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20 de Febrero de 2024Las cifras del fono 1488 de Metro de Santiago: solo el 4% de las llamadas son por acoso sexual y en su mayoría se utiliza para reclamos y consultas
Un informe entregado por Metro de Santiago a The Clinic revela que en 2023 se recibieron un total de 6.636 llamadas. De éstas, solo 267 —4%—correspondieron a denuncias por agresiones de connotación sexual. Las otras 6.369 llamadas se dividen entre consultas, reclamos u otro tipo de situaciones de seguridad distintas al acoso. De esas 267 llamadas, eso sí, 64 se convirtieron en denuncias con constancia a Carabineros. "Nos parece que es un muy buen resultado que da cuenta de que el proceso funciona muy bien. Ahora, tenemos que avanzar a que las personas se animen a efectuar las denuncias”, dice Paulina Del Campo, gerenta de comunicaciones y sostenibilidad de Metro.
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Metro de Santiago entregó a The Clinic las cifras de la cantidad de llamadas recibidas en el canal de denuncias 1488 durante 2023. La institución ha realizado diversas campañas de difusión y concientización desde 2019, año en que se inauguró el sistema. Éste busca entregar ayuda inmediata ante la llamada de una víctima o testigo dentro de las estaciones y trenes.
El año pasado, recibieron un total de 6.636 llamadas. Pero de éstas, solo 267 —4%—correspondieron a denuncias por agresiones de connotación sexual. Las otras 6.369 llamadas se dividen entre consultas, reclamos u otro tipo de situaciones de seguridad distintas al acoso. De esas 267 llamadas, 64 —24%— se convierten en denuncias con constancia a Carabineros.
La Ley que sanciona el acoso sexual público puede llegar a penar con 61 días hasta 5 años de cárcel, más una multa de 1 a 30 UTM. Esto es lo que arriesga quien capta y/o difunde imágenes de significación sexual, realiza acoso verbal o gesticular, exhibicionismo, acercamientos o persecuciones sin consentimiento.
Y en Metro, a pesar de la brecha entre victimizaciones y denuncias, la tasa de efectividad de las denuncias es casi total: De esos 64 casos, 61 —95%— han concluido en la detención del acosador.
“Nos parece que es un muy buen resultado que da cuenta de que el proceso funciona muy bien. Ahora, tenemos que avanzar a que las personas se animen a efectuar las denuncias”, explica Paulina Del Campo, gerenta de comunicaciones y sostenibilidad de Metro. “Con las denuncias, nosotros podemos perseguir el delito. Damos apoyo y asistencia en pruebas, recolección de imágenes en cámara y asesoría legal gratuita con abogados a disposición de las víctimas”, continúa.
Por qué aún no aumentan las denuncias
¿Pero por qué el porcentaje de denuncias en el Metro de Santiago es bajo respecto del total de victimizaciones? María José Guerrero, especialista en análisis de género y ex presidenta del Observatorio Contra el Acoso Callejero —que dejó de funcionar en 2022—, explica que “muchas veces, no denunciar tiene que ver con las características y contexto en el que se da la violencia. Por ejemplo, si tú vas ocupada u ocupado hacia algún lugar, hacer este tipo de denuncias requiere interrumpir tu trayecto. Y eso es muy difícil”.
Pero la razón más importante según la especialista, tiene que ver con la naturalización de las agresiones sexuales en el espacio público. “Está científicamente comprobado que después de sufrir un acoso sexual en un transporte público, las mujeres deciden dejar de realizar el mismo viaje y ruta. O deciden hacerlo acompañadas de un hombre. Aquí hay algo estructural de la sociedad que sobrepasa las instituciones particulares y las cosas que puedan hacer”, dice.
En políticas públicas, Chile cuenta con la Ley que tipifica el acoso sexual desde 2005. También la que modificó el Código Penal para especificar el delito en espacios públicos en 2019. También una serie de campañas comunicacionales. La última, se llama “Stand Up” —2023— y fue creada en 2022 por el Gobierno, Metro y L’Oreal para instalar la estrategia de las 5D: distraer, delegar, dar asistencia, documentar o dirigirse al acosador.
