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FICValdivia

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16 de Octubre de 2024

A 9 meses del incendio que quemó las oficinas del FICValdivia y bar “La Última Frontera”: director cuenta cómo siguieron trabajando y las ayudas que recibieron

Raúl Camargo, director del FICValdivia, cuenta a The Clinic que tras el incendio se perdió parte del archivo histórico, como los afiches de todos los certámenes. Ante esto, iniciaron una campaña ciudadana para recuperar parte de este material, la cual ha tenido una buena acogida.

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El 13 de enero de 2024, un incendio intencional arrasó con varios lugares icónicos de Valdivia. Entre ellos, las oficinas del Festival Internacional de Cine de Valdivia(FICValdivia), que este año celebra su versión número 31 en la capital de la Región de Los Ríos. No solo se destruyeron las dependencias del certamen, sino también el bar “La Última Frontera”, lugar de reunión durante el festival, y la cooperativa “La Manzana”.

La inauguración del certamen, que se llevó a cabo este lunes en el Teatro Regional de Cervantes de Valdivia, comenzó con un video que rendía homenaje a este emblemático lugar. Durante el video se destacó que el lugar fue levantado por un grupo de amigos que se propuso convertir una antigua casona señorial abandonada en un espacio único en Valdivia.

La Casona 787 se transformó primero en una librería y un café. Posteriormente, pasó a llamarse Centro Cultural 787, siendo el lugar donde se fundó el Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia. Incluso se convirtió en una sala de cine que ofrecía funciones gratuitas todos los jueves.

Raúl Camargo, director del FICValdivia, relata que el incendio ocurrió pocos días antes de que comenzara el festival en su edición de verano. “Lo que terminamos haciendo no es muy distinto a lo que hacen todos los agentes culturales y artistas del país, que es sobreponerse a una serie de situaciones”. Estar tan cerca del evento los obligó a levantarse rápidamente.

El director cuenta que, apenas se supo del incendio, diversas autoridades se acercaron para cuantificar los daños y ayudar en lo que fuese posible. Entre ellos, el delegado presidencial de la Región de Los Ríos, Jorge Alvial, y la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Redondo, quien envió un enlace especial desde Santiago a Valdivia.

Camargo destaca la colaboración de la Universidad Austral. “La directora de la Escuela de Creación Audiovisual inmediatamente ofreció un espacio, aunque ellos tampoco cuentan con grandes instalaciones; la propia rectoría de la universidad también se hizo presente”. Hoy las oficinas del festival funcionan en ese lugar.

Lo que se perdió

Sobre los bienes perdidos, el director enumera: “Más allá de todo lo contable, estaban los catálogos históricos del festival, los afiches de cada una de las versiones, y teníamos los equipos celuloides del proyector de 35 mm que habíamos comprado hace muy poco”.

Ante la pérdida de este material histórico, se inició una campaña ciudadana para recuperar catálogos y afiches. Además, para investigar los detalles de las ediciones anteriores, recurrieron a fuentes como el archivo del Diario Austral. Ahí, por ejemplo, descubrieron que dos cortometrajes habían ganado la versión inaugural, y no en años separados, como se decía en Internet.

Para la recuperación de archivos, Camargo destaca la donación del Goethe-Institut, institución con la que han trabajado durante años. “Nos donaron un proyector de 16 mm muy similar al que teníamos y un proyector de 35 mm. Fue muy bonito sentirnos acompañados; hay una pérdida patrimonial importante para la ciudad”.

El lugar donde se encontraban las oficinas del FICValdivia, el bar “La Última Frontera” y la cooperativa “La Manzana” hoy tiene un uso muy distinto al que durante muchos años fue un refugio de la cultura local.

“La familia dueña del lugar decidió que, luego del despeje, fuera un estacionamiento. Tienen todo el derecho a hacerlo. Debo decir que, por ejemplo, el arriendo que nosotros pagábamos como institución cultural no era a precio de mercado, era bastante más bajo, y por ende no me parece cuestionable que hayan decidido hacer un estacionamiento”, concluye Raúl Camargo.

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