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6 de Enero de 2024

¿Es buena o mala idea ser amigo del ex o la ex? Las historias de quienes lograron pasar del amor a la amistad y los que cerraron esa posibilidad

Ilustración: Camila Cruz

Camila y Felipe tuvieron una relación de dos años y, a un año de su ruptura, comenzaron a construir una amistad que los llevó, incluso, a ser roommates durante la pandemia. Hablan todos los días, se ven todas las semanas y nunca ha vuelto a pasar algo entre ellos. Por otro lado, Benjamín no es ni sería amigo de ninguna de sus ex: “Creo que andar haciendo amistad del ex es un arma de doble filo, porque es alguien que al final no quiere cerrar un proceso”. Desde la psicología todo “depende”. La definición de los vínculos de cada pareja, sus límites, los lutos de las anteriores relaciones, las inseguridades y los acuerdos, son algunos de los ejes principales al hablar del tema.

Por Paula Domínguez Sarno

Camila Schmidlin (31) conoció a Felipe porque fueron al mismo colegio, en Concepción. Él iba un curso más arriba que ella y cuando ella llegó a cuarto medio, comenzó el romance: Pero filo, por otra historia que no va al caso, no prosperó. Me vine a vivir a Santiago y nos reencontramos aquí”, resume. Tuvieron una relación de dos años en la primera mitad de sus veintes y, a un año de terminar, su amistad se fue consolidando, al punto de que compartieron departamento junto a otra pareja de ella años después.

“Creo que ha sido la relación más sana que he tenido”, dice Camila. Recuerda que, a pesar de las discusiones y desencuentros, nunca se hicieron daño de ningún tipo. “Me mandé algunas cagadas, él igual. Vinculado más al tema de infidelidades”, confiesa. Pero que una lo mira años después y valían callampa”, agrega entre risas y bajándole el perfil. “Y en ese momento tampoco fue tan grave, creo que, dentro de todo, éramos bien abiertos de mente”, dice.

No existe un consenso sobre cómo es el vínculo de una relación amorosa o de cómo esta pueda ser una sana, ya que la interacción depende de cómo la defina y la entienda cada una de las parejas, explica Rosalina Riquelme, psicóloga clínica y magíster en Terapia Sistémica de Entrevínculos. “No es que exista un manual: ‘Mira, vamos a partir por la comunicación…’. Sino que tiene que ver con que la pareja sienta que está en un vínculo que es nutritivo y las reglas y forma de funcionar también va a depender de los miembros que la compongan”, plantea. Y esta base aplica tanto para una la relación amorosa antigua que se quiere mantener de otra forma, como a una actual relación afectiva que busca aceptar a los exs como amigos de sus parejas.

“De ninguna”, responde Benjamín Campos (32) a la pregunta de si sería amigo de alguna de sus ex. A diferencia de Camila, para él es impensado llegar a ser amigo de alguien con quien terminó un vínculo por una “buena razón”. “No soy amigo de ellas porque creo que las relaciones que tuvimos no fueron positivas en cuanto a la amistad. El vínculo que generamos no iba más allá de lo sexual, de lo de pareja”, asegura.

Depende… del ex y de la relación

Benjamín Campos duró dos años con su primera ex, entre sus 18 y 20 años. “Éramos niños estudiando en la universidad, vivíamos separados y proyecciones, claramente, no habían”, cuenta. No tiene mucho en común con ella, así que no se ven. Y con la segunda, la relación no transitó en los mejores términos: “Era agresiva, posesiva, creo que hasta me cagó, no sé”, asegura. Admite que él fue infiel en su primera relación, pero que en esta fue una “buena pareja”. “Claro, todo se paga, pero tener amistades con esas personas es muy difícil, terminó muy degrada la relación para ser amigos”.

Uno de los aspectos identificables que diferencia al vínculo de pareja y el de amistad son las expectativas. “Uno tiene expectativas de su pareja que, probablemente, no son las mismas que tienes de tus amigos o de tu familia”, explica Rosalina Riquelme. “La pareja se convierte en esa persona especial en la que tú depositas confianza, anhelos, deseos, desde lo experiencial”, agrega. Además, muchas parejas ponen límites en ciertos grados de intimidad y prioridades.

