Columna de Carolina Urrejola | Agenda política post plebiscito: Vaso medio vacío, vaso medio lleno

Tras cuatro años de inestabilidad política y social producto del estallido, la pandemia y la crisis económica e institucional que nos han azotado, debemos sacar algunas conclusiones. Propongo una mirada autocomplaciente dado que se ha sufrido. Ha sido un proceso agotador.

La conclusión más evidente es que la solución a nuestros problemas no era una nueva Constitución, sino una dirigencia política -que estuvo bien inspirada con los acuerdos constitucionales- más conectada con las necesidades reales de la gente, como pregonaba Joaquín Lavín en los años 90. Lo ridiculizaron, pero a la larga el votante espera de sus servidores que no se miren el ombligo. Más acuerdos concretos, menos rodeos. Más política de frente y menos de trincheras.

La semana posterior al plebiscito los bandos oficialista y opositor se han cobrado cuitas internas y arremetido contra el adversario, como si no hubiesen escuchado la voz del pueblo, otra frase célebre de nuestra cultura política, acuñada por el “Puma” Rodríguez en el Festival de Viña previo al plebiscito de 1988. Los lugares comunes suelen representar en algún grado el sentido común, que nuestro mundo político no quiere o no sabe leer.

Sin embargo, hay pequeños brotes verdes que nos hacen pensar que hay aprendizajes. Como la apertura de Diego Schalper a incluir algún elemento de seguridad social en la reforma de pensiones, o el pragmatismo de Francisco Vidal al proponer entregar el 6% a cotización individual a cambio de avanzar en el Pacto Fiscal. Aunque luego se haya desdicho. Vaso medio lleno.

Esta semana se publicó un ranking del semanario británico The Economist sobre el desempeño de las economías de la OCDE en cuanto a manejo fiscal. Chile sale bien librado y ocupa el lugar 7 de las 35 economías medidas. Estas registran un crecimiento promedio de 3% el 2023, suerte que nuestro país no correrá porque no creceremos. Pero el monstruo de la inflación ha sido domado por las autoridades económicas, eso es un hecho y una buena noticia.

El ministro Mario Marcel le sacó brillo al logro y llamó a la oposición a sumarse al Pacto Fiscal. Expertos de oposición respondieron que el ranking de The Economist era inexacto, y que el Ministro de Hacienda no tenía nada que celebrar. Vaso medio vacío.

Pero esta semana también se aprobó sin votos en contra la Ley de Conciliación de la vida laboral y familiar, que se tramitó con participación de gremios como SOFOFA, CUT y CPC además de ONGs variopintas que abogan por los derechos de los niños y sus padres para una mejor calidad de vida.

Además de entregó el Plan de Acción del Hidrógeno Verde, consensuado por el Comité Estratégico ad hoc que contaba con miembros políticamente diversos como el ex ministro Juan Carlos Jobet y la ex presidenta Michelle Bachelet.

Este escenario hace pensar en la idea que plantea la lúcida investigadora Kathia Araujo, que reconoce que vivimos un momento difícil, pero también artificialmente difícil. En que todo se magnifica y se enreda. Por eso, volvamos a lo simple. A lo que nos hace sentido por obvio. Abracemos los lugares comunes. No le busquemos la quinta pata al gato. La unión hace la fuerza.