Nacional
22 de Enero de 2024“Voy a quemar este lugar”: la amenaza de un extrabajador que terminó con La última frontera, el café ícono de Valdivia
Agencia Uno
Horas después de que un siniestro consumiera el icónico local valdiviano, un exgarzón llegó a la Comisaría a confesar que había quemado el lugar. Según sus excompañeros de trabajo, la noche anterior, en medio de una fuerte discusión, amenazó con incendiar el bar.
El pasado 13 de enero, durante la madrugada, el café La última frontera, un icónico local de la ciudad de Valdivia, resultó completamente destruido tras un incendio. El siniestro afectó, también, a la vecina tienda La Manzana, ambos ubicados en la intersección de Vicente Pérez Rosales con Yerbas Buenas.
Luego del incendio, un equipo de Bomberos acudió al lugar. Sin embargo, no entregó información oficial sobre el origen de la emergencia y su posible intencionalidad. En tanto, durante la misma jornada -gracias al testimonio de la dueña del establecimiento, Marisol Cumsille– la Policía de Investigaciones identificó al presunto autor del delito, que fue formalizado al día siguiente.
[DETENIDO AUTOR DEL INCENDIO DE LA ÚLTIMA FRONTERA] Gracias a intensas diligencias realizadas por la Fiscalía de Los Ríos con la Sección de Investigación Policial de Carabineros de #Valdiviacl se identificó a autor de incendio del café La Ultima Frontera. Mañana será formalizado. pic.twitter.com/4OdlzfrBuB
— Fiscalía Los Ríos (@FiscaliaLosRios) January 13, 2024
Según publica La Tercera, Cumsille supo del siniestro cerca de las 05:00 horas, mientras dormía, debido a una llamada de advertencia de su hijo. Rápidamente, la mujer se dirigió -saltándose semáforos y andando en contra del tránsito- al café. Al llegar encontró todo consumiéndose en llamas que superaban los 7 metros de altura, y a Bomberos y Carabineros enfrentando la emergencia.
Fue ahí cuando recordó una amenaza que había recibido el día anterior: un extrabajador de La última frontera le advirtió que quemaría el local.
Se trataba de Bruno Paredes (28), un brasileño que llegó en 2018 a trabajar como mesero al local conocido por su influencia en la vida cultural de Valdivia. Al instalarse en la ciudad sureña, el funcionario recibió la ayuda de Danilo Oporto, un garzón un año menor que él que lo apoyó, lo recibió en su casa y le dio apoyo económico.
Pero todo cambió en octubre de 2023 cuando Oporto se suicidó. El hecho afectó duramente a Paredes. Su rendimiento en el trabajo se vio seriamente afectado y, poco tiempo después, pidió una licencia médica.
A pesar de ello, siguió frecuentando el café. Una de sus últimas visitas fue el jueves 11 de enero. Ahí, pasadas las 02:30 horas, cuando el local tenía que cerrar, el brasileño insistió en quedarse. Ante la negativa de los demás garzones, comenzaron los incidentes que llevaron a Paredes -incluso- a subirse sobre las bancas y comenzar a gritar.
La noche en que las amenazas contra La última frontera se concretaron
Por ello, al día siguiente, una trabajadora de La última frontera fue a la Comisaría de Valdivia para denunciar a Bruno Paredes por amenazas. Sin embargo, esa noche de viernes, cerca de la medianoche, volvió a aparecer, pero esta vez junto a su pareja.
“Se ensució mi nombre y vengo a limpiarlo”, gritó al llegar. Comenzó a lanzar vasos y se descontroló, hasta que sus antiguos compañeros lograron sacarlo. Pero volvió, lanzando ramas contra el local, y gritando una amenaza: “¡Voy a quemar esta huevá!”. Y se fue.
Minutos después de que el café cerrara, a las 03:34 horas, Paredes comenzó a rondar el lugar con cartones y un encendedor morado en las manos. Estaba dispuesto a concretar su amenaza y, cerca de las 04:00 horas, comenzó a prender fuego.
La tarde del sábado, el ciudadano brasileño se entregó a Carabineros acompañado de su esposa y su abogado. Ahí confesó ser el autor del incendio y al día siguiente fue formalizado. Tras esa actuación, quedó en prisión preventiva y comenzó la investigación de la Policía de Investigaciones (PDI) en el local siniestrado.
En el peritaje, la PDI halló la prueba clave. A 15 metros de la antigua casona, que albergaba también las oficinas de FicValdivia y Valdivia Films, había un encendedor morado, el mismo con el que Bruno Paredes comenzó el dramático incendio.
La dueña, por su parte, adelantó -en conversación con La Tercera- que de reabrir el local, tendría que ser en el mismo lugar, como recuerdo de todo lo que se perdió.
