Senador Pedro Araya (Ind-PPD) y crisis hídrica en Antofagasta: “Si hubiera pasado en Santiago, tendríamos desplegado a todo el gabinete”

Parte de la ciudad de Antofagasta está sin suministro de agua desde la noche del domingo. Tras una falla eléctrica en la central de Aguas Antofagasta, más de 60 mil antofagastinos han lidiado los últimos tres días sin el suministro vital. Ello ha levantado alertas de parlamentarios de la zona, que han exigido una mayor atención del Gobierno en el asunto. Uno de ellos el senador Pedro Araya (Ind-PPD).

Pese a que se habla de una posible reposición del servicio para la noche de este viernes, algunos ven difícil esa situación, dada la cantidad de arreglos que deben efectuarse y el tiempo de espera que toma ver la efectividad del trabajo que busca lograr que el suministro de agua retorne a los hogares.

En ese sentido, en entrevista con The Clinic, el parlamentario apunta a las directivas comunales y regionales de una débil gestión y solución del asunto, en donde acusa peleas y poca unidad para sobrepasar el conflicto que afecta a los ciudadanos. “Tenemos un problema serio con estas autoridades que no son capaces de sentarse en la mesa a conversar“, dice.

—¿Ve posible que el agua pueda volver este viernes?

—Hoy están afectados miles de familias que no tienen agua; una cantidad importante de pequeño, mediano y gran comercio no ha podido abrir sus puertas; oficinas públicas cerradas porque no pueden atender. Lo que hemos podido conversar con algunas personas es que, en el mejor de los escenarios, si es que no hay ningún problema, a última hora del día viernes podría comenzar a restablecerse el servicio de agua en algunos puntos de la ciudad. Eso en la medida de que no aparezca ningún imprevisto y que las reparaciones programadas cumplan los plazos estipulados, porque, si no, probablemente vamos a tener varios días más sin agua.

—¿Cómo ha visto las labores de Aguas Antofagasta?

—La primera responsabilidad es de ellos, quienes debieron haber tenido un plan de contingencia o emergencia para enfrentar una situación como la que está viviendo la ciudad. Hemos visto mucha improvisación, muchas decisiones tomadas sobre la marcha. Tenemos bastantes problemas en los puntos que se han señalado por la sanitaria para entregar agua en camiones aljibes o en estanque, donde tenemos gente que está cuatro o cinco horas a pleno sol tratando de tener un poco de agua. Y resulta que no se llenan los estanques o no llegan los camiones aljibes a los puntos señalados. Ha habido una improvisación por parte de la empresa que es de proporciones. En esto también hay una responsabilidad de la Superintendencia (Servicios Sanitarios) de no haber fiscalizado adecuadamente los planes que tenía Antofagasta para una urgencia de este tipo.

—Usted ha llamado a que el Presidente decrete Estado de Excepción en la zona. ¿En dónde ve usted otras problemáticas a raíz del problema principal?

—Nosotros le queremos pedir al presidente Gabriel Boric que se decrete el Estado de Excepción en la comuna por dos razones. La primera es porque tenemos un problema con las autoridades que están a cargo de la gestión de emergencia: alcalde de la comuna, delegada presidencial, gobernador regional, quienes no se logran sentar en la mesa para trabajar en conjunto y poder proponer soluciones. Lo que tenemos hoy es una delegada que está solo peleando con el alcalde, echándole la culpa de que es responsabilidad del alcalde hacer cual o tal cosa; tenemos un alcalde que está más preocupado aparecer en los matinales que ofrecer soluciones; hay un gobernador que tampoco aparece haciendo gestiones en lo que está ocurriendo en la crisis.

En esa línea hemos pedido que se decrete Estado de Excepción, porque con el nivel de autoridades que tenemos hoy, que están peleados entre ellos, no son capaces de sentarse a la mesa a tomar decisiones en un momento de crisis de la ciudad. Lo que corresponde es que alguna persona tome el mando de esta crisis y tome las decisiones que sean necesarias, fundamentalmente en temas logísticos para la distribución de agua, para hacerse cargo, por ejemplo de grupos vulnerables, como es el caso de muchos adultos mayores que están postrados, que viven solos en el interior de su casa, a personas que son electrodependientes, niños que tienen TEA que no los pueden acompañar a sus papás a hacer estas larga filas para conseguir agua.

—¿Quién es para usted el encargado natural de la emergencia entre el alcalde, el delegado presidencial y el gobernador?

