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Política

4 de Diciembre de 2023

Carolina Gainza, subsecretaria de Ciencia: “Tradicionalmente se ha reducido el desarrollo de la sociedad al crecimiento económico”

Carolina Gainza La subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Carolina Gainza.

En entrevista con The Clinic, la subsecretaria ahonda sobre Conocimientos 2030, la iniciativa que promueve el ministerio en la que facultades humanistas, de las artes y ciencias sociales podrán fortalecer su investigación y desarrollo en esas temáticas.

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Que las escuelas y facultades universitarias de las ciencias sociales, artes y las humanidades fortalezcan su investigación, desarrollo e innovación. Esa es la labor que buscará Conocimientos 2030, el programa que elaboró el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, liderado por la ministra Aisén Etcheverry y la subsecretaria de la cartera, Carolina Gainza.

Con tres etapas distintas —una de apoyo, otra de implementación y una tercera de diagnóstico, todas en un plazo de diez años— la medida a implementar por el ministerio cuenta con más de $950 millones para asignar a distintos recintos universitarios —individuales o consorciados— de todas las regiones del país que cuenten con una acreditación otorgada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).

En conversación con The Clinic, la subsecretaria Gainza comenta el programa, como también la profundización de la investigación de las humanidades en la sociedad, argumento central de Conocimientos 2030. Sin ir más lejos, las becas de doctorado nacional de 2022 tuvieron una proporción de 65,5% relacionado a ciencias naturales, agrícolas, médicas, o ingeniería, mientras que las humanidades y las ciencias sociales el 34,5% restante.

—Sobre Conocimientos 2030 ¿cuál es el detalle de cada etapa?

Conocimiento 2030 es un programa que dura 10 años. La primera etapa busca apoyar a las universidades para que realicen un diagnóstico y un levantamiento de la experiencia comparada a nivel nacional e internacional y un plan de trabajo. La etapa 2 se busca apoyar la implementación del plan de trabajo estratégico que se elabora en la Etapa 1. La Etapa 3 es un momento en el cual los programas realizan un seguimiento del plan estratégico y su implementación, que también busca identificar, sistematizar los ajustes que se han ido realizando, los aprendizajes y las experiencias de este programa, que busca actualizar las mallas curriculares, los enfoques transdisciplinares y también las posibilidades más aplicadas de las investigaciones en artes, humanidades y ciencias sociales.

—¿Tiene la impresión de que, en el rubro académico o en la sociedad, existe una percepción sobre que las ciencias naturales, médicas o la ingeniería tienen un peso mayor a las ciencias sociales? 

—Sí, hay una percepción que también tiene que ver con un camino histórico que se ha seguido de valorar mucho más el aporte de las ciencias naturales o de las ciencias físicas y matemáticas, principalmente por su orientación hacia la aplicación, hacia las posibilidades que tienen de salida hacia la industria a través de las empresas de base científico-tecnológica.

Lo que busca programas como Conocimientos 2030 es poner en valor la investigación hacia los desafíos del país: cuando hablamos de fortalecer la democracia, cuando hablamos de las problemáticas de seguridad, cuando hablamos de los problemas de convivencia vinculado, ya sea la convivencia escolar o la diversidad cultural producto de los mayores índices de migración. Ese es un llamado a poner en valor los conocimientos que se generan desde estas áreas que son las que investigan y nos permiten comprender qué es lo que pasa a nivel de la democracia y su desarrollo, la seguridad, la convivencia, la cohesión social.

—¿Cómo se pueden mejorar esos asuntos de convivencia respecto a las diferencias de interpretación sobre ciertos problemas? ¿Cómo se hace un cauce respecto a una perspectiva tan conflictiva, como pueden ser las interpretaciones que se tienen sobre la migración, por ejemplo?

—Tenemos que entender que primero las ciencias sociales nos ayudan a comprender los fenómenos. Para poder tener mejores políticas públicas necesitamos contar con evidencia. Para poder mejorar los niveles de convivencia, las formas de convivencia en nuestro país, para poder fortalecer las redes sociales, las redes de cohesión cierto en las comunidades, etcétera, necesitamos comprender estos fenómenos, necesitamos saber qué es lo que está ocurriendo y de esta manera acompañar las transformaciones sociales.

Lo que hacen las ciencias sociales y las humanidades, a diferencia de las ciencias naturales o las ciencias físicas, es que nos permiten comprender y acompañar las transformaciones sociales y culturales que se han definido estratégicamente desde el país, por ejemplo, cuando nosotros decimos queremos avanzar hacia un mayor bienestar de la sociedad. Las ciencias sociales y las humanidades nos permiten comprender qué significa ese bienestar: ¿Qué es lo que están pensando las personas? ¿A qué aspiran? ¿Cómo podemos orientarlo hacia esos objetos? Eso es justamente lo que nosotros queremos poner en valor.

—Una de las intenciones que tiene Conocimientos 2030 es el crecimiento sostenible e integral en una sociedad. ¿Qué se define por integral y sostenible en el crecimiento de una sociedad?

