Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Reportajes

11 de Febrero de 2024

El partido más importante del Club Deportivo y Social Villa Independencia: vecinos lograron sobrevivir al incendio en su cancha

Fotos: Sebastián Olavarría

Distintos testimonios han señalado que las personas, al momento del incendio del pasado viernes 2 de febrero, optaron por arrancar a este lugar, pese a no tener un plan de evacuación. La sede logró salvarse de las llamas y hoy sus dirigentes abrieron sus puertas para salir en ayuda de su comunidad que los acompaña en cada partido de sus distintas divisiones adultas e infantiles. “La villa es grande”, afirma un miembro de la barra.

Por Nicholas Townsend, desde Viña del Mar

“Pucha, tengo diez mil apodos”, dice Felipe González, quien es parte de la directiva del Club Deportivo y Social Villa Independencia, pero su función diaria son las redes sociales. Y es este trabajo el que le da un particular seudónimo dentro de la población que fue consumida por el incendio del pasado viernes 2 de febrero, que afectó a distintas comunas de la región de Valparaíso.

En la calle, él es conocido como “Esperanzo”. “El Facebook (del club) se llama Esperanza Villana porque, antiguamente, no te permitía tener un nombre ficticio como Club Deportivo Villa Independencia. Te pedía un nombre, entonces le pusimos Esperanza y Villana como apellido. Yo grababa los partidos y todos los temas futbolísticos. Ahí la gente después empezó a decirme Esperanzo”, cuenta.

Hoy, “Esperanzo” es parte de los vecinos de Villa Independencia que están movilizados ayudando a su comunidad, tras el horror que tuvieron que vivir hace poco más de una semana tratando de sobrevivir a las llamas. Ese día, el equipo jugaba de local, luego de una serie de partidos de visita, encuentros con los que recuperan el dinero de los viajes para enfrentar a rivales lejos de casa. “Jugábamos a las siete de la tarde y nos avisaron a las cinco que se suspendían los partidos. Gracias a Dios que nos avisaron, porque si no hubiésemos estado 500, 600 personas en la cancha. Imagínate estamos en la cancha y se nos empieza a quemar la población. Hubiese quizás habido más muertos”, comenta.

En el momento del incendio, Felipe González venía entrando a Villa Independencia. “Fue terrible, era un caos”, dice, para luego contar: “Me pesqué un taco ahí en Padre Hurtado, dejé el auto tirado en la Defensa Civil y salí corriendo. Intenté entrar como cinco veces y no, el fuego era tremendo. De repente cambiaba el viento, entonces nosotros íbamos entrando con la desesperación. Yo no sabía qué pasaba con mis papás (quienes viven a una cuadra de la sede del Club Deportivo y Social Villa Independencia). Se murió la señal, se me murió el internet, se me murió todo”.

Felipe González, “Esperanzo”.

Relata que llegó al sector del paradero 10 de Achupallas, como muchos otros que querían ingresar a la población, y tanto los carabineros como los bomberos les impidieron el paso. “Ya cuando éramos como 50, los pacos no pudieron hacer nada y no nos pudieron contener. Cuando entramos, reventaron dos galones de gas y le sacó volando una pata a una persona. Entonces, le pescamos la pata buena, la mala y lo llevamos a la ambulancia en brazos. Ahí me senté y dije ‘no entro más’”, dice.

Al día siguiente, logró regresar a la casa de sus padres, siendo testigo de no solo los destrozos que dejaron las llamas, también de las personas que no pudieron escapar del fuego. “Había como diez, doce personas muertas aquí en la plaza. Estaban quemados, calcinados. Cuando venía bajando había gente en los autos”, relata.

Con los días se enteró cómo mucha gente logró salvarse porque optó por huir a la cancha. Varios testimonios recopilados por The Clinic dan cuenta que muchos vecinos de Villa Independencia sobrevivieron porque lograron escapar y llegar a la cancha del club. Una evacuación que más bien fue una lucha por sobrevivir, ya que también acusa que, pese a que la alerta SAE les avisó que debían dejar sus hogares, esta no les señaló por dónde retirarse. A su vez, Ciper reveló el pasado viernes que la Municipalidad de Viña del Mar no contaba con sus planes de Evacuación y de Emergencia vigentes.

