Desde reconocer causas de estrés hasta usar productos para las manos: 5 consejos para dejar de comerte las uñas

Según el portal De Salud Psicólogos, el hábito de comerse las uñas es categorizado como un trastorno llamado onicofagia y en algún punto puede necesitar tratamiento, ya que la persona “puede llegar al extremo de dañarse la piel, provocándose auténticas heridas”.

Además, indican que puede haber un punto en que la uña no crezca más y se quede pequeña permanentemente, lo que puede causar que el dedo se ensanche y hayan deformaciones.

Por esta razón, te dejamos algunos de los consejos que recolectó Smileline Clinic para que puedas evitar caer en este hábito:

• Reconocer y ser consciente del problema: Detecta las situaciones que te producen estrés, nervios o inseguridad.
• Usar productos amargos para las uñas: Aplícalo en la superficie de las uñas como si fuese un esmalte. Ahora cuando te lleves los dedos a la boca sentirás un sabor desagradable que te quitará las ganas de volver a morderte.
• Tener autocontrol: Dominar tus emociones e impulsos.
• Hidrata la cutícula: De esta forma, no aparecerán partes secas que te den el impulso de morder:
• Felicítate por tus avances: Esto te incentivará a continuar el proceso.

¿Por qué las personas se comen las uñas?

En 2022, JAMA Dermatology publicó una investigación donde revelaron una nueva técnica para evitar los comportamientos repetitivos como el comerse las uñas.

Esta práctica consiste en “frotar suavemente las yemas de los dedos, la palma de la mano o el dorso del brazo al menos dos veces al día“. El estudio demostró que dentro de todos los hábitos repetitivos, en quienes tuvo más efecto fue en las personas que se mordían las uñas. 

Las causas para que una persona pase por esto pueden ser variadas. De Salud Psicólogos realizó un listado de algunas preocupaciones que pueden ocasionar que alguien tenga onicofagia. Te lo dejamos a continuación:

• Ansiedad y estrés.
• Inseguridad.
• Timidez.
• Depresión.
• Momentos importantes de cambio vital.
• Trastorno obsesivo compulsivo o perfeccionismo.
• Inquietud o rabia.
• Baja autoestima y sentimientos de culpa.
• Frustración.