Francisco Melo y su faceta tiktokera: “Percibo cierta soledad en la gente joven, creo que por lo mismo han enganchado con esta especie de padrino”

Para los que andamos cerca de los cincuenta años, y más allá de que veamos o no teleseries, lo cierto es que la imagen del actor Francisco Melo (58) se nos hace muy reconocible. Mal que mal, desde hace exactos treinta años que está en pantalla. Este 2024 lo pilla grabando “Al Sur de Corazón”, la teleserie vespertina de Mega que está a semanas de estrenarse. Además, hace algunas semanas debutó con gran éxito en la red social TikTok, donde se he llenado de likes, reproducciones y seguidores; los que ya se acercan al medio millón de personas.

Muchas cosas han pasado desde su debut hasta ahora y justamente de eso, de los cambios para bien y para mal, habla en esta entrevista. Francisco Melo también, aprovecha de comentar las últimas -y polémicas- declaraciones de Jaime Vadell sobre el gremio de los actores y de paso analiza la gestión cultural de este gobierno y su desempeño en general.

-Cuéntame sobre la teleserie que estás grabando ahora.

-“Al Sur del Corazón”, una historia que es romántica así full y que tiene como escenario justamente el sur. Yo creo que las teleseries de viaje son tremendamente apetecidas por la gente y, en este caso, estamos en Puerto Octay, donde grabamos una semana al mes. No se trata de un pueblo ficticio ni nada y hablamos, nos metemos en el tema de las lecherías, con dos familias potentes, las Bravo y los Toro, donde estoy yo.

-¿Qué tal tu personaje?

-Manuel Toro. Bueno, obviamente es una historia de amor, un amor imposible con el personaje de la Paola Volpato, atravesado por tradiciones y por historias familiares. Y especialmente por la matriarca de la otra familia que es la Gaby Hernández, que es un impedimento para llevar nuestro amor adelante. Y también están las historias más chicas, que son muy sabrosas.

-Estas historias de amor ambientadas en distintos puntos del país que vienen haciendo en Mega se parece mucho a lo que hicieron en TVN años atrás. ¿Cuál es la gran diferencia?

-Yo creo que es esencialmente lo mismo, pero con la diferencia que en lo que se hizo con Vicente (Sabatini) se abordaban temas que eran extraños para la época. Se habló de minorías como los gitanos o como los pascuenses, se habló de lo que había pasado en las salitreras y así nos fuimos moviendo por distintos puntos del país. Creo que ahora estamos más centrados en las historias de amor, aunque siempre tocando algún tema, como por ejemplo el poder femenino. Pero en general me parece que ahora le estamos dando a una tecla más clásica y que ha funcionado muy bien.

-Curioso que algo tan clásico tenga éxito en televisión mientras muchas veces se dice que hay que inventar algo nuevo para poder revitalizar las audiencias en televisión.

-La verdad es que inventar me parece un poquito… ambicioso. Yo creo que uno tiene que seguir jugando con el género, viendo las alternativas, abordando temáticas que encantan y, sin duda, el amor es una de esas. Y claro, está también la Quena (Rencoret), la encargada del área dramática, que yo me saco el sombrero por como conecta con la audiencia. Ella tiene un olfato notable, impresionante, para leer un texto y saber que va a funcionar.

Largo recorrido

-Revisando tu biografía me di cuenta que llevas un montón de tiempo en teleseries y de manera ininterrumpida, así que probablemente eres de los con más trayectoria dentro del medio.

-Sí, vamos quedando menos en el camino (ríe). Pero (Francisco) Reyes me gana por varias teleseries y la Paola Volpato también tiene mucho carrete. Ni hablar la Gaby Hernández con su trayectoria gigantesca. Pero sí, dentro de mi generación, soy de los que de alguna forma se ha mantenido por más tiempo.

-¿Cómo se logra esa estabilidad en un oficio tan complicado?

-Obviamente hay mucho de azar en todo esto, pero creo que el amor por lo que uno hace también cuenta. Pero hay suerte también, porque la actividad se ha complejizado mucho con el paso de los años, sobre todo después de la pandemia. Imagínate, si ahora existe solo un área dramática y, por otro lado, la gente ha dejado de ir al teatro. Es decir, el campo laboral se ha achicado mucho.

-¿Qué pasa con el teatro actualmente?

-Pasa que los proyectos teatrales con suerte duran un mes en la sala de teatro, lo que hace difícil todo, porque la inversión es la misma más allá del tiempo que permanezcas en sala. Entonces, salvo que hagas algo más comercial, con lo que no tengo ningún problema, está difícil hacer teatro.