Cancha Villa Independencia.

“Si uno lo piensa más fríamente, nosotros vivíamos al lado de la cancha, mis papás podrían haber ido para la cancha, pero en ese momento tanta desesperación, uno no piensa las cosas”, reflexiona Felipe González. “Mucha gente que se salvó, se escapó a la cancha, porque es un lugar abierto, no hay ningún árbol, no hay ninguna cosa que se pueda quemar”, agrega. Ese día, pese a que le cancelaron la fecha que debían jugar, en este lugar se vivió el partido más importante para muchos vecinos de Villa Independencia, quienes hoy pueden contar que están vivos.

Pero no todos tuvieron la misma suerte. “Al presidente de la directiva del club se le murió el abuelo, se le murió la tía. Ayer (miércoles) fueron los funerales”, cuenta Esperanzo, quien hoy, sin planearlo, le está dando otro sentido a su apodo.

La sede del Club Deportivo y Social Villa Independencia no fue consumida por las llamas. Por ello, Felipe González y otros miembros de la directiva del equipo optaron por abrir sus puertas para ir en ayuda de su comunidad. “Yo les dije a los chiquillos: ‘Voy a abrir el club para ayudar a la gente, para usarlo como centro de acopio. El club fue el único que había aquí en la población como centro comunitario. Al principio no llegó nadie y dije: ‘Voy a dar jugo en esta hueá’. Pero empezó a llegar gente, me llamó gente, y de a poquito me fue llegando ayuda, y bacán. Me sentí súper apoyado cuando empezaron a llegar todos. Empezaron a llegar todos a apoyar, llegaron a ayudar”, cuenta.

Antes de que el fuego destruyera gran parte de Villa Independencia, su club tenía siete divisiones adultas y cinco infantiles “en las cuales nos ha ido muy bien, porque ahora estábamos jugando el comunal, que pertenece a toda la V región”. “Teníamos siete equipos en el comunal y teníamos dos en la copa de campeones”, dice Felipe González.

El club funciona con una directiva, encargada de inscribir los papeles a la asociación. Tiene un presidente, un vicepresidente, tesorero, secretario, “pero nosotros somos un grupo de 14 personas que nos llamamos la mesa redonda”, comenta. “Todos somos presidentes todos tenemos un voto, porque todas las decisiones se toman en común. Entonces, cada vez que vamos a hacer algún proyecto o queremos iniciar algo le preguntamos a todos. La mayoría gana, la mayoría decide si traemos un jugador, si no traemos un jugador, si jugamos partido amistoso, no jugamos un partido amistoso, dónde jugamos. Todas las decisiones pasan por la mesa redonda”, explica.

Cuenta que el presidente la Asociación Regional de Fútbol Amateur los contactó y les preguntó su iban a jugar. “No podemos porque imagínate que nos toca jugar afuera. Nosotros llevamos a harta gente de la población, pero no vamos a poder viajar porque los niños, de partida, no tienen zapatos. Llegamos sin equipo, sin pelota, entonces es difícil para nosotros ir a jugar con todas esas preocupaciones y, más encima, la reconstrucción igual es grande”, explica.

Cerca de la plaza de Villa Independencia, se puede ver a personas luciendo los colores del club (celeste y blanco), mientras prestan ayuda a su comunidad. Javier Basualto, de 17 años, es uno de ellos. Cuenta que no juega, pero que es parte de la barra.

Estos días, al igual que otros hinchas del club, trabajan en la remoción de escombros y repartiendo ayuda vistiendo la camiseta del equipo, para “demostrar que somos los villanos. Demostrar que podemos con esto y podemos mucho más”.

“Como villanos nos vamos a levantar, pese a que el 90% de la villa se quemó y el otro 10% sobrevivió. Pero vamos a salir para adelante. La villa es grande”, sentencia.  

Notas relacionadas

Deja tu comentario