La percepción de las mujeres en el Metro de Santiago
Paulina Del Campo, cuenta que durante el año pasado se hizo un estudio interno en Metro de Santiago para medir la percepción de seguridad de pasajeros y pasajeras, durante el segundo semestre de 2023. Un 60% de las mujeres, respondió que se sentía seguras en el medio de transporte. Incluso, que era el lugar público más seguro para ellas, ubicado en el ranking solo después de sus domicilios.
“Metro, tiene la categoría de ‘semipúblico’, lo que permite que tenga variables como más inversión en guardias de seguridad, cámaras y material para generar este tipo de sensación de seguridad”, asegura María José Guerrero. Pasa distinguiendo lo público de lo privado: por ejemplo, no es lo mismo la sensación de seguridad en un bar de barrio que en un restorán de mall privado. Tiene sentido esa lógica”.
Es significativo el sentimiento. Según la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) 2022-2023 —publicada en octubre de 2023—, un 63% de las mujeres +18 años ha tenido 1 o más eventos de acoso callejero. Se trata del 52,4% de la población país. Desglosando las cifras, 29% de las mujeres reportan haber sufrido “agarrones”, “punteos” o “acercamientos intimidantes” en lugares públicos. 20% se ha visto expuesta a exhibición o masturbación frente a ellas en lugares públicos.
“Es importante mencionar que a pesar de que Metro tiene una alta afluencia de pasajeros diariamente, es considerado uno de los lugares más seguros dentro de los espacios públicos. Tenemos 5000 cámaras de seguridad, especialistas preparados para atender con contención y acompañamiento las llamadas del 1488 y que llegan en el tiempo más inmediato al lugar de los hechos”, explica Del Campo. “Además, aumentamos la presencia femenina en vigilantes privados. El año pasado ingresaron 122 mujeres —22%— al puesto en las estaciones”.
“Ahora, que eso signifique que ahí no ocurra la victimización”, complementa María José Guerrero. “La contención que se hace, no solo depende de qué tan capacitados están los operadores para acoger, sino que de qué tan sensibilizados nos encontramos como sociedad para poder hacer una primera buena acogida”. Se refiere a un cambio de cultura transversal.
No más vagones rosa
Río de Janeiro, Ciudad de México y Tokio son ciudades que han implementado el método del “vagón rosa” en sus respectivos metros. Se trata de establecer los primeros o los últimos vagones —o ambos— como lugares exclusivos para que mujeres y niños viajen en un determinado periodo de tiempo.
En 2017, el diputado Gabriel Silver (DC) propuso un proyecto para separar vagones en Metro de Santiago que no avanzó. En 2022, el gobernador Claudio Orrego volvió a poner la idea de estudiar el tema. La ministra Antonia Orellana se opuso, argumentando que separar los vagones solo significaría “más segregación”.
“‘Te voy a hacer tu propio bus’ es problemático. En Ciudad de México, cuando las mujeres no se suben al ‘vagón rosa’ y se suben al otro, son acusadas de haberse ‘expuesto’ a la violencia sexual. He ahí la importancia de avanzar en políticas transversales de prevención y acción, que apunten a una socialización distinta en término de relaciones de género”, explica María José Guerrero.
Desde la creación de la Ley contra el Acoso Sexual en Espacios Públicos en 2019 y del 1488 en Metro, las cifras de efectividad de denuncia han aumentado. En 2021, el 73% de las denuncias a Carabineros terminó en detención, durante el primer trimestre de 2023, el 92%, y ahora, el 95%.
“Son las políticas públicas transversales y una socialización distinta en términos de relaciones de género lo que tiene que cambiar el panorama”, dice Guerrero. “No tenemos que olvidar que las violencias sexuales responden a violencia de género. No es una violencia del espacio, no es que haya mucha gente por metro cuadrado. No es violencia en términos de iluminación. No es que porque vas sola por la calla alguien va a aparecer y te va a acosar. La violencia sexual ocurre con la impunidad del contexto social”, concluye.