
Entrevistas
15 de Diciembre de 2024Franco Parisi: “Si me convierto en candidato presidencial del PDG, esta vez haré campaña desde Chile. Eso está programado”
El economista dice que en caso de que el PDG lo nomine como su abanderado esta vez hará campaña desde Chile y que se podría volver a radicar desde mayo en el país. En esta entrevista habla del mal momento de su partido, asegura que los diputados lo "traicionaron" y dispara contra Matthei, Vodanovic, republicanos y la clase política en general. "A mí me tenían que destruir social, política y económicamente... Y lo hicieron muy bien", expresa, desde Alabama.
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Son cerca de 7.500 los kilómetros que separan a Santiago de Chile del estado de Alabama, Estados Unidos, donde se encuentra el domicilio de Franco Parisi, quien se conecta a través de Zoom para conceder esta entrevista a The Clinic.
Son las 9 de la mañana en Norteamérica y el mediodía en suelo nacional. El excandidato presidencial luce un suéter color crema y lleva anteojos. “Aquí estoy, trabajando, como todo el mundo. Como diría Javier Milei, nosotros no somos de la casta o de la élite política de la izquierda y la derecha”, dice, con su característico estilo.
Han pasado más de tres años desde que sorprendió a la clase política al alcanzar el tercer lugar en la primera vuelta presidencial de 2021, cuando obtuvo el 13% de los votos. El Partido de la Gente (PDG), del cual él es la principal figura, también irrumpió en el Congreso al elegir a seis diputados.
Pero el éxito de la colectividad se desvaneció rápido. Hoy no cuentan con nadie de sus filas en el Parlamento debido a sucesivas renuncias y en las últimas elecciones no han reeditado sus positivos números.
Parisi, actual vicepresidente del PDG dice en esta entrevista que desde que logró el 13% se le cerraron los espacios y que “la élite de izquierda y derecha” intentó destruirlo. También dice que insistirá en una vía presidencial, sin primarias con el resto de la oposición y que esta vez hará campaña desde Chile. En su tono, también dispara contra el Gobierno, Chile Vamos, republicanos y la clase política en general.
—¿En qué está Franco Parisi hoy?
—Trabajando, como todo el mundo. Todos los miembros del PDG tenemos que hacer lo que no saben hacer los cuiquitos de derecha y los cuiquitos de izquierda, que es trabajar y cuidar de mi familia.
—¿Dejó la docencia? En algún momento trabajó para la Universidad de Alabama.
—Tengo actividades, doy charlas, tengo clientes para los informes económicos y asesoría financiera y económica.
—¿Por qué sigue en Alabama?
—Primero, porque está mi familia segura acá, tengo una casa comprada hace mucho tiempo. Allá en Chile, nosotros sufrimos acoso periodístico significativo. Además, quiero evitar el bullying a mi hijo lo más que se pueda si soy candidato. Y me gusta que mi hijo tenga una educación pública acá, es increíble.
—Pero sigue pendiente de la contingencia nacional. Es vicepresidente del PDG…
—Duermo muy poco. Ahora que tenemos tres horas de diferencia, estoy despierto desde las 5 am. de acá y me duermo como a las 1 o 2 am., porque tengo que estar cuidando todo lo que tengo que cuidar. Y la parte política en Chile me interesa mucho, creo que el país va en caída libre.
“Después de mi 13%, tenían que destruirnos. Y lo hicieron muy bien”
—¿Cómo explica este fugaz éxito que tuvo el PDG?
—Fue un fenómeno muy fuerte el que vivimos. Pero hay que entender que nos pegaron mucho. Con el susto que se llevaron con el 13% que saqué en la presidencial más los seis diputados, tenían que destruirnos. Y lo hicieron muy bien.
—¿Quiénes quisieron destruirlos?
—La izquierda y la derecha vieron que tenían que destruirnos. La élite de la izquierda y la derecha odia al PDG, somos lo peor para ellos, porque podemos llegar a ser gobierno. Ojalá ahora o más adelante. Pero solo un ejemplo de la contingencia: esta semana vimos la inauguración de las oficinas de la candidata Evelyn Matthei, en Apoquindo 3001. Todos los canales la entrevistaron. Yo hago una sola pregunta: ¿Quién paga eso? Va a arrendar esa oficina por un año.
