Corresponsabilidad: Un desafío pendiente en la brecha

En los últimos años, no hemos visto grandes avances en un aumento de mujeres en la alta dirección, sin embargo, hemos progresado en la promoción de la sororidad y la creación de redes laborales femeninas, aunque aún queda camino por recorrer. La falta de corresponsabilidad en el cuidado de hijos, padres y personas con necesidades especiales sigue siendo una carga que recae mayormente en las mujeres.

La corresponsabilidad implica un reparto equitativo de roles entre todos los miembros de la familia, tanto en el hogar como en el trabajo. Por eso es esencial que las empresas lideren con el ejemplo. La alta dirección debe reforzar su compromiso para romper estereotipos y promover prácticas en esta línea. Solo así se desmantelarán los paradigmas arraigados en nuestra cultura corporativa y social.

Aunque hemos avanzado, la brecha de género relacionada a la participación laboral persiste y las mujeres siguen asumiendo una carga desproporcionada. Según la Superintendencia de Seguridad Social, solo un 0,22% de los hombres que fueron padres hicieron uso del postnatal parental en 2022. Por otro lado, el Termómetro Laboral Nacional, publicado por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo en marzo de 2023, indica que el 63,5% de las personas inactivas en Chile son mujeres.

Esta alarmante cifra encuentra su explicación principal en las responsabilidades familiares permanentes, con un impactante 33,2% para las mujeres, versus un 2,8% para los hombres. Dicha cifra es muy similar a la del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, que arrojó un 33,9% versus un 1,7%, respectivamente. Por último, según el INE, la brecha de género en la tasa de participación laboral es del 19,4%.

Este fenómeno muestra una correlación entre el nivel educacional y la tasa de participación laboral, y evidencia una brecha significativa en el trabajo doméstico no remunerado, que afecta a mujeres de todos los estratos socioeconómicos.

La implementación de acciones que promuevan la corresponsabilidad, como licencias parentales extendidas e incluso obligatorias, permisos para el cuidado de hijos, días de libre disposición para asuntos familiares y un retorno gradual al trabajo tras el postnatal, pueden marcar una enorme diferencia a la hora de compensar el tiempo que cada uno destina a la familia y al trabajo, para así seguir emparejando la cancha.