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23 de Octubre de 2024

Mujer se querella contra el spa de un condominio en La Dehesa que no la dejó entrar porque llegó en Uber

Una clienta de Bloom Luxury Spa en el condominio de lujo Valle Escondido de La Dehesa, denunció discriminación por parte de la empresa y de los guardias. Cuando llegó a la cita que había agendado para "un día de SPA", los guardias le dijeron que su aspecto "no se veía como que viniera a ese lugar". La querella interpuesta por la mujer en el 5to Juzgado de Policía Local de Santiago espera su sentencia.

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Lo que debía ser un día de relajo terminó transformándose en una querella fiscal para una mujer que adquirió dos servicios completos de “Un Día de Spa” por $90.860 pesos a través de la página web del spa Bloom Luxury Spa, una de las empresas de “Senses Health Club and Spa”,

La demandante explica que el 28 de febrero del año pasado, agendó la cita los dos servicios para el 1 de marzo, a partir de las 11:00 am. Según la información entregada por Bloom Spa a través del correo electrónico, para ingresar al spa se solicitaría una identificación personal. Le recomendaron llegar 10 minutos antes de la cita. También se le recalcó, que solo se permitiría el ingreso a clientes agendados con reserva.

La mujer llegó en Uber junto a su amiga y compañera de trabajo hasta el Club de Golf Valle Escondido en el sector de La Dehesa, de la comuna de Lo Barnechea. Ese día hacían 32 grados.

“Ella tiene tres enfermedades inmunes. La primera, es el Síndrome de Ehlers Danlos. La segunda es una Disautonomia Secundaria y la tercera, el Síndrome de Taquicardia Postural. En pocas palabras, la exposición al calor le hace extremadamente mal. Mucho más que a un ser humano común y corriente”, explica el abogado Francisco Tabilo Juul, abogado especialista en derechos del consumidos de Fuentes y Asociados y representante de la demandante.

Cuando llegaron, los guardias del portón del condominio detuvieron el Uber en la entrada. Cuando el conductor bajó la ventana, uno de los guardias les preguntó que “a dónde venían a trabajar”, según cuenta el abogado. Las mujeres le explicaron que no venían a trabajar, sino a una hora en Bloom Spa. El guardia insistió en que el spa no existía. Ellas llamaron al spa para verificar que esa era la ubicación y, según cuenta Tabilo, “los guardias no le creyeron”.

El Uber se tuvo que estacionar y la demandante se bajó para conversar el tema. Mientras tanto, la otra barrera de contención que daba la entrada al condominio se abría para dejar pasar varios autos de lujo. La demandante asegura que ella no maneja por los medicamentos que toma por sus enfermedades y reconoció una diferencia en el trato respecto a quienes llegaban en vehículo propio.

Al cabo de un rato, el spa propuso enviar un vehículo tipo van para recogerlas en la entrada, pero ella se negó. “La disciminaron por el auto en el que llegó al condominio”, dice Tabilo, complementando lo que dice la demanda sobre que “los guardias de seguridad que impidieron su acceso. La denigraron por no concurrir en vehículo propio y la dejaron fuera del recinto exponiéndola a riesgos”.

Quien estaba al otro lado del teléfono hablando por Bloom Spa se identificó como Álvaro Araya. “Él dijo que iban a tratar de resolver el tema a la brevedad. Ella esperó media hora para que le devolvieran el llamado. Finalmente, fue ella le que tuvo que volver a llamar. Cuando atendieron, le confirmaron que “lamentablemente, no había ninguna solución”, continúa Tabilo.

Las mujeres terminaron por retirarse. La demandante, ofuscada, comenzó a sentirse mal por estar expuesta al calor mientras esperaba que las dejaran entrar. Náuseas, dolor de cabeza y sudoración fueron sus síntomas según expresa la demanda.

Mientras iba en el Cabify de vuelta, escribió un correo a la gerencia de Senses Health donde le señalaron que se contactarían con ella. Luego, recibió un llamado telefónico de Gabriela Vallejos, quien se identificó como Spa Manager. Ella “le indicó que la empresa no tenía responsabilidad por los guardias de seguridad que trabajan en el recinto. Por lo cual no responderían por la situación”.

Finalmente le ofrecieron devolverle lo pagado por ambos servicios. Un pago que supuestamente, llegaría el 31 de marzo. Algo que hasta la fecha, según consigna el documento, aún no sucede.

Fue en mayo de 2024 que la mujer presentó una querella ante el 5to Juzgado de Policía Local de Santiago. Al día de hoy, se está esperando que se cierre el expediente y se dicte la sentencia. Ya había ingresado una denuncia en el Sernac en marzo del 2023.

El 18 de junio de este año, la empresa Senses Health emitió una contestación respecto a la querella. “Desconocemos si concurrió a las dependencias de nuestro centro ubicado en la dirección ya signada en la demanda, pues la comunicación fue vía mail”. Agregan que la mujer no habría llevado “documento alguno que acreditara su identidad”. Algo que según Francisco Tabilo no es cierto, porque su representada “sí lo traía”.

Además, el abogado Julio Cuevas, redactor de la contestación de Senses and Health, concluye el documento diciendo que “los guardias de seguridad ubicados en el control de acceso al condominio no son dependientes de mi representado, mucho menos podría considerarse como subcontratados. No siendo personal contratado por esta parte, los supuestos actos discriminatorios deben enfocarse en ellos y su empleador”.

Sobre la legalidad del asunto de la demanda en curso Tabilo explica que se pasan a llevar varios derechos del consumidor en esta ocasión. Destaca entre todos, el que se explicita en la letra c del artículo 3 de la Ley del Consumidor (Ley 19.496). Éste habla del derecho de no ser discriminado arbitrariamente por parte de proveedores de bienes y servicios.

“Lo que afirmó Bloom Spa queda en evidencia en la contestación de la demanda. Culpan a los guardias. De todas maneras, es deber del proveedor el tener comunicación con la recepción del lugar en general. Si yo tengo un reclamo por parte del cliente de que no lo deja entrar el guardia, tengo que asegurarme que sea el guardia el que tenga una comunicación fluida conmigo. Eso no pasó”, agrega Tabilo.

Cuando se contactó a Julio Cuevas, abogado representante de Senses Health y autor de la contestación, él declinó participar de esta nota.

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