Y después vimos a Ricky Martin Vodanovic. Me cae bien, ah. Otro cuiquito, pero de izquierda. Paseándose en una caravana que le costó a los habitantes de Maipú $55 millones y todo el mundo lo aplaude. Yo vi caravanas mejores en la reina de la primavera universitaria.
—Pero ustedes también habrán cometido errores. Perdieron los seis diputados que tenían, por ejemplo.
—Sí, nosotros le dimos oportunidades a mucha gente. Yo prefiero equivocarme dándole la oportunidad a alguien que no sea un cuiquito de izquierda o de derecha, como me traicionaron todos, que sacar de nuevo a otro apitutado de izquierda o de derecha, o un hijito de exministro o exministra.
—Cuando dice que lo han traicionado todos, ¿se refiere a los diputados que eligió el partido?
—Sí, claro. Excepto uno, el doctor (Roberto) Arroyo. Pero los otros se vendieron por nada. Este cabro, el que ahora va a ser presidente de la mesa…
—Gaspar Rivas.
—Sí. Resulta que odiaba a los comunistas, pero después vendió su voto para ser vicepresidente de la Cámara. Eso nosotros no lo toleramos. ¿Tú sabías que los partidos políticos reciben plata por los diputados electos? Nosotros no queremos esa plata. Si traicionas a la gente, te vas o te echamos. Te vas o te echamos. En la UDI aguantaron a diputados que hacían una mala pega, pero los dejaban ahí por la platita. Republicanos, el PPD, el Frente Amplio, igual. A nosotros no nos interesa esa plata mugrienta que se entrega por gallos que no cumplen con los valores como cuidar a la clase media.
—Algunos de esos diputados se fueron acusando que el partido se convirtió en una secta. Eso dijo, por ejemplo, Rubén Oyarzo.
—Mira, cuando él tenía que votar, se fue a México con su novia. Qué bien que se haya ido.
—¿Y no hay una autocrítica de cómo se construyeron estas relaciones o a la hora de buscar candidatos?
—Ellos salieron elegidos gracias al PDG. Y nos traicionaron y se fueron porque nosotros no estábamos dispuestos a aguantar sus tonteras. Una secta es lejos lo más ridículo que pueden decirnos. Nosotros tuvimos elecciones internas con cinco listas. ¿Qué otros partidos permiten cinco listas? Todos hacen listas de consenso, arreglados en la noche en la casa de algún financista del partido. Cinco listas, eso es democracia.

“Es una falta de respeto que algunos nos califiquen como un partido pyme”
Parisi es crítico de la discusión del sistema político que se ha abordado en las últimas semanas en el Congreso y en La Moneda.
—Hay expertos electorales que apuntan a la necesidad del sistema político y terminar con los partidos “pyme”. ¿No le pasó eso al PDG?
—Mira, pyme significa lucrar, cosa que está bien, pero nosotros no recibimos ningún peso de nada, ni siquiera del gobierno. Hay que tener cuidado con el concepto y es una falta de respeto por parte de quienes nos podrían calificar. Si esto fuera una pyme, yo mandaría; y no, aquí manda el presidente del partido. Aquí los únicos que lucran son los partidos grandes, que son partidos mi–llo-na-rios. Y si no, cuando dejan de ser diputados o senadores, se van con cargos que ni te cuento. Los amiguitos de Boric y Jackson son muy buenos para colocar champas, pero el sacrificio que hacen los partidos chicos es increíble, cuesta mucho, piensa que las reuniones son después de las 9 de la noche, porque todo el mundo trabaja. Ellos, en cambio, hacen sus cónclaves en el Sheraton o en el Marriott.
—Tampoco les fue bien en la elección municipal y de gobernadores… Dijo que Chile se la farreó.
