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21 de Octubre de 2023Camila Hirane: “Hoy no hay la cantidad de presos que debería haber por agresiones sexuales”
Mega
Tras el fin de la teleserie "Verdades Ocultas", que estuvo cinco años en pantalla, la actriz tomó su tiempo para poder concretar varios proyectos que tenía pendientes, incluyendo una cruda obra sobre las agresiones sexuales, que la mantiene en una reflexión constante. Además, está a punto de retornar a la televisión, nuevamente en Mega.
Gracias a Verdades ocultas, la vida de Camila Hirane cambió para siempre. La teleserie más larga de la historia de la televisión chilena no solo dejó una huella en su carrera, sino que también le abrió a importantes cambios en su vida, que hoy narra con la tranquilidad que da el tiempo.
Durante cinco años, Hirane protagonizó los 1.128 capítulos que duró la ficción escrita por Carlos Oporto y que la transformó primero en Rocío Verdugo y luego en su hija, Martina Benavente. La misma actriz cuenta a The Clinic que el paso del tiempo y su autoexigencia terminaron por agotarla, al punto que debió hacerlo saber a la producción y al canal.
Pero no se trataba de un cansancio que podría ser tratado solo con unas vacaciones en la playa. Necesitaba descansar de la rutina que llevaba por tanto tiempo y que, a la vez, no le había permitido explorar otros proyectos artísticos, lo que es casi una necesidad para los actores.
Algunos meses antes de que la teleserie llegara a su fin, Martina, su personaje, cayó en coma luego de un accidente, lo que permitió a Hirane tomarse un breve break para viajar. “Fue súper perfecto cómo se dio ese engranaje”, reconoce. Según la actriz, Mega le brindó su apoyo para detenerse momentáneamente, pese a ser la protagonista. “Lo sentí muy común como un reconocimiento a como todo mi trabajo y toda mi entrega en esa época”, comenta.
Gracias a ese receso viajó a Madrid, pudo ver a algunos amigos, y hasta paseó por París. También tomó un taller relacionado con la administración de la vida de los actores, más allá de la actuación, donde se les enseñaba a cómo ser productor de su propia carrera, a ser gestores de sus propios tiempos. “De alguna manera todo se alineó para que pudiera transitar ese proceso”, cuenta.
La vida sin Verdades Ocultas
Al regresar a Chile, Camila Hirane retomó su trabajo en Verdades ocultas, que ya estaba en su recta final. De hecho, tres meses después de su retorno, acabaron las grabaciones y ella se enfrentó a un nuevo desafío: cambiar el esquema con el que había vivido durante años.
“Me dediqué más que nada, al principio, a ordenar mi vida… es heavy la vida del actor porque uno pasa de estar muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy ocupado, a luego tener esta vida donde tú manejas tu horario, con un poco más de tiempo libre. Y cuando estás trabajando en una teleserie, estás con un horario como de oficina”, explica.
No obstante, el horario de oficina y trabajo estructurado no complicaba tanto a la actriz como sí lo hacía el tener que dejar ciertos proyectos que quería realizar. “Por mi personalidad -soy Virgo-, a mí me acomoda mucho la estructura, me hace muy bien, entonces de repente no tenerla es difícil”, dice y recuerda lo complejo que fue la primera vez que lo tuvo que vivir: “Quedé como desestabilizada”.
“Soy desestructurada, caótica internamente. Entonces, necesito mucho de la estructura y esa estructura me la dio Verdades Ocultas. También creo que esa es una de las razones por las cuales a mí me funcionó tan bien estar tanto tiempo en ese proyecto”, reconoce.
Hirane rememora que “Verdades ocultas llegó en un momento clave en mi vida. Probablemente si yo hubiera hecho como a los veintitantos ese cambio, hubiera sido un ‘bajón’ tremendo. Pero yo ya sabía un poco lo que se venía y lo pude manejar”.
La teleserie, además de la pandemia, la ayudaron también a encontrar un hogar y madurar. Y la actriz no habla sólo de un hogar físico, sino de un lugar con el que se pudiera conectar. “Yo, en mis 20 y principios de los 30, vivía entre mi casa y la casa de mi pololo, entre la casa de mi pololo y el canal, entre en el canal y el camarín del teatro. Comía donde me pillara la hora de almuerzo, y si es que comía, porque si no. esperaba hasta la noche y comía en cualquier lado cualquier cosa. Mi auto se convirtió en un camarín más para mí”, reconoce.
“No me arrepiento de haber vivido eso. Pero agradezco también ya en mis treinta y tantos, haber aprendido que eso se resiste por un rato y que después necesitas que tu vida esté estable, ordenada y con hábitos saludables. Que haya un orden y paz mental en ti, que te permita poner todo el desorden, toda la intensidad y toda la locura en escena y no en tu vida. En otras palabras, administrar”, explica.
Los otros proyectos de Camila Hirane
Camila Hirane recuerda que fueron varios proyectos los que debió dejar pasar por la teleserie. Sin embargo, siente que a veces la vida le hace darse cuenta, de alguna forma, que ese proyecto en realidad no era el adecuado para ella. “Yo siento que lo que yo aprendí, lo que yo vivía en Verdades ocultas, es lo que yo tenía que vivir y aprender en ese momento”, reflexiona.
“Creo que uno tiene que echarse vuelo para pensar en lo que le pasa, al menos ver la alineación del universo en tu propia vida. Porque el mundo afuera te hace sentir que todo está mal y que nada tiene sentido, por lo que uno debe tratar de buscar ese sentido y la magia de por qué ocurren las cosas en tu vida y en tu pequeño mundo”, puntualiza.
