Joanna Reposi, directora de ‘Mon Laferte, te amo’ y ‘Lemebel’: “Desde la marginalidad, logran conquistar el mundo con su talento”

Mon Laferte, te amo. Es el nombre del documental que el pasado 1 de agosto se lanzó a través de Netflix. Un íntimo recuento de la vida de la cantante chilena mientras se enfrenta a los desafíos de una gira mundial, la maternidad y a su propia historia marcada por profundos dolores.

Las encargadas de dirigir el documental fueron las directoras Camila Grandi y Joanna Reposi, que juntas hilaron con imágenes de archivos y actuales los hitos de la vida y la carrera de Mon Laferte. Grandi es especialista en videoclips y trabajó con artistas nacionales como Francisca Valenzuela, Gepe, Paloma Mami y la propia Mon Laferte.

En tanto, Joanna Reposi dirigió Lemebel. El documental de 2019 es un retrato del escritor chileno y artista visual Pedro Lemebel. Ese mismo año se impuso en la categoría a mejor película documental LGBT en el 69° Festival Internacional de Cine de Berlín.

En conversación con The Clinic, Joanna Reposi cuenta que la idea de dirigir este documental llegó como un ofrecimiento a su vida, específicamente de la productora Blackstar. “Ellos venían siguiendo a Mon hace un año y medio por Estados Unidos, México y Europa. Ahí ella aceptó hacer el documental y me llamaron”.

Cuando se integró al proyecto, lo primero que la directora tuvo que hacer fue revisar todo el material que se grabó en ese periodo. “¿Te imaginas la cantidad de horas de revisión de material?”, lanza a través del teléfono mientras narra su participación en el proyecto.

-Estaban en seguimiento en los tours, sabía que hubo una línea narrativa, pero finalmente hay que construir la historia del amor, que es la historia del héroe. Una mujer que tiene todo en contra. Cómo fue sorteando cada uno de estos obstáculos para lograr el éxito, que es lo que ella logra en México. Es una mujer que nada se le ha regalado, todo se lo ha ganado. Me pareció interesante construir estas dos líneas narrativas, por un lado, el éxito y a la mujer triunfante, y, en paralelo, construir esta otra narrativa que tenga que ver con su historia personal, que es la gran historia del héroe.

—¿Cuál era su proximidad con Mon Laferte antes de eso?

—Poca. Solamente me gustaban sus canciones. Descubrí a Mon en un concierto en Chile. Luego de eso, viví un año en Berlín y me acuerdo de que por esa fecha estaba en gira en Europa. La fui a ver de nuevo. Era el único acercamiento con ella, no conocía muchas historias, pero cuando entré en este proyecto y empecé a leer, a estudiar e investigué sobre su historia personal, propuse hacer el guión. Me enganché porque ella era una gran artista.

—¿Qué fue lo más difícil del proyecto?

—A lo mejor trabajar con una artista de la talla de Mon. Como directora, cuando uno hace una película, está acostumbrado a estar más. Pero acá era estar dentro de un engranaje. Hay un productor ejecutivo, está la artista, entonces a lo mejor es cierto que como creador puede ser complicado, pero en el camino se hizo fácil. Cuando (Mon Laferte) vio el primer corte, probablemente no le gustó al tiro, y claro, es como cuando escuchas tu propia voz en una grabación, dices: “¿Tengo esa voz tan terrible?”. En ese caso, empiezas a verte en una película con todos tus dolores, pero luego pasaron los días y fue decantando de a poco y le terminó gustando.

Denuncias de abuso

Dentro de los temas que se abordan en el documental están los episodios de abuso que fue víctima durante su carrera. Uno de ellos el que ocurrió durante su participación en el programa de talentos “Rojo”, emitido por TVN. La artista apuntó directamente al productor Jaime Román.

–¿Cómo se dio la conversación sobre el abuso?

—Para mí lo más relevante de su historia, o lo más profundo, tiene que ver con la precariedad de su vida como niña, que me parece que es mucho más poderoso. Efectivamente, el abuso de Jaime Román, también. Pero él estuvo preso, ella revela que también fue acosada en el programa a propósito de este personaje, que probablemente es muy mediático.

Pero en términos de guion, estaban todas las barreras. La primera es ser mujer en Chile. Ella tenía todo en contra: ser mujer, venir de la marginalidad y tener esa precariedad, esa vulnerabilidad en su hogar, que pesa mucho con esa pobreza. Ella misma lo dice: salió a trabajar muy chica, no tenía un papá presente, todos esos primeros momentos de su vida que eran menos conocidos.

—¿Y cómo fue para usted enfrentarse a esa historia?

—Creo que esa historia es la de muchas mujeres latinoamericanas. El tema del abuso desde adentro, desde el hogar o en el exterior. Es un tema que está super presente y a mí me impresiona que si uno escarba, en cada una de las historias uno encuentra estos testimonios. Me sentí profundamente emocionada, empaticé mucho. Me parece que los temas fueron tocados de una manera muy cuidada y, lo más importante, ella venció todos esos dolores.

—¿Ve alguna similitud entre Mon Laferte y Pedro Lemebel?

—Todo el rato. Los dos son dos grandes talentos chilenos nacionales. Cado uno en su nicho: Lemebel desde la literatura y el arte y Mon en la música. De alguna manera, son dos personajes súper parecidos y tienen un referente súper particular, que es Frida Kahlo.

Además, desde lo que significa será mujer, otro desde la homosexualidad, desde las disidencias y desde la marginalidad, logran conquistar el mundo con su talento. Son dos personajes que tuve la oportunidad de poder retratarlos en una película y que van a trascender y van a ser ejemplo para muchos. Y ojalá que en todos los colegios, que todo el mundo conozca sus historias, porque son muy poderosas.

—¿Cuál es siguiente personaje chileno que le gustaría retratar?

—Estoy trabajando en algunos proyectos que aún no puedo adelantar, pero Chile tiene mucho material y personajes interesantes para trabajar.