—Teníamos candidatos espectaculares, especialmente en Valparaíso. Ahí fue majadero lo que hizo republicanos, porque habíamos hablado para que solo el PDG llevara candidato. Ellos dijeron que sí, con Kast y la cúpula. Pero luego sacaron un candidato que era pésimo, que no tenía idea de nada, y encima tiraban encuestas mentirosas. ¿Qué lograron? Que ganara la izquierda. Esa es la mezquindad de la élite política de los cuiquitos de derecha, que se creen inteligentes y bonitos, pero no lo son y son bastante flojitos por lo demás. Valparaíso, donde ganó la señora (Camila) Nieto, es un ejemplo de lo que puede pasar en la presidencial.
—¿No ve posible que tal el PDG termine desapareciendo por sus resultados o si llega a aprobarse una reforma al sistema político?
—Para nada. Es verdad que cometimos algunos errores en esta elección. Por ejemplo, permitimos -aunque yo me opuse-, que lleváramos listas incompletas. Llevamos cerca de 400 candidatos y llevamos alrededor de 30. Estamos sobre el 5%. Y cuando dicen “mira lo bien que le va a los republicanos”, pero llevan planilla completa y gastan plata como locos. Sinceramente, hay que empezar a fiscalizar mejor los gastos de los candidatos, porque es obsceno.
—¿Siente que quizás las ideas que defendía el PDG las tomaron otros partidos de la derecha?
—Obviamente. ¿Quién fue el que empezó con la idea de las auditorías forenses para las municipalidades? Nosotros, y la están copiando todos ahora. Nos encantaría ser gobierno, sí, porque estamos ganando en el concepto de las ideas. ¿Qué idea puso la derecha o la ultraderecha de Kast, Kaiser o Matthei? ¿O la ultraizquierda de Boric, doña Camila y Jackson? Ninguna.
—¿Sin Filtros se comió un poco a Bad Boys también?
—Pero lógico. Me estás pidiendo que compita en la Fórmula 1 pese a que no tengo los recursos. Si al final, este es un problema de recursos. ¿Me gustaría gobernar? Síi, ¿Me encantaría haber tenido gobernadores, alcaldes y más cores? Por supuesto, pero me estái pidiendo ir a jugar la final del Roland Garros con zapatillas gastadas y la zapatilla a veces.
—¿Dónde se ubica hoy el PDG?
—Nosotros somos del centro, no somos de derecha ni de izquierda.
—¿No se desperfilaron en su momento por apoyar a Kast o sumarse al A favor?
—Pero es que, si te dan dos opciones, entre guatamala y guatapeor, tienes que tomar una decisión. No puedes decir “paso”. Si nosotros tenemos cojones, no andamos evadiendo las cosas. Y vemos el mal menor para Chile. Y si ahora me das a elegir de nuevo entre Kast y Vodanovic, o Matthei y Vodanovic… Chuta. Yo ahí te digo que postules a un Work and Travel.
Parisi y la presidencial: “Está programado hacer campaña desde Chile”
Franco Parisi fue por primera vez candidato presidencial en 2013, comicios en los que reunió firmas para competir como independiente. Allí alcanzó el 10% de los votos, mismo porcentaje que Marco Enríquez Ominami.
En 2017 hubo nuevos intentos por postularse, pero finalmente bajó su candidatura y tampoco le resultó presentarse por el Senado. Hasta que en 2021 Parisi se erigió como candidato del nuevo Partido de la Gente, haciendo campaña desde Estados Unidos, usando las redes sociales.
—¿Se está preparando para ser candidato presidencial por tercera vez?
—Eso depende del partido, nosotros vamos a hacer primarias internas y veremos cuál será el candidato. Pero mira, lamentablemente el sistema actual de la estructura política obliga a llevar candidato presidencial, para poder acarrear a los candidatos a diputados y senadores. De no ser así, el partido desaparece y es muy difícil para un partido chico no llevar candidato presidencial. Por eso vemos el ejemplo de Rojo Edwards, que no calienta a nadie. O lo mismo (Johannes) Kaiser o la señora Rincón, porque sino, su partido Demócratas desaparece.
