Caso Hermosilla: el desconocido rol de Mario Vargas en la trama de Ángela Vivanco y el fiscal Palma

Que Mario Vargas Cociña haya cumplido un rol en la defensa de Gonzalo Migueles es relevante. Uno de los motivos que tuvo la Corte Suprema para expulsar a Ángela Vivanco del máximo tribunal, fueron las irregularidades que se detectaron en la tramitación de una causa que enfrentó a Codelco con el consorcio chileno bieloruso Belaz Movitec. En esa causa Codelco perdió y eso implicó un desembolso para el fisco de poco más de $17 mil millones. Mario Vargas fue abogado litigante de la parte ganadora.

La relación de Vargas con Ángela Vivanco y Migueles no es una novedad. El abogado ha participado en cumpleaños de la exsuprema y en los pasillos de los tribunales esa cercanía es un dato conocido. Lo que no se sabía eran las gestiones de Vargas en medio de la causa judicial que investiga a Migueles por soborno, y al suspendido fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, por omisión de denuncia.

Mario Vargas es el mismo abogado que presentó un recurso de protección para que el Ministerio Público no entregara sus chats con Luis Hermosilla al Consejo de Defensa del Estado. Ese recurso no fue acogido. En una entrevista con T13 Radio dijo que “se debiera destruir toda la información que está en el teléfono del señor Hermosilla”.

Ha tenido a cargo causas mediáticas, como la defensa de Marco Antonio López Spagui (“Parived”) en el caso Relojes, la de Patricio Maturana -el oficial ® de Carabineros que cegó a la senadora Fabiola Campillai-, y también defendió a Schafik Nazal, el exjefe de la DINE imputado por espionaje ilegal a periodistas y denunciantes de corrupción. Antes, fue abogado defensor de John O´Reilly, sacerdote condenado por abuso a una menor de edad.

Vargas nunca ha aparecido ante un tribunal como abogado de Gonzalo Migueles ni de Ángela Vivanco, pero The Clinic halló un documento que prueba que estuvo con ellos, y que los asesoró como abogado, el día en que a la pareja de la entonces ministra de la Corte Suprema le quitaron su teléfono celular.

El rol de Mario Vargas

La investigación que involucra a Gonzalo Migueles y al fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, se abrió luego de que Ciper reveló la existencia de un pantallazo de una conversación por whatsApp, donde Migueles le hacía un ofrecimiento a Palma -un doctorado y la jefatura de la fiscalía Centro norte-, en medio de la elección del fiscal nacional. Quienes conocen esa trama, indican que el ofrecimiento era a cambio de que Palma respaldara la opción de uno de sus contendores: el fiscal José Morales.

Luego de la publicación de ese reportaje, el Ministerio Público abrió una investigación que quedó a cargo de la Fiscalía Regional de Los Lagos.

Cuando el 23 de julio personal del OS7 de Carabineros llegó a allanar la casa de Migueles y Ángela Vivanco -en las cercanías del barrio San Damián, en Las Condes-, allí también estaba el abogado Mario Vargas. Así lo dice el informe policial respectivo, al que The Clinic tuvo acceso:

“En la referida instancia, (Gonzalo) Migueles Oteíza hizo entrega de 1 teléfono celular marca Apple, modelo iPhone 15, color negro, estando presente en ese momento su abogado identificado como Mario Vargas Cociña, quien le señaló en presencia del personal policial, que haga entrega del aparato celular apagado, y que no dé a conocer el número de serie ni el imei, situación que quedó registrada en el rubro de observación de dicha acta de incautación”, indica el informe de esa diligencia, la que estuvo a cargo del Coronel Tulio Muñoz, de la Jefatura Investigación Patrimonial y Anticorrupción del OS7 de Carabineros.

Cuando la fiscalía analizó el Iphone 15 que les entregó Migueles, se dio cuenta de que antes de su entrega había sido reseteado, tal como publicó Ciper.

El celular que Carlos Palma entregó al Ministerio Público tampoco tenía información de interés. Según un peritaje que ya está en poder de la Fiscalía de Los Lagos, el equipo fue “restaurado de fábrica” seis horas después de que la policía requisó el celular de Migueles. Esto dice un informe donde se da cuenta de esas conclusiones:

“Se puede informar a esa Fiscalía Regional que la extracción realizada al teléfono celular de propiedad del imputado Carlos Palma Guerra, fue restaurado de fábrica el día 23 de julio del año 2024, a las 22:50 horas, no quedando ninguna aplicación de mensajería instantánea instalada, y que las conversaciones que se mantienen del día 24 de julio del año 2024, son solo a través de mensajes de texto SMS”, indica el informe con las conclusiones del peritaje que estuvo a cargo de la Jefatura de Inteligencia del Departamento Antidrogas del OS7.