Tradicionalmente se ha reducido el desarrollo de la sociedad al crecimiento económico. Nosotros como ministerio consideramos que, tanto el crecimiento económico como las dimensiones sociales y culturales del desarrollo, son importantes. Si nosotros no consideramos las dimensiones sociales y culturales del desarrollo, podemos tener una sociedad con un alto crecimiento económico, como la nuestra, pero con grandes desigualdades sociales.

Cuando nosotros hablamos de un desarrollo sostenible e integral, estamos pensando por integral justamente el articular las dimensiones económicas sociales y culturales del desarrollo que implica comprender las prácticas sociales, cosas que hay que cambiar, transformaciones que están ocurriendo, etcétera y, también, por sostenible es que esto se mantenga en el tiempo. Cómo nosotros hacemos poder tener tener sociedades más participativas, más democráticas, donde todos los ciudadanos y ciudadanas puedan participar del desarrollo de un país. También entender como una responsabilidad que es de todas y todos poder avanzar hacia el bienestar hacia ese desarrollo integral.

Problemas sociales

—Dos tercios de los investigadores son hombres. A ese antecedente de mayor proporción de hombres en cuanto a investigación, existe también el dato de que las mujeres suelen tener una retribución menor por su trabajo que la que tienen los hombres ¿Por qué pasa eso en particular, sobre todo en la rama de la investigación?

Esto tiene que ver con fenómenos estructurales, que son múltiples. Pasa por la presencia de menos mujeres en el mundo de la investigación, sobre todo en algunas áreas, como las áreas de ciencia y tecnología, ingeniería y matemáticas. Pero, no es solamente una cuestión de número, sino que también pasa porque cuando las mujeres entran al mundo de la investigación, en sus distintos ámbitos, no logran permanecer o son expulsadas del sistema. Cuando son expulsadas necesitamos entrar a comprender el porqué.

Algunas de las variables que lo explican tienen que ver con cuestiones estructurales, culturales, asociadas a los temas de cuidado, a los temas de corresponsabilidad a los roles, y que esos roles son culturales, no son intrínsecos a las diferencias entre hombres y mujeres. Eso explica que muchas veces se considere que los hombres hacen mejor el trabajo que las mujeres. Eso también implica desigualdades en materia de los ingresos. Como ministerio es un tema central dentro de nuestro trabajo estratégico, porque tenemos que avanzar en superar las brechas de género en el mundo de la ciencia y la innovación, porque no podemos permitir que más de la mitad de nuestra población no participe de la generación de conocimiento.

Carolina Gainza, subsecretaria de Ciencia.

—¿Considera que hay temas en Chile que aún no se conversan como debiese?

Estamos en una sociedad abierta, justamente donde se están conversando distintos temas que antes no se hablaban, por ejemplo, la desigualdad de género. A eso justamente es a lo que nuestro ministerio aporta. Cuando hoy estamos conversando sobre cómo fortalecer nuestra democracia, las ciencias sociales y las humanidades son fundamentales, porque justamente nos permiten avanzar, en cómo fortalecer los espacios de participación, cómo tener personas con mucha mayor capacidad reflexiva y capacidad crítica que puedan participar de manera informada en los distintos espacios democráticos que hoy día tenemos en nuestro país. Nosotros tenemos distintos núcleos de investigación, centros de investigación en estas materias que están aportando a esa reflexión en nuestro país y cómo podemos acompañar esa transformación para avanzar hacia sociedades mucho más democráticas y participativas.

—¿Qué cree que le falta a las ciencias sociales para que puedan ser vistas de la misma forma que las ciencias naturales?

No creo que falte algo. Las distintas áreas del conocimiento van transformándose, pero no creo que sea un problema de en sí misma, de las ciencias sociales o de las humanidades o de la investigación en arte, sino que más bien tiene que ver con el valor que nosotros como sociedad le damos estas áreas. Estamos viviendo distintos fenómenos que tienen implicancias sociales y culturales tremendas y que, para poder abordarlas, en materia de cambio climático, en materia de desarrollo tecnológico, en materia de seguridad, son necesarias las ciencias sociales, las artes y las humanidades.

Un solo ejemplo: cuando estamos hablando de la inteligencia artificial. La inteligencia artificial no es solo tecnología o la pregunta de cómo nosotros incorporamos mayor inteligencia artificial para sofisticar y mejorar nuestros procesos productivos o el desarrollo de las empresas, sino que la pregunta más esencial es cómo la inteligencia artificial está cambiando nuestra humanidad, nuestra sociedad. Para poder nosotros tener una convivencia armónica con el desarrollo tecnológico, necesitamos no solamente comprender qué es lo que está ocurriendo, qué es lo que aportan las ciencias sociales, sino implementar políticas que orienten el desarrollo de estas tecnologías para el bienestar social.

Por ejemplo, los algoritmos éticos. Si nosotros no orientamos los algoritmos para que no reproduzcan desigualdades de género, desigualdades sociales, desigualdades territoriales, los algoritmos van a reproducir esas desigualdades y seguramente van a generar otras nuevas. Y ahí el valor de las ciencias sociales, las humanidades, e incluso, la investigación en artes, que permite generar conciencia en las personas, son fundamentales.

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