14 años y canta pésimo.

“El punto de fondo”, le dije, “es que hay ciertos rubros que necesitan más apoyo en sus primeros años. Por esa razón, en países desarrollados, el Estado subvenciona a pintores, escultores, incluso a personas que realizan oficios artesanales, aunque no sean rentable, como un artista”.

“Eso es una pelotudez. Todos, incluidos los que ejercen como artista, deben ser capaces de arreglárselas y generar dinero por su cuenta. Si no saben cómo hacerlo, les hará bien ingeniárselas para encontrar una manera. La necesidad crea el órgano.  Imagina que un día estoy en mi casa y me llaman por teléfono diciendo: ‘Buenas tardes, lo llamo del gobierno para subvencionarle un forward de dólares, pero no se preocupe si sale mal, nosotros se lo vamos a cubrir’. El mundo no funciona así. No veo por qué deberíamos hacer una excepción con un pintor o un escritor”.

“Porque cumplen funciones en la sociedad”, insistí. “Si una persona tiene un sueldo fijo, sabe que a fin de mes le llegará su salario y puede calcular sus gastos, su tiempo, etc. Un pintor, en cambio, puede estar 6 meses preparando una exposición y el dia del lanzamiento vende dos cuadros que no le alcanzan ni para pagar el almuerzo del cabro chico.”

“Eso se llama negocio de alto riesgo” -interrumpió “El Caca” -“Y hay que tener cojones para meterse en negocios de alto riesgo. Si los artistas no tienen cojones, ese no es un problema que el resto tenga que asumir”.

-“¿Estás diciendo que los artistas no tienen cojones?” -pregunté sorprendido.
-“Me estás sacando de contexto” -dijo nervioso.
-“Hombres y mujeres. De hecho me atrevería a decir que son más mujeres que hombres. ¿Cuántas mujeres han tenido que dejar sus carreras para dedicarse a los hijos? Y si lo dejan al cuidado de otra persona, las tildan de malas madres. ¿Cuántos talentos hemos perdido porque se vieron obligadas a abandonar su pasión por un trabajo de 8 a 6? ¿Cuántas veces hemos escuchado algo como ‘fui la mejor violinista en el conservatorio pero después lo dejé porque tuve a Panchito’. Y uno ve a Panchito y es un niño problemático que llora a mares, porque no lo dejan jugar con el teléfono de la mamá, que dicho sea de paso, tiene la pantalla completamente trizada por culpa de Panchito”.

 -“Momentito” – interrumpió “El Caca” -“Por si no sabías, Madonna tuvo 6 hijos”.
-“Madonna debe tener una niñera por cada hijo. Estoy hablando de las mujeres anónimas que no tienen niñeras, que no tienen ayuda ni apoyo y que perdieron la oportunidad de sus vidas porque nadie las ayudó”.

Llegamos a la famosa charcutería Las Bellotas, que resultó estar en un estacionamiento subterráneo debajo de un supermercado Jumbo.  Era un lugar pequeño, pero acogedor. En la entrada nos detuvo una persona para saber si estábamos en la lista. – “Juan Carlos Vial” dijo “El Caca” con cierta arrogancia. “Lo siento pero no esta en la lista”. Dijo el guardia. “Busque por Caca Vial entonces”, dijo con seriedad, sin darse cuenta de lo ridículo que sonaba. “Pase Don Caca”, dijo el guardia con una solemnidad y un profesionalismo sorprendente.

-”Lo que no me gusta de los artistas es que andan por la vida sintiéndose con el derecho a que los ayuden, que les den becas y subvenciones. ¿Por qué no les dan eso también a los empresarios, a la gente común y corriente que se rompe el lomo trabajando? Porque nosotros estamos obligados a generar recursos y ellos no.

-“Estás equivocado. Los artistas generan muchos recursos, pero a veces están desfasados en el tiempo. Está lleno de escritores que trabajan toda la vida en una obra literaria que nadie lee. El pobre tipo se va a la tumba sintiéndose culpable por la decepción que ha causado a su familia y ser incapaz de ser un macho proveedor. Cinco años después su obra se pone de moda, hacen una película, la viuda y los hijos heredan los derechos y ahora estan muertos de la risa tomando champaña y hablando maravillas del viejo que achacaron toda la vida. Le pasó a Philip K. Dick, autor de los libros que inspiraron tremendas películas: “Blade Runner“, con Harrison Ford: “Minority Report”, con Tom Cruise; “A Scanner Darkly”, con Robert Downey Jr.; y “Total Recall”, con Arnold Schwarzenegger. Le pasó a Kafka, le pasó a Oscar Wilde, le paso a Kennedy O’toole, y por supuesto le paso a Jack Kerouac, que murió con 90 dólares en la cuenta corriente y hoy sus derechos valen 10 millones de dólares”.

-”Unas 250 mil UF. Es harta plata” – Interrumpió “El Caca”. No sé porque mi amigo siempre habla en UF. Si ve un auto en la calle dice: “Ohhh, qué lindo el auto, debe costar unas 1,300 UF”. Va a un restaurante con su familia, pide un chacarero y una cerveza, y cuando llega la cuenta dice: “Esto es un robo, no te pueden cobrar 2 UF por un par de chacareros”.

El cantante de flamenco no llegaba nunca hasta que el dueño de Las Bellotas se acercó al micrófono y dijo que el evento se había suspendido porque el cantante tuvo un imprevisto. Su hijo se rompió los dientes jugando con un columpio, así es que tuvo que partir de emergencia a la clínica. Como una forma de compensación, va a regalar un bocata de jamón serrano a todos los asistentes.

Miré a “El Caca” en silencio – ”Tómalo por el lado positivo. Gracias al accidente de su hijo nos van a dar una bocata gratis” -dijo.

-Soy vegetariano. Te lo vendo.

-No seas miserable.

-Tú me dijiste que tenía que buscar otras formas de financiamiento – le respondí.

-Está bien, te lo pago después – dijo él.

-Ok, pero en UF. – le respondí.

Mientras “El Caca” se comía su bocata, me quedé pensando sobre lo difícil que es conjugar la vida de pareja, la crianza de los niños y la creación. Me acordé de Roberto Bolaño, que vivió en Chile, luego Ciudad de México, Barcelona, París, Gerona y en la Costa Brava. Cuando le preguntaron sobre todos los países que había vivido y en cuál se sentía más cercano, dijo: “Mi único país es mi mujer y mis hijos”. Quizás Bolaño tiene razón. Quizás ese es justamente el mejor lugar para la creación.

*Hernán Rodríguez Matte, escritor, autor de “Barrio Alto” y de las series Bienvenida Realidad, Papá mono y La colonia, entre otras.

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