Felipe Rojas, actor de “Generación 98”: “Sería bueno que existieran de nuevo áreas dramáticas en otros canales”

“Me pilló bien de sorpresa, no me lo esperaba para nada”, dice Felipe Rojas, tras su reciente nominación como Mejor Actor en los premios Caleuche. El intérprete, que está postulando por su trabajo en “Generación 98” de Mega, se muestra humilde al respecto y asegura que este es un honor que no sólo le pertenece a él.

“Creo que es el resultado de muchas cosas a la vez. Obviamente, en parte está el trabajo y la vida que uno le dio a un personaje. Pero eso también está respaldado por un montón de factores”, añade. A su vez, destaca también al guion de Pablo Illanes, la complicidad con sus compañeros y el equipo técnico.

“Cuando uno ya lleva trabajando harto tiempo con las mismas personas, se generan un espacio de mucha confianza que permite que uno también se pueda ir relajando y haciendo con más confianza este trabajo”, continúa.

“El Moco” de “Generación 98”: un “malo” con sombras y luces

En la ficción nocturna de Mega, el actor da vida a Tomás “Moco” Rodríguez, el “malo” del grupo. Es a él a quien más se le responsabiliza por el acoso y bullying que sufrieron algunos de sus compañeros en el colegio y cuya vida perfecta de adulto se derrumbó cuando menos lo esperaba.

“En un principio estaba como muy en macro visto. Como que era él el encargado un poco como de la maldad, el daño y el bullying en esta historia. Pero creo que eso se ha ido repartiendo con otros personajes, como por ejemplo, Valentina (María Gracia Omegna) y Javiera (Paloma Moreno), también el personaje del (Nicolás) Poblete. Como que hay oscuridades distintas desde distintos lugares y creo que había que tirarse así, como bien al chancho, y eso fue un desafío”, analiza Felipe Rojas. 

El actor comenta que él venía de hacer personajes más livianos en las teleseries vespertinas y más familiares que “no entran mucho en estas zonas”. “Entonces, me pasó que decía como que tengo que desprejuiciarme del tono y la forma en el que este personaje dice las cosas”, agrega.

“Me parece que la maldad y la oscuridad que tiene este personaje es muy desde lo que hace y dice, que es como sin pensar mucho las cosas. Es como un estereotipo de personas que existen. Que nunca pasaron por procesos que los hiciera cuestionarse si lo que dicen y hacen daña a las personas que están a su alrededor”, explica.

Para poder desarrollar su personaje, Felipe Rojas se adentró en su propia experiencia. Y no es que él haya sufrido de bullying en el colegio, sino que tuvo analizar la dinámica que se vivía en la época.

“Yo me acuerdo, por lo menos en mi época escolar, era súper selvático. Yo estaba en un colegio de puros hombre y había que cuidarse mucho de no entrar de repente en una zona donde a uno lo pudieran molestar por algo. Había que estar como súper atento y en ese sentido creo que yo en lo personal aprendí también como a cuidarme, a defenderme”, relata.

Pero más allá de los resguardos que tomó, la preocupación del ex “Amango” pasaba por otro lado también. Debido a su déficit atencional, mantenerse sentado en una sala de clases era una de las cosas más difíciles que le tocaba.

“Era una cosa que yo no cabía dentro de la sala. A mí igual a veces me da pena acordarme de todo el tiempo que perdí en una educación tan tradicional que tiene a cabros encerrados durante tantas horas, sin notar que hay una raza de cabros chicos que no aprenden de esa manera y yo estaba en ese grupo”, reconoce.

“Para mí estar dentro de la sala era una ansiedad tremenda. De estar moviendo los pies durante las tres horas, sin entender mucho lo que estaba viviendo y esperando que tocara la campana para salir corriendo a gastar energía, jugar y poder ir a ensuciarme”, admite.

De “Amango” al Sudeste Asiático

Pero para llegar a convertirse en el actor que es hoy, Felipe Rojas recorrió literalmente un largo camino. Su carrera comenzó en la serie juvenil de Canal 13 “Amango” (2007), pero lo que pocos saben es que después de eso decidió viajar por el mundo durante varios años.

“‘Amango’ fue una experiencia fue súper linda, fue una tremenda experiencia actoral y se armó un grupo súper bonito, una familia, pero pasaba que era un momento de la vida bien extraño”, explica.

“La serie se hizo súper conocida, súper mediática y nosotros estábamos súper expuestos. En esa época también se veía mucha más tele que hoy, como que estaba todo mucho más concentrado en la televisión nacional. Entonces, hubo una parte de eso que fue bien agresivo para todos nosotros, que siendo tan chicos nos reconocieran tanto”, rememora el interprete que da vida a “El Moco” en “Generación 98”.