Entre los mensajes de texto que sí lograron ser rescatados, está uno con su abogado, Humberto Alarcón. Ese mensaje es del 24 de julio, y según el informe de Carabineros, de su lectura se desprende que Palma estaba en el Aeropuerto de Santiago a la espera de que llegara la policía a incautar su equipo telefónico.

The Clinic se contactó con Carlos Palma y con su abogado, pero hasta el cierre de esta edición no habíamos recibido respuesta a nuestros mensajes.

Actualmente el fiscal Palma está suspendido de su cargo, y además de la investigación penal en su contra -por sus diálogos con Gonzalo Migueles, pero también por haber filtrado información de una causa narco a Luis Hermosilla-, está siendo indagado administrativamente por la fiscalía.

Palma cambia su versión

Además de acompañar y asesorar a Gonzalo Migueles cuando enfrentó el procedimiento de Carabineros del 23 de julio, el abogado Mario Vargas también habría participado en otra maniobra que incidió en el avance de la indagatoria a cargo de la Fiscalía de Los Lagos.

Fuentes de la Fiscalía Nacional le dijeron a The Clinic que hubo un llamado donde Palma contó que el abogado Mario Vargas se había comunicado con él y le había propuesto resolver su problema con Gonzalo Migueles. La cronología es así:

En el reportaje de Ciper que reveló la existencia del pantallazo con la conversación original entre Palma y Migueles (esa donde se habla de un doctorado y la jefatura de la Fiscalía Centro norte), el fiscal de Aysén confirmó que la pareja de Ángela Vivanco le había hecho un ofrecimiento impropio. Incluso dijo que eso le había causado molestia, y que le había mandado un pantallazo de esa conversación a Hermosilla:

“Entiendo que el señor Migueles estaba efectuándome una suerte de oferta, una vez que yo no fui designado candidato para la Fiscalía Nacional, oferta que yo nunca pedí ni a él ni a nadie. Por esta razón, y ante la sorpresa e incomodidad que me generó este mensaje, es que decidí enviárselo a Luis Hermosilla para hacerle presente la molestia que me generaban ese tipo de actitudes por parte de personas que yo entendía que eran cercanas a él”, indicó entonces Palma.

Algunos días después, Palma repitió la misma versión en dos informes entregados a la Fiscalía Nacional (vea reportaje de The Clinic “Los reservados informes del fiscal Palma al Ministerio Público”).

Luego de eso, Palma llamó a su jefe, el Fiscal Nacional, Ángel Valencia. En esa conversación telefónica le habría dicho que Mario Vargas se contactó con él y que le ofreció un entendimiento con Migueles. Acercar posturas. Arreglar el entuerto. La respuesta de Valencia habría sido que no siguiera con esa conversación con Vargas y su grupo, indicaron a The Clinic fuentes que participaron de reuniones en la Fiscalía Nacional y que conocieron los detalles de esa llamada.

Lo concreto es que luego de ese diálogo, Palma cambió su versión inicial. Cinco semanas después de que entregara sus informes a la fiscalía, donde reafirmaba que Migueles le había hecho un ofrecimiento, que eso le había molestado, y que había enviado una copia del pantallazo a Luis Hermosilla-, declaró como imputado ante la Fiscal Regional de Los Lagos, Carmen Gloria Wittwer. Ahora la historia era otra:

“Entiendo que lo que él quiso decir (se refiere a Migueles) es que estaba de acuerdo conmigo en seguir estudiando y seguir en el Ministerio Público. Ignoro si él conversó con alguien de eso (…) Soy enfático en señalar que no pedí nada a Gonzalo Migueles y él no me ofreció nada en cuanto a pagarme un doctorado o gestionarme un nombramiento de fiscal regional, que pueda dar lugar a un delito de cohecho o soborno, ni menos a una omisión de denuncia”, declaró Palma sobre su conversación por chat con Migueles, según citó El Mercurio.

El abogado Mario Vargas no respondió los mensajes enviados por The Clinic para obtener su versión.

Inicialmente, el abogado que representaba a Gonzalo Migueles en la causa era el exfiscal oriente, Manuel Guerra, quien dejó esa defensa cuando se hicieron públicos sus chats con Luis Hermosilla. Su hermana, Ana María, es parte del bufete de Mario Vargas, al igual que el exdiputado Gabriel Silber (DC), y el exdiputado Eduardo Lagos. Lagos era militante del Partido Radical cuando en 2004 perdió su cupo de diputado por no tener cuarto medio rendido. Inicialmente fue condenado en una arista del caso Coimas, pero luego fue absuelto por la Corte de Apelaciones de Rancagua. Ahora es abogado penalista.