-¿En qué se notan los cambios en la actividad?

-Toda la estructura laboral en los medios de comunicación ha cambiado radicalmente. Antes los actores estábamos un poco acostumbrados a trabajar por proyectos, pero ahora le pasa lo mismo a los técnicos, que ahora son personal externo a los canales.

-¿En qué están los actores que no tienen trabajo en teleseries o teatro?

-Bueno, de todo. Hay gente que vende quesos, otra dedicada al yoga o al biomagnetismo. Hay gente incluso haciendo Uber, de todo.

-¿Llegaste tarde a las teleseries?

-No me fueron a buscar a mi examen de grado en la escuela como a otros, es cierto. Así que hice teatro un tiempo y otras cosas hasta que debuté con un papel muy chico en la teleserie “Top Secret” en Canal 13 (1994), donde tuve el honor de actuar con Malú Gatica y ser dirigido por Oscar Rodríguez. Yo era el chofer de ella, así que básicamente le abría la puerta del auto. De ahí salté a TVN para hacer un papel en “Estúpido Cupido” y luego a este mayordomo que cazaba mariposas en “Sucupira” y de ahí no paré más.

-No fuiste galán inmediatamente tampoco.

-No, hasta que un año Pancho Reyes decidió tomarse un año sabático, cosa que en esa época se usaba mucho, y gracias a Dios ahí yo subí y fui protagonista junto con la Claudia (Di Girolamo). Entonces, en ese momento se generó otra pareja televisiva y seguimos haciendo otras teleseries.

-¿Cómo se lleva el paso de los años haciendo teleseries? Porque cambian los personajes y también te vas pasando al grupo de los actores grandes de los elencos.

-Nunca fui escolar ni universitario en alguna teleserie, pero sí alcancé a ser hijo del Tito Noguera en “Pampa Ilusión”. Pero es divertido también haber sido abuelo y, como dices, ir viendo a la gente más joven que probablemente me ve como yo veía a los actores que podría llamar viejos cuando partí. Lo que sí, los cambios van a una velocidad increíble. De todas maneras, lo llevo con humor, a pesar de los dolores de espaldas y rodillas que ya aparecen.

-¿Cambia la relación con el público con el paso de los años?

-Siempre es parecido, pero creo que la gente ahora es un poco más distante. Supongo que tiene que ver con que te ve menos gente que antes, el rating no es el mismo que décadas atrás. Y pasa también que la gente está más alejada de la televisión. O sea, nos ven, pero de distintas formas. Ahora nos pueden ver en sus teléfonos mientras van en el Metro pero eso no lo mide el rating.

-¿Por eso quisiste experimentar con un formato como TikTok?

-La verdad es que yo estaba muy lejos de todas las redes. En algún momento tuve Instagram, pero después no lo usé más. Y TikTok lo habré visto alguna vez antes, pero ahora no sé muy bien por qué quise probar. Y ha sido rico, además muy explosivo, porque en cosa de solo un mes ha crecido mucho la audiencia, los seguidores. Me ha entretenido mucho, pero lo más importante es que he podido conectar con gente joven, con los más chicos. Ellos conectaron con este tío, con este padrino y así se generó una onda. Y para mí es divertido, me conecto como con cierto placer desde un lugar que me permite un poquito jugar. Además, es interesante comunicar desde otra plataforma a otro público y en otras circunstancias, porque aquí uno puede llegar a la gente durante sus traslados, entregarles pequeños encuentros, siempre abordados desde el humor.

-El que seas conocido también debe ayudar a que te vaya bien en TikTok.

-Evidentemente ayuda y así se han ido generando todas estas conexiones virtuosas. Incluso asumiendo que vengo como tres o cuatro años atrasado en esto, siento que hemos conectado bien. Más allá de lo que yo imaginé, yo dije vamos a ver qué pasa, y la cosa creció y creo que puede servir para muchas cosas. Lo que más valoro es conectar con los más jóvenes, me gusta esa energía juvenil.

-¿Qué es lo que más te ha llamado la atención al estar metido en TikTok?

-Percibo cierta soledad en la gente joven, creo que por lo mismo han enganchado conmigo, con esta especie de tío, de padrino, como me dicen.

-Hablando de jóvenes, ¿te llevas bien con los más jóvenes de los elencos en que trabajas?

-SI, hay mucho cariño y también cierta responsabilidad con ellos. Pero son cabros que tienen todo el mundo por delante. A mi generación como que la Cordillera de Los Andes nos tapaba el resto del mundo, pero a ellos no. Ellos se conectan con el mundo y es maravilloso que sean capaces de ver más allá.