El actor recuerda que pese al aprendizaje, “yo no estaba tan preparado para que me reconocieran tanto, para sentirme tan observado, para que te preguntaran tantas cosas y que a veces te pusieran en un lugar tan particular, tan atípico, siendo sólo un niño“.

Fue en ese momento que decidió alejarse. Durante un par de años estudió teatro en Chile, para luego irse a Argentina. Desde ahí dio el salto a Nueva Zelanda y, posteriormente, al Sudeste Asiático. También pasó dos años en México, viviendo en una casa rodante y viajando por Canadá y Estados Unidos.

“Sentía que toda esa década, entre los 20 y los 30, tenía un ímpetu, una inquietud y un hambre por conocer el mundo. Me llamaba mucho la atención, después de haber crecido en un sólo lugar, darse cuenta de que es tan distinto todo. Uno cambia de lugar, de país, y cambia todo. Los colores, la música, la comida, la forma, las lenguas, y eso a mí me llama la atención profundamente”, expone.

“Entré ahí en una especie de adicción al viaje, por un buen rato y agradezco mucho haber tenido la fuerza, valentía y el ímpetu de hacerlo, porque todo el rato tenía en la cabeza que quería hacer eso sea como sea. Trabajé en un millón de cosas pero aprendí un montón en esa etapa. Me sirvió mucho”, dice.

Felipe Rojas y sus oportunidades en Mega: “Me siento afortunado, porque es un espacio donde no cabe toda la gente que pudiera estar ahí”

Al volver a Chile había sólo una cosa que le quedaba pendiente: retomar la actuación. Poco a poco se abrió paso en el teatro y luego en la televisión. Pero el escenario era muy diferente al de antes y sólo un canal se mantenía produciendo teleseries.

“Me parece admirable lo que se está haciendo en el Mega. Creo que es súper valiente, y casi como remar contra la corriente un poco. Pero, por otro lado, también me pasa que creo que es una industria que genera tanto trabajo para tanta gente que sería bueno que existieran de nuevo áreas dramáticas en otros canales“, reconoce el actor de “Generación 98”.

“Creo que sería sano para la industria, para los actores, para los camarógrafos, para los sonidistas, para los guionistas, para todos los equipos que trabajan en esto. Así que cuando escucho que se está empezando por ahí a armar un proyecto en otro canal, me parece bonito que pase”, admite.

“Yo me siento afortunado de los proyectos que he podido tener en el Mega, porque es un espacio donde, obviamente, no cabe toda la gente que quisiera estar ahí o que pudiera estar ahí. Entonces, lo veo con admiración”, añade.

Pero el futuro sigue siendo incierto. “Siento que mientras más grande sea el espectro, más posibilidades hay para todos, pero la verdad no sé qué pasará”, plantea.

“Generación 98″, ¿una generación de recambio?

“Generación 98” logró reunir un elenco con edades símiles que conquistó a la audiencia. Pero la teleserie protagonizada por Daniela Ramírez, Paloma Moreno, Nicolás Oyarzún y tantos otros, ¿marca una generación de recambio?

“Si y no”, responde Felipe Rojas. “Me pasa que yo crecí viendo teleseries en una época donde eran súper distintas a como son ahora. Y es como delicado hablar de recambio, porque suena como el reemplazo de cada actores y actrices que yo admiro muchísimo, y porque no me sentiría capaz como de llegar a reemplazar u ocupar lugares que ocuparon personas tremendas con las que he tenido la suerte de poder compartir y trabajar hoy día”, afirma.

No obstante, añade que “yo creo que todos los ámbitos pasa que, y sobre todo cuando uno está contando historias, necesitas tener rangos y versatilidad etaria para contarlas”.

“Además, hay generaciones que se van marcando de alguna manera. Y sí, en esta teleserie hay una generación súper marcada de actrices y actores con cierta diferencia de un par de años. Pero claro, hay una misma generación ahí”, dice.

De hecho, el fenómeno de esta teleserie se podría comparar al que se vivió con otras producciones como “Los treinta”, “40 y tantos” y “Separados”. Todas estas ficciones fueron encabezadas por una generación marcada de actores.

“Está interesante ahí haber pasado por este proceso de que podamos actuar una misma generación todos juntos en pos de una historia”, destaca Felipe Rojas. “Creo que haber puesto a prueba a una misma generación que se relacionen tanto los actores y las actrices en la historia, está bueno. Ojalá que haya ahí como una nueva generación que esté bien marcada para seguir contando las nuevas historias que vengan”, sentencia.