Por otro lado, según la psicóloga humanista transpersonal y directora del centro Vivir en Pareja, Mónica Silva, el amor de pareja está compuesto principalmente por cariño, compromiso y pasión. “La mayoría de las veces se acaba la pasión y el compromiso, pero el cariño, que está basado en el conocimiento del otro, permanece”, dice. “Y si es cariño está, ¿por qué no podemos ser amigos?”.

Así lo considera también Nicolás Morales (36). Ha pololeado cuatro veces y sus dos últimas ex son sus amigas. “Somos amigos, nos queremos, hablamos, nos preguntamos… una de ellas vive en Australia, pero la veo harto”, cuenta sobre la primera de estas dos. Se conocieron viajando por Ecuador y terminaron porque él se fue a vivir a Australia. Luego, se reencontraron en el mismo país hasta que Nicolás se fue, nuevamente, para viajar. “De hecho, una vez estando juntos nos fuimos un fin de semana a la casa de su ex”, recuerda con gracia. “Y ahora, cuando viene la veo, buena onda con sus viejos, todo muy bien”, asegura.

La importancia del luto

Su última ex está casada y, a pesar de que no se ven seguido, hablan siempre. Nicolás Morales admite que con ambas tuvo períodos de confusión por sus sentimientos. “Pero por algo habíamos terminado, así que no era tanto”, expone.

Según la psicóloga Rosalina Riquelme, al transitar de un vínculo amoroso a uno de amistad, el inicio parte en el fin de la relación. “Hay que primero precisar si, efectivamente, hubo un proceso de duelo”, afirma. “Porque el término de una relación de pareja implica que, efectivamente, haya habido un proceso de cierre”, agrega.

Estando en el proceso de cierre de una relación es más difícil ver las posibilidades de amistad con la ex pareja. Fabián Martínez (30), por ejemplo, está en la primera semana del luto por la ruptura amorosa con la mujer con quien tuvo una relación por los últimos 20 meses. “Uno tiene que explorar internamente qué es lo que le pasa, exteriorizarlo, dejar salir esos sentimientos, ese dolor”, dice. Y cuando la herida es muy grande, se transgreden ciertos límites y la otra persona causa decepción, él no ve posible una amistad futura, que es el caso de su última relación. Además, cree que el proceso de cierre implica una distancia. “Es difícil, diría casi imposible, hacerlo si uno continúa viendo a la otra persona”, comenta.

Camila Schmidlin y Felipe no siguieron viéndose durante el primer año de cierre, pero sí hablando. “Nos llamábamos para saber cómo estaba el otro… De repente, puede que haya ocurrido un remember o algo así”, admite. “Pero nunca fue como con una intencionalidad de volver. No sé cómo, pero ahí hubo algo que se alineó, para los dos fue como: ‘Ya, llegó hasta donde tenía que llegar, fue bacán’. Y siempre nos llevamos muy bien, siempre fuimos como los de antes, siempre nos reíamos de lo mismo y compartíamos como una amistad”, explica.

Ella tiene la teoría de que el cierre con su expareja tuvo éxito gracias a que ambos comenzaron a salir con otras personas antes del mes de término, lo que los llevó a “dar vuelta la página” rápidamente. “Bueno, y también se dio porque creo que Felipe es una persona bacán”, expresa. “Le doy más mérito a él”.

Aceptar a los ex de la pareja

A veces es un tema y otras veces no. “Yo tengo parejas en que ambos son súper amigos de sus ex y nunca ha sido tema entre ellos”, explica Riquelme, también especializada en terapia focalizada en emociones. Versus otras, donde es un tema de consulta. Por ejemplo: ‘Mi pareja es amigo o amiga de su ex, yo no lo puedo entender y para mí es súper complicado, porque siento que empieza a romperse un cierto límite’. Un límite que uno de los miembros de la pareja siente que se ha puesto”, añade. “Eso tiene mucho que ver con cuán seguro o segura se sienta esa persona en el vínculo actual de pareja, dice.