—¿Pero tiene ganas de volver a ser candidato?
—Sí, claro que quiero volver a ser candidato. Pero eso lo va a decidir el partido, no las encuestas, no Megavisión, no el Canal 13, ni El Mercurio ni el Clinic. Lo va a decidir el PDG, y si me dicen que sí, genial, si hay otra persona, la apoyaré.
—Pero está disponible.
—Hay muchos disponibles, súmame también, a quién no le gustaría ser corredor de Fórmula 1.
—¿Cree que le pudo ir mejor en 2021 si hubiera hecho campaña en Chile?
—Lo que hicimos fue lo correcto. Los canales de televisión ya habían decidido que su candidato era Boric. Me pasó lo mismo que en 2013, cuando a Bachelet los medios le preguntaban si le gustaba el helado de vainilla o de chocolate. Eso pasó con Boric, él es flojo, mentiroso, no terminó la carrera. Pero todos lo aplaudían. Y es que los hijos de los mandamases habían tenido pololos o pololas en común, o habían estado en el mismo colegio.
—Ya. Y si fuera nuevamente candidato, ¿esta vez haría campaña desde Chile?
—Sí, claro. Desde Chile. Eso está programado.
—¿Va a volver a radicarse en Chile?
—Sí.
—¿Para cuándo lo tiene pensado?
—El colegio de mi hijo acá termina en mayo, quizás por esa fecha. Es muy parecido a lo que hizo la señora Bachelet en 2013. Es que es muy bueno estar fuera de Chile, muchos lo critican, pero viajo todos los meses a Chile, así que no estoy desconectado para nada. Recorrí todo, lo que más pude, con los recursos escuálidos que tenemos. Estar fuera te da otra perspectiva, uno sabe qué es lo bueno o lo malo para Chile.
—¿Le va a seguir pesando en una futura campaña su situación judicial? En 2021 se reveló que tenía una deuda por pensión de alimentos, del cual en 22 aseguró que había llegado a un acuerdo judicial con su exesposa.
—Pesa todo. Todo. En campaña, es una guerra. Excepto para Boric y Bachelet. Lo que ocurre es que las campañas grandes, que tienen billetes, contratan oficinas de comunicaciones, y estas compran espacio y entrevistas. Nosotros no tenemos plata para comprar eso.
—¿Su situación quedó resuelta ya? ¿No le queda nada pendiente?
—Está todo resuelto. Decían que no podía ir a Chile, pero resulta que voy todos los meses a Chile.
—¿No tuvo más complicaciones para entrar y salir del país?
—Eso es lo que acabo de decir. Puedo entrar y salir de Chile las veces que quiera. No sé cuántas veces fui a hacer campaña con los candidatos, recorrí todo el norte, Santiago, Rancagua, Valparaíso…
Entonces, ¿si todo me va a pesar? Sí. ¿Me van a inventar nuevas cosas? Sí.

“La derecha perdió Viña del Mar y me vas a decir que va a ganar Kast, Kaiser o Matthei la presidencial”
Parisi dice que poco le importan las encuestas que miden la carrera presidencial. Asegura que se paga por aparecer en los primeros lugares. “Eso es normal, no estoy ofendiendo a nadie. Acá en EE.UU. las pagó Kamala Harris para aparecer número uno, pero le sacaron la mugre”, dice.
“Cuando me dicen que va primero la señora Matthei, yo me río. En las actuales condiciones no va a ser presidenta”, lanza Parisi.
—¿Por qué?
—Porque tiene un problema grave, y que lo dijo don Carlos Larraín, de quien no soy fan. Pero lo dijo claro: ella es hija de un miembro de la junta de gobierno, y esa herida todavía está ahí. Se lo van a reflotar por todos lados.