Tras el cierre de aquel ciclo, Camila Hirane no solo volvió al teatro. Además, participó en una película de la que ella anhelaba ser parte y que la llevó a presentarla hace algunos días en el Festival de Cine de San Sebastián. Se trata de La práctica, del director argentino Martín Rejtman.
“Había quedado en el casting en esa película, tres años atrás… pero no la iba a poder hacer porque estaba con Verdades Ocultas. Así que era imposible, pero era mi sueño. Era una película con un director de afuera, con elenco argentino y con equipo argentino y portugués, todo era un sueño, y yo no la iba a poder hacer. Miraba mis horarios de la teleserie y me decía que era inviable”, confiesa.
“Yo decía, ‘por favor, por favor, tiene que pasar algo, tiene que ocurrir un milagro’, como que no me resignaba a decir ‘no, no la puedo hacer’, y estaba ahí en eso y cae la pandemia“, recuerda. “Yo decía: ‘Está bien, pero no era necesario que fuera tanto'”, bromea.
El Covid-19 pausó la película, que se reanudó cuando la teleserie ya había llegado a su fin, lo que permitió a la actriz cumplir su sueño. “Fue una alineación de astros maravillosa”, asegura.
La cinta, que también tiene en su elenco a Manuela Oyarzún, Gabriel Cañas, Esteban Bigliardi y Mirta Busnelli, es una comedia dramática, que cuenta la historia de dos profesores de yoga que se separan y deben enfrentar los conflictos que aparecen tras la decisión.
Prima Facie
Además de la película, la vida también la llevó a trabajar en un proyecto de teatro que la tiene más que apasionada. Se trata de Prima facie, una obra de teatro dirigida por el destacado dramaturgo argentino Daniel Veronesse. “[La obra] Me tiene fascinada realmente, como que me vuelvo a conectar con el sentido de por qué soy actriz y por qué soy útil para la sociedad”, reconoce.
La producción acaba de terminar sus ensayos, debido a las copadas agendas de ambos, y se espera que se estrene en mayo de 2024. “Se trata de una abogada que viene de abajo y que, con mucho esfuerzo, logró ser exitosa y muy reconocida. Sin querer, un poco, se empieza a especializar defendiendo casos de acusados de agresión sexual, es la abogada defensora en caso de agresión sexual. Ella es una cabrona, porque es muy exitosa, entonces defiende a los acusados de manera magistral y logra sacarlos libres”, relata Hirane.
“Todo va bien en su vida. Su trabajo es darles una apropiada defensa, lo que es un derecho humano… y todo parece ir bien hasta ahí hasta que a ella la violan”, cuenta. “En el fondo, le explota en la cara todo lo que ella creía“, añade.
“La obra está muy bien escrita y es muy buena, porque habla sobre la justicia, sobre la agresión sexual y cómo es algo que no está regulado realmente por ley”, dice la actriz. La artista también reflexiona sobre la situación: “Es un crimen muy difícil de probar, muy difícil de probar… Una de cada tres mujeres somos agredidas sexualmente en algún momento, y eso no está penado por la ley realmente. Hoy no hay la cantidad de presos que debería haber por cometer esa cantidad de crímenes, eso es algo que, un poco, está ahí, no resuelto, y las mujeres vivimos en esta injusticia”, sentencia.
Camila Hirane explica que “está lleno de casos, porque están los mediáticos que uno conoce y los de todos los días. Una de cada diez mujeres que son agredidas sexualmente hace la denuncia y, del grupo que las hace, una de esas denuncias llegan a constituirse en un juicio, porque en el resto no existe suficientes antecedentes para que llegue a un juicio y la denuncia se desintegra”.
“Entonces sólo una mujer en 10 juicios logra meter preso a su violador, porque las otras nueve no tienen cómo probar que fueron violadas”, agrega.
“La experiencia de la agresión sexual de una mujer no es un paquete limpio, científico y coherente -que permita reunir las pruebas de inmediato-. No es un accidente de tránsito, no es un allanamiento de moderada. Una violación, una agresión sexual, tiene millones de matices que son muy difíciles de abordar desde el punto de vista de la coherencia legal. A ti te puede violar tu marido una noche, y qué vas a ir a constatar, ¿que tienes semen de tu marido? ¿El mismo con el que hiciste el amor consensualmente tres horas atrás, y que después te violenta porque ya no querías? Eso es una violación igual”, añade Hirane.
El regreso a las teleseries
La semana pasada terminaron los ensayos de la obra, y la actriz actualmente está de lleno en las grabaciones de Juegos de ilusiones, protagonizada por Carolina Arregui y Julio Milostich, que fue estrenada en enero de 2023.
En esta ocasión, Hirane se incorporará como Valentina García, una atractiva y ambiciosa mujer de negocios que llegará a la vida de la familia Mardones.
“Me parece súper saludable esta nueva experiencia, tan distinta. Es un buque que va avanzando y que va estupendo y funciona increíble sin mí hasta ahora. Entonces, mi misión es subirme a ese barco y ponerme a tono, ser un aporte en esa historia que se está contando. Pero no siento esa presión como de que se me va la vida, que sí sentía en Verdades ocultas. No tengo esa sensación de que está el peso de la historia sobre mis hombros”, afirma.
Asimismo, Camila Hirane describe a Valentina como una mujer “con una vida muy intensa, muy excéntrica, un poco loca, pero muy empoderada”.
De esta forma, la actriz retornará a la casa televisiva que le permitió formar parte de la historia de la pantalla chica.