La actual pareja de Benjamín Campos tiene como mejor amigo a uno de sus ex. Aunque él no es amigo de sus exparejas, admite que ellos son excepcionales. “Antes de empezar su relación eran amigos desde siempre y después empezaron a pololear, pero eran más amigos que pololos”, cuenta. “De hecho, a mí me cae súper bien, es un cabro súper buena onda. Ha tenido su par de parejas y se nota que no está enamorado de mi polola, para nada. Es bastante agradable”, asegura.

Parte de poder entender el vínculo que tiene su pareja con su ex se debe a que lo conoce y ha podido ver en persona cómo ellos se relacionan. La terapeuta de parejas Rosalina Riquelme explica que aceptar este tipo de vínculo depende de cada relación, sus acuerdos y lo que ellos entienden de lo que acuerdan. “Son casos aislados, igual”, dice Benjamín. “Creo que andar haciendo amistad del ex es un arma de doble filo, porque es alguien que al final no quiere cerrar un proceso. A veces una queda muy enamorada o uno muy enganchado… Entonces, es difícil”, expone.

Sin embargo, no siempre es sencillo poder conocer de cerca la relación de una pareja con su ex (y amigo). Si la mantención de este vínculo genera inseguridad en el otro, es importante que la pareja logre comunicarse y entenderse más allá de lo superficial.

Por ejemplo, proponer conocer al ex de la pareja actual puede ser una opción, siempre y cuando el otro no entienda por la petición un acto de control, lo que es frecuente. “Se podría generar ahí un patrón relacional súper complejo, porque él diría: ‘No, es que yo te dejo de contar, porque cuando te cuento algo, tú inmediatamente te sientes como engañada y quieres controlarlo todo y quieres saberlo todo. Entonces, yo no te cuento para evitar ese conflicto’. Y esto a ti te genera inseguridad y te levanta más la alarma”, explica Riquelme.

La solución: llegar a acuerdos. “Y en aquellos a los que llegue la pareja, los dos realmente tienen que estar de acuerdo, que no sea un sacrificio”, enfatiza. “Si es una decisión voluntaria donde sientes que ganas más de lo que pierdes haciendo eso, bien. Pero si es un sacrificio, no. Yo no sé en qué punto como que nos enseñaron eso, que uno se sacrifica cuando ama”, añade.

Además, los celos de por exparejas llevan a una duda razonable: de ser infiel, ¿por qué sería más probable que sea con un ex que con alguien más? “Estar en una relación de pareja es una apuesta, nada te asegura lo que pueda pasar. Y esto es siempre así”, concluye Riquelme.

La psicóloga transpersonal, Mónica Silva, afirma que para evitar celos o inseguridades los límites deben ser claros. “Asegurarse de que tu pareja se sienta valorada y querida por ti, que eres su prioridad, demostrar aprecio y valoración constantemente por tu pareja de manera clara. Es decir, con gestos y sobre todo palabras”, dice. “Y, finalmente, por ningún motivo lo o la compares”, remarca.

La relación de Camila y Felipe sobrevivió incluso a vivir durante la pandemia en un departamento junto a la actual pareja de ella. “El efecto de la pandemia, de estar encerrados… ahí dejamos de vivir juntos”, cuenta. “Como que nos peleamos, dejamos de vivir juntos, pero siempre estaba ese respecto de que éramos personas muy incondicionales el uno por el otro”.

Camila no ha tenido ninguna pareja que ponga resistencia a su amistad con su ex y si bien nunca se ha enterado de que Felipe haya tenido algún inconveniente del estilo, asume que su vínculo es algo que no se transa. “Es mi mejor amigo”, dice con determinación. Habla con él por WhatsApp casi todos los días y lo ve más de una vez a la semana. “Va a mi casa a… no sé, ver Instagram juntos, cocinar, comer, tomarse una chela”.

“Sabe que va a aparecer en un reportaje”, dice Camila, entre risas. “Obvio que fue el primero en saber”.

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