—Chile Vamos está pidiendo primarias amplias de las fuerzas de oposición. No parece que esté disponible el PDG…
—Parece que se olvidaron de cómo fue la campaña de 2023, donde competí con la señora Matthei, que es una señora inteligente y se da vuelta la chaqueta más rápido que Boric. Pero esa vez eliminaron a todos los candidatos que había: Laurence Golborne, un tipo inteligentísimo, meritocrático, salió de Las Rejas y del Instituto Nacional igual que yo. Pero se lo faenó la derecha. Después se faenaron a don Pablo (Longueira) y a Allamand, y quedó sola Matthei. Entonces, los que andan pidiendo primarias en la derecha, léanse los diarios.
—¿No está disponible para participar de primarias con la oposición?
—En la derecha no va a haber primarias, la señora Matthei va a correr sola. El que dice eso… yo sé que estamos en Navidad, pero mande la carta a Santa Claus.
—¿Y que haya varios candidatos de oposición en primera vuelta no es regalar la elección a la izquierda?
—Pero si tienes candidatos que son malos dentro de la oposición, no es culpa mía. Son optimistas, quizás yo también lo soy.
—¿Sigue conversando con las directivas de los partidos de la derecha?
—No, no. No se puede confiar. Para qué. Es perder tiempo. Toda esa coordinación es perder tiempo.

—¿Y cómo ve a Kast? Usted lo apoyó en la segunda vuelta de 2021.
—Lo apoyé porque estaba entre guatamala y guatapeor. Tenía que elegir. Kast lamentablemente está cayendo fuerte y creo que Chile nunca va a elegir un ultraderecha. Alguien más allá de Renovación Nacional no va a ser presidente. No lo veo posible. Esto se lo dije a (Rodolfo) Carter, a Pancho Orrego… La derecha perdió Viña del Mar y me vas a decir que va a ganar Kast, Kaiser o Matthei la presidencial.
—La izquierda no tiene aún candidatos y el Gobierno no tiene buena aprobación…
—A la izquierda le da lo mismo la aprobación. Levanta cualquier candidato y te pasa a segunda vuelta fácil, porque ellos tienen el tiempo, la plata y tienen lavado el cerebro a mucha parte de la clase media y clase media emergente que nosotros queremos cambiar.
—¿Cree que le arrebataron a Parisi el ser la novedad en esta elección? Ya no es el único outsider, ahora asoma Johannes Kaiser…
—Es un buen candidato que ha levantado Sin Filtros, pero tiene techo, porque está más allá de Kast. Me cae bien, he hablado con él, pero no puedes ser tan ultra.
***
“Llámame populista, me da lo mismo”
Franco Parisi sigue usando las redes para grabar y difundir su visión sobre la reforma de pensiones o referirse a los “telefonazos” de la diputada Maite Orsini. Usa TikTok, Instagram y sigue asistiendo al programa Bad Boys para plantear fórmulas que, dice, apuntan a transformar la clase media y clase media emergente.
“Yo tomo las buenas ideas, me dan lo mismo si son de izquierda o de derecha”, dice Parisi.
—¿Aunque sean populistas?
—Si van en ayuda de la clase media emergente, llámame populista, me da lo mismo. Es raro, ¿me vas decir que no es populista pasearse como el rey de la primavera, con el municipio gastando $55 millones? Obvio que lo es. ¿O cuando alguien sale arrancando de los periodistas cuando te entrevistan? Lo mismo. Pero si es populista decir que hay que retomar la meritocracia en Chile y que todos los alumnos tengan Simce trimestralmente vía computador, es lo que hay que hacer. Si decir que hay que bajar los sueldos y despedir a 50 mil empleados públicos en todas las esferas del Estado es populista, bueno, lo es. O que en Chile hay que aumentar la inversión y necesitamos siete puertos como Chancay es populista, soy populista. Estoy acostumbrado a esas etiquetas, si a mí me han dicho de todo.
—¿Cuál ha sido el aporte de Franco Parisi a la política chilena?
—Hemos dado ideas, y eso es lo que nos interesa. Nos han robado ideas y algunas las han implementado y otras las han utilizado políticamente. Boric mintió a la gente diciendo que nadie iba a ganar más de $5 millones. ¿Quién hizo esa propuesta? Nosotros. El no más pitutos, nosotros también.