Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Política

14 de Marzo de 2024

Diputado Tomás de Rementería (PS), en tres preguntas: “Nadie ha puesto en entredicho que se continúen los contratos vigentes con Israel”

Tomás de Rementería El diputado socialista Tomás de Rementería (PS). Foto: Agencia Uno

El parlamentario socialista señala, además, que la petición del alcalde Tomás Vodanovic (RD) es el "típico caso" cuando "las ideas chocan con la realidad". En ese sentido, eso sí, menciona que medidas más efectivas para aportar a la dotación policial sería el reemplazo de ciertas actividades realizadas por Carabineros (como la Guardia de Palacio) por ramas de las FF.AA.

Por

El martes, el diputado Tomás de Rementería, hoy militante socialista —ingresó a la Cámara como independiente en cupo PS— recibió a los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa, Alberto Van Klaveren y Maya Fernández (PS).

El encuentro se justificó en el marco de la comisión de Relaciones Exteriores, presidida por De Rementería. La cita tenía un objetivo principal: conversar sobre la exclusión de Israel de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) 2024, decisión notificada por la cartera de Fernández y reafirmada por el Presidente Gabriel Boric.

En tres preguntas, el parlamentario comenta lo que se conversó en la cita, además de las impresiones que le dejó la decisión del Gobierno y la solicitud que hizo el alcalde frenteamplista Tomás Vodanovic (RD), pidiendo presencia militar en Maipú.

—¿En su encuentro con los ministros en la Cámara —el cual fue reservado— manifestó alguna preocupación por la exclusión de Israel? ¿Qué respuesta recibió?

—Acá había una posición bastante engañosa de algunos de decir que esto afecta la seguridad nacional, pero el caso es que no había motivo alguno para considerar eso. La sesión se declaró privada porque se habló de contratos, de temas que están relativos a nuestra dosis de armamento que tenemos. Obviamente no íbamos a generar un ambiente público en esto, a pesar de algunos diputados de derecha se quedaron molestos con la situación porque hice una declaración reglamentaria que esto era secreto por lo que yo decía.

Dicho eso, quedó claro que no afecta a la seguridad nacional en lo absoluto la decisión. También se reafirma la convicción de Chile, que es una doctrina que ha seguido. La tuvo Piñera con Rusia, la tiene ahora el Presidente con la situación de Israel: los países en conflicto bélico no pueden ir a mostrar en una feria comercial las armas que están usando para llevar una guerra. Me parece que fue una buena decisión del Gobierno y que cierto sector de la derecha ha tratado de utilizarla, de forma bastante poco patriota, citando un problema de seguridad nacional inexistente.

Los ministros se avocaron a lo técnico y también a la posición de Chile que tiene en relaciones exteriores y que la política de defensa tiene que estar relacionada con esta posición. Obviamente hay diputados de derecha que no están de acuerdo y está bien, tienen su derecho, pero, el argumento poco patriota que están llevando creo que fue dejado en claro que no hay ningún problema con la seguridad nacional.

—Tanto exministros como analistas internacionales consideraron desafortunada la exclusión de Israel por las asociaciones no sólo en defensa nacional, sino en innovación o tecnología. ¿Cómo evalúa el actuar del Gobierno en consideración de esa arista?

—Quiero mencionar que muchos de estos analistas parecen considerar sólo la parte buena. Hay un caso de público conocimiento, que fue la compra de los sistemas de misiles de los tanques Leopard, que nosotros se los íbamos a comprar a Israel y después nos dimos cuenta que el mismo sistema se lo estaban vendiendo a Argentina y a Perú. Entonces, tampoco digamos que es la mayor confiabilidad que tenemos. En el sistema internacional satelital todavía no se han recibido las imágenes del sistema que tenemos con Israel.

Los contratos se cumplen. La confiabilidad viene no por una decisión gubernamental, que no tiene nada que ver con que el contrato puedan dejar de cumplirlo. Si las empresas israelíes no cumplen el contrato van a tener indemnizar a Chile. Además, quiero desmitificar esto, porque muchos tratan por intereses o por posiciones de criticar al Gobierno: Israel no es, ni de cerca, el mayor proveedor de armas de Chile. Los mayores proveedores de armas son los países de la OTAN, por lejos. Israel tiene algunos programas específicos que por razones de seguridad no podemos revelar, pero tampoco es nuestro mayor aliado o proveedor. Además, nadie ha puesto en entredicho que se continúen los contratos ya vigentes con Israel, incluso suscribir nuevos si el caso fuera necesario. No hay porqué inventar y hacer estos fundamentos poco patriotas de que acá hay una afectación a la seguridad nacional. 

Bastante revuelo generó la solicitud del alcalde Tomás Vodanovic (RD) pidiendo presencia militar en su comuna. ¿Es oportuna la petición?

—Este es un caso típico de cuando las ideas chocan con la realidad. Entiendo al alcalde Vodanovic y la situación que vive su comuna, junto a la desesperación que tienen las autoridades locales por la grave crisis de seguridad que vivimos. Dicho eso, hay un fundamento estratégico para que un estado de excepción generalizado no sea conveniente. Primero, el contingente de la tropa de las Fuerzas Armadas está hoy en su tope entre el estado de excepción en la macrozona sur, el tema de infraestructura crítica en la frontera norte y la situación que se vive por los incendios del Gran Valparaíso, en donde todavía hay Fuerza Naval desplegada.

Creo necesario que lo pensemos bien. Yo no me niego a que, por ejemplo, en virtud del proyecto de infraestructura crítica, se permita que militares puedan resguardar ciertos sectores para liberar del trabajo policial. La fuerza militar es una fuerza que funciona con grupos grandes, que no tiene la movilidad que tiene una fuerza policial. Hay que entender esta desde el punto de vista técnico, pero sí podría ejercer de centinela en ciertos sectores. Por ejemplo, terminales de buses, aeropuertos, centros de distribución grandes, como el terminal pesquero o la vega central.

Ahí vamos viendo espacios donde podrían participar, y también remplazar en ciertos trabajos a la policía, como en el resguardo de autoridades a través de efectivos de Carabineros. Me parece que esas personas podrían empezar a ser reemplazadas por uniformados de otras ramas. Pueden ser de Gendarmería o de las Fuerzas Armadas. La Guardia de Palacio podría ser liberada y dedicarse a eso un cuerpo militar y mantener más Carabineros en las calles y los militares cubriendo ciertos puntos estratégicos, porque también hay que entender que la fuerza disuasoria se trata de centrarlo en ciertos puntos. Si uno los divide mucho, no tienen la misma fuerza.

Además, insisto, no son personas que se hayan formado y preparado. Si bien son una fuerza multipropósito, la seguridad pública no es una de sus labores principales. Hay que avanzar a liberar policías, personas que se formaron, llamar a policías en retiro a servicio activo, a policías dedicados a otros temas a esto, sacar a policías que hacen trabajo de oficina a las calles, reducir la enorme cantidad de policías que tenemos con licencia. Eso significa mejorar el sistema de salud de las policías para que hayan menos con licencias médicas. Creo que ahí hay una serie de medidas que tomar que son simples para aumentar la dotación, pero no me cierro en lo absoluto a incorporar de forma inteligente a parte del contingente de las FF.AA. al cuidado de la infraestructura crítica.

Notas relacionadas

Deja tu comentario