—Lo que debiera existir es un trabajo en conjunto entre la delegada, como representante del Presidente, con el alcalde de la comuna y con el gobernador regional. Lo que tenemos hoy día es una pelea entre los tres que no son capaces de sentarse en la mesa a conversar en conjunto. Tenemos por una parte a la delegada, que lo único que hace es acusar que el alcalde no llamó al comité comunal de emergencia. Por otro lado, tenemos al alcalde que pelea con la gobernadora, que está más preocupado por aparecer en la tele difundiendo noticias que no son. Y, por último, un gobernador que tampoco aparece en la línea para hacer gestión. Tenemos un problema serio con estas autoridades que no son capaces de sentarse en la mesa a conversar.

Puedo entender que por temas políticos, puedan estar peleando y discutiendo. En una situación de normalidad no es lo óptimo, pero es tolerable, pero, cuando tenemos una emergencia y lo que se necesita hoy es suministrar de agua a una cantidad importante de la ciudad, lo que uno esperaría es que ellos tres estuvieran sentados en la mesa en vez de estar discutiendo. 

—Cuando usted menciona que el alcalde está en la televisión comentando “noticias que no son” ¿a qué hace referencia?

—La noticia que difundió de que se habían secuestrado tres camiones aljibes. No hubo ningún secuestro. No hay ninguna denuncia en Carabineros ni en la PDI ni en la Fiscalía de un hecho con esas características. Lo que hay es un estado de desesperación de muchas localidades. Lo que está pasando es que, como la gente está sin agua, se está generando aglomeración en los distintos puntos donde se reparte. Probablemente un camión que está cubriendo dos o tres áreas de la ciudad no logra cubrirlas porque en el primer lugar se consume todo el agua que está dispuesta en el camión. Hay un problema logístico de cómo distribuir agua. La delegación presidencial no ha estado a la altura para resolver el conflicto.

—¿Existe el temor de que ocurran situaciones hostiles que afecten la seguridad de los ciudadanos a raíz del evento del agua?

—La solicitud de declaración de catástrofe como segunda línea lo que apunta es que las Fuerzas Armadas puedan tener un rol mucho más participativo y colaborativo en la emergencia, porque el día de ayer estuvimos con distintos Carabineros que estaban cubriendo puntos donde se entregaba agua, y ellos no daban a basto para cubrir los servicios habituales que tiene la ciudad, las llamadas que hay en caso de emergencia o de delito.

Si este corte de agua se prolonga, probablemente veremos riñas para obtener agua, saqueos, porque tenemos una situación bastante conflictiva en un porcentaje importante de la ciudad. Es importante mantener el orden público y resguardar y que, además, la distribución de agua que se haga, sobre todo si es que no se logra reparar la planta el viernes, se pueda hacer de forma ordenada.

—¿Qué balance hace la reacción que ha tenido el Gobierno?

—En lo personal, el día de ayer me me comuniqué con el gabinete del presidente Boric a fin de manifestarle la preocupación que tenemos los habitantes de la región de lo que está ocurriendo y lo que eventualmente podría ocurrir, de forma tal de que se tomen medidas. Conversé anoche con la ministra Aurora Williams, quien la encomendó el Presidente a venir a Antofagasta a coordinar un trabajo en esta materia, pero claramente hay una deficiencia por parte del Estado respecto de cómo se responde a la emergencia.

Si esto hubiera pasado en Santiago, probablemente tendríamos desplegado a todo el gabinete en la Región Metropolitana, una cobertura completa los medios de comunicación. Pero, como esto pasó en una región, no ha habido un mayor despliegue como se ha notado en otros casos de emergencia que han ocurrido. Obviamente después que pase la emergencia, la Superintendencia va a tener que rendir cuentas de porqué razón no le exigió a la empresa de servicios sanitarios un plan de contingencia para enfrentar una situación como la que estamos viviendo.

—¿Cómo definiría la situación por la que está pasando Antofagasta?

Es bastante crítica. Llevamos ya varios días donde muchos niños no han podido asistir a clases, con el impacto ha significado y que además tampoco pueden recibir sus raciones de almuerzo. El comercio cerrado en una fecha que es cercana a la Navidad, donde probablemente realizan sus mayores ventas; muchos restaurantes cerrados que no pueden abrir y que no han podido generar ingresos. Tenemos una situación de catástrofe bastante importante. Claramente si uno mira estos después en perspectiva, esto tiene que ser un tremendo llamado de atención, porque no puede ser que la capital minera de Chile, la región que le entrega la mayor cantidad de recursos al país, hoy día está viviendo esta situación. Aquí se nota la graves deficiencias que tiene nuestro país para enfrentar distintos tipos de emergencia.