Se acaba el sueño en Reñaca y Concón: mall bicomunal no se construirá

Era uno de los proyectos comerciales más importantes en términos de infraestructura. Un centro comercial que se instalaría en Bosques de Montemar, terrenos de Concón y Reñaca. Pero ahora solo será una idea inconclusa. Y es que el mall bicomunal no se levantará.

De acuerdo al Diario Financiero, el centro comercial, cuya inversión rondaba los 120 millones de dólares, contemplaba 58 mil metros cuadrados en casi 11 hectáreas. Incluía 120 tiendas, 2 mil estacionamientos, un supermercado, salas de cine y un gimnasio.

El proyecto tuvo que enfrentar varios problemas. En Concón, el municipio había rechazado dos veces el anteproyecto hasta el 2016 por no cumplir exigencias impuestas por la comuna. Los cuestionamientos rondaban en la congestión vehicular que produciría en el camino que transita en la parte alta de la costa, según El Mercurio de Valparaíso. En esa comuna se encontraba el 80% de la obra.

Los factores que “mataron” el mall bicomunal

La empresa Mall Plaza dijo que trabajaría en un nuevo anteproyecto, ya que el último caducó en el 2017. Finalmente, eso no fue así. El presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, Javier Torrejón, dijo al medio citado que “no es novedad que grandes proyectos de inversión que estaban contemplados en nuestra zona, ya no se concretarán”.

“Una lamentable situación cuando hemos visto que nuestra región se ha visto azotada por altas cifras de desempleo. Pocos proyectos nuevos, una reactivación lenta de la economía y la lamentable tragedia que afectó a tres comunas. En este sentido, el anunció del Grupo Plaza de no construir un nuevo centro comercial no son buenas noticias”, agregó.

“Esperamos que esos terrenos sean utilizados con el mismo u otro fin comercial o servicios a la comunidad. Cumpliendo la normativa vigente con relación a la conectividad y habitabilidad, para que la zona de Concón-Reñaca siga fortaleciéndose como un sector llamativo para inversionistas”, agregó.

Mientras, el consejero y presidente de la comisión de Ordenamiento Territorial del Core, Manuel Millones (Ind.), fue más directo en apuntar responsabilidad. “Las instituciones públicas que emiten los permisos sectoriales para que un proyecto o privado pueda dar a luz son los únicos responsables de la brutal burocracia en la tramitación de la permisología y que finalmente terminan por ahuyentar a los inversionistas”.

“En la obtención de permisos hay espacios de discrecionalidad y abuso. Esas prácticas hay que terminarlas despersonalizando los trámites y potenciando la tecnología; y dando plazos acotados de respuestas y haciendo valer el silencio administrativo en un tiempo máximo de 30 días. Lo que es imperdonable es que se tomen todo el tiempo del mundo para cargar observaciones. Muchas veces en esas opiniones hay juicios de valor sobre un proyecto y no lo que les corresponde decir en un proceso de tramitación ambiental o sectorial”, cerró.