Estudio sobre Ley Karin revela que el “atreverse a denunciar” es la mayor preocupación entre trabajadores

El 1 de agosto recién pasado entró en vigor la llamada Ley Karin, que establece una normativa clara en materia de prevención y sanción tanto del acoso como de la violencia en el entorno laboral en Chile.

En el desglose, la legislación modificó el Código del Trabajo a fin de establecer disposiciones que modifican e incorporan definiciones legales, además de añadir medidas de prevención y resguardo en la materia, perfeccionando los procedimientos de investigación, implementando y adecuando la normativa nacional a los parámetros establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

A poco menos de dos meses de la aplicación de la Ley Karin, la compañía de recursos humanos Adecco realizó una encuesta para conocer las preocupaciones de los trabajadores en torno a la materia.

Así, de las más de 2.000 personas que participaron del sondeo, un 44,3% señaló que “atreverse a denunciar” constituye la principal preocupación para hacer frente a situaciones de acoso en el lugar de trabajo, lo que da cuenta de la falta de protección percibida por las víctimas.

En segundo lugar, un 29,6% destacó la necesidad de programas de capacitación y sensibilización sobre la ley, mientras que un 26,1% mencionó la importancia de la aplicación de sanciones y consecuencias legales para los responsables.

“Siempre ha habido temor”

Sobre el temor a denunciar, Pía Vergara, psicóloga clínica y organizacional independiente, explica que “en la cultura de las organizaciones chilenas siempre ha habido un temor a la denuncia, ya sea para “no meterse en problemas” o “para no perder la pega”. Es muy decidor, por ejemplo, que hayan instituciones que se caracterizan por personal con “licencias médicas”, y uno se puede preguntar ¿por qué tantas? Y claro, al poco andar te das cuenta que hay una dinámica laboral abusiva y las personas se enferman”.

Si bien Vergara piensa que con la Ley Karin hay una “oportunidad de problematizar un tema saliente”, aclara que “no es que ahora no se denuncie, es que nunca ha habido una cultura de la denuncia. Y lo que se está haciendo es educar para el abordaje constructivo de los conflictos laborales”.

Los resultados evidencian que el reto no solo radica en la implementación de la Ley Karin, sino también en la formación dentro de las organizaciones y el desarrollo de protocolos internos claros para enfrentar situaciones.

A este respecto, Vergara asegura que “no se requiere una capacitación, es imperativo que la ley sea conocida y se implemente correctamente. El espíritu de esta ley no es la denuncia propiamente, esa es una consecuencia de no respetar/adherir a normas básicas de convivencia laboral, como el respeto, cuidado con el lenguaje, los límites saludables entre vida laboral y personal, entre otros”.

“La ley te da las directrices de lo que en este momento se espera para los ambientes laborales. Y en esa “bajada de la ley” se necesita apoyar el proceso con capacitación, talleres, asesorías, entre otras opciones”, acotó.

Carla Aravena, directora de Soluciones Capital Humano de Adecco Chile, sostiene que “cuando existe algún tipo de acoso laboral parte de ser víctima, existe un sentido de vulnerabilidad que produce también inseguridad y desconfianza. Desconfianza en este caso de la empresa, desconfianza a los mecanismos de denuncia y el accionar de parte de las empresas frente a estos hechos. Por otra parte existe un existe un temor por las repercusiones asociadas a la denuncia”.

“Es así importante que existan protocolos definidos y un plan de acción conocido, de modo que quien denuncie y su alrededor, visualice que realmente existe sanción. Es importante que las personas que componen la organización sean conscientes de los derechos, procedimientos, y protocolo es asociados tras una situación de acoso laboral”, añadió.

En cuanto a las medidas que debieran tomar las empresas para la mejor implementación de la Ley Karin, Aravena declaró que “la capacitación en los ambientes laborales es fundamental para evitar, ya sea sensibilizando, como también culturizando a las personas en base a los alcances de la ley. Existen situaciones o acciones que antes socialmente eran aceptadas y hoy ya no”.

“El definir y conocer los alcances de la ley debiese estar aperturado para todo tipo de colaboradores, así también el capacitar para que conozcan los protocolos de denuncia y las sanciones asociadas. Luego, también es importante entregar herramientas a los líderes, ya que, por lo general, son quienes reciben la primera denuncia, por ende debe tener la capacidad de contener y accionar eficientemente con la víctima”, concluyó Aravena.