-Treinta años grabando teleseries, ¿no se hacen tediosas las esperas, los viajes, las grabaciones?

-Mira, yo en general me tomo esto como una pega. O sea, uno se levanta antes en la mañana a estudiar las escenas y luego llego a grabar y cuando dicen acción me concentro y así conecto. Y el proceso en general del día de trabajo tiene que ver con una conexión. Pero yo no soy de los que se lleva al personaje para la casa. No, chao. Se termina la grabación y me puedo ir a tomar un helado o un schop con amigos sin ningún problema. Y, básicamente, me gusta lo que hago, por eso creo que lo sobrellevo bien. Bueno, mi incursión en redes sociales también tiene que ver con las esperas entre grabaciones, que ahora las puedo puedo aprovechar para eso.

La actualidad de Francisco Melo

-Leí una entrevista donde te quejabas de la política cultural del gobierno. ¿Pensabas que podía ser diferente con Boric?

-Bueno, con lo que se dijo en campaña y con un Presidente amante de la cultura uno evidentemente podía pensar que iba a haber un espacio diferente para la cultura. No llegó el gran cambio radical que se esperaba.

-Jaime Vadell dijo que los actores eran muy llorones y que el país tiene otras prioridades antes que el teatro.

-Lo que dijo el maestro Vadell, para mí el mejor actor de Chile, tiene sentido si uno piensa el país como una casa en la que hay prioridades.

-El actual gobierno acaba de cumplir dos años, pero da la impresión que se le acaba el tiempo porque ahora vienen años electorales. ¿Cómo lo has visto más allá del tema del teatro?

-Haciendo una asimilación con el teatro, que usa luces y sombras, yo diría que tiene más sombras que luces. Además, creo que a pesar de ser una generación digital, no análogos como nosotros, no han comunicado bien o suficiente lo que han hecho.

Otros formatos

-Has hecho otras cosas también en televisión. Estuviste en un ciclo de entrevistas a los ex presidentes en Mega el año pasado por los cincuenta años del Golpe de Estado y antes hiciste un programa de historia (“Algo habrán hecho”) en TVN.

-Ese trabajo fue un regalo del universo, porque me llegó por suerte. Creo que estaba Zabaleta considerado, pero por tiempos no podía. Luego otros nombres corrieron hasta que llegaron a mí, que podía. Así partió ese viaje y la verdad es que fue muy divertido hacerlo y hasta el día de hoy gente me topa y me dice que le sirvió para estudiar historia o que todavía se usa en colegios. Lástima que no se hicieron más temporadas. Creo que por fechas luego tocaba hacer el período de la Unidad Popular y el Golpe, y como no estaba el horno para bollos, no siguieron.

-El año pasado en Mega te tocó entrevistar a los ex presidentes a propósito de la conmemoración justamente de los cincuenta años del Golpe de Estado.

-Sí, con eso yo hice un símil, porque de alguna manera pude retomar el tema histórico, muchos años después. Obviamente, desde otra perspectiva. Ahí yo estaba como periodista pero dentro de un formato, generando un espacio de conversación. Y tuve a la Lorena de las Heras (subdirectora de Prensa de Mega), que fue mi ángel guardián en todo ese proceso.

-Después de haber pasado por otros formatos en televisión, ¿no te han dado ganas de irte por ese lado, viajar a lo Pancho Saavedra?

-Jajaja, no, por ahora no. Pero claro, a veces también a uno le dan ganas de parar un poco con las teleseries y, por otro lado, yo quedé ahí con una cierta conexión con el departamento de Prensa como para poder hacer otras cosas, pero hay que ver si encajan los tiempos y, por ahora, estoy atrapado en mi contrato con Mega. Además, llevo muchos años en un género que conozco bien.

-Fuiste rostro publicitario durante años de una marca de autos y de una multitienda, ¿nunca te acarreó problemas o críticas? Porque otros actores sí los tuvieron.

-No, al menos nunca nada a la cara. Mira, yo creo que es totalmente válido el tomar ese tipo de oportunidades o dejarlas pasar por convicciones que uno tenga. Yo alguna vez dije que no a algo que me ofrecieron porque no me sentía cómodo. Pero ambas posiciones son válidas.

-¿Sientes que tienes un pequeño blindaje frente a estos temas o tu aparición en TikTok gracias a tus años en las teleseries?

-Creo que hay una cierta empatía que se ha generado y que, obviamente, sirve. Hay un cariño ya instalado.