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5 de Febrero de 2025Guerra comercial entre EE.UU. y China: los efectos que tendría en Chile la escalada de tensiones entre Trump y Xi Jinping
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca en Estados Unidos marcó un giro hacia las políticas proteccionistas, generando tensiones con socios históricos y adversarios como China. Lo cierto es que la escalada de tensiones entre ambas naciones tiene repercusiones relevantes para Chile, por la alta dependencia a ambos mercados y también por ser una economía abierta y exportadora de materias primas.
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El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca en Estados Unidos marcó un giro hacia las políticas proteccionistas, bajo la consigna “América Primero”, generando tensiones con socios históricos y adversarios, como China, al imponer medidas disruptivas.
En esa línea, el magnate cumplió su promesa de campaña de aumentar los aranceles a las importaciones chinas: el 4 de febrero recién pasado, la potencia norteamericana aplicó un aumento de 10% a todos los productos provenientes del gigante asiático, lo que fue defendido por Trump como una respuesta al déficit comercial y al flujo de fentanilo hacia su país.
Horas después, Xi Jinping anunció represalias, estableciendo aranceles del 15% al carbón y gas natural licuado (GNL); además del 10% al petróleo, maquinaria agrícola y vehículos estadounidenses, medidas que entrarán en vigencia desde el 10 de febrero de 2023. Además, Pekín comenzó una investigación antimonopolio contra Google, lo que fue analizado como una orden de presión adicional.
Los efectos de la guerra comercial entre EE.UU y China
Lo cierto es que la escalada de tensiones entre ambas naciones tiene repercusiones relevantes para Chile, debido a su alta dependencia a ambos mercados y también por ser una economía abierta y exportadora de materias primas.
Sobre esto, Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, plantea que China y Estados Unidos “son nuestros dos principales socios comerciales y, de hecho, son los dos principales importadores nuestros, de cobre, entonces, por ese lado se puede producir una dificultad local”.
“Por otro lado, estas tensiones comerciales se traducen también en tensiones financieras, o menor apetito por riesgo global y eso hace que activos de países emergentes como nosotros tengan algo de menor demanda y, por supuesto, también eso afecta los flujos o la demanda por activos financieros de Chile por parte de los inversionistas externos”, agregó Pincheira.
En tanto, Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, advierte que “sin duda, los aranceles impuestos por Estados Unidos a China deberían afectar su crecimiento”.
Junto con ello, explicó que “China es el mayor comprador de materias primas del mundo y dentro de ellas consume el 40% de cobre a nivel global. Por su parte, Chile es, por definición, un país exportador de commodities, dentro de los que destacan productos tales como el cobre, litio, hierro y celulosa, entre otros. Por lo tanto, un menor crecimiento de China afecta nuestras exportaciones, y por lo tanto, el crecimiento de Chile”.
Junto con ello, el gerente de estudios de Renta4 señala que “habría que ver si China es capaz de compensar con políticas monetarias o fiscales internas el efecto negativo que tienen los aranceles sobre su economía, y mantener una tasa de crecimiento acorde a lo esperado, teniendo en cuenta que en 2024 creció un 5,0% y lo más probable es que su nuevo target de crecimiento para 2025 se ubique en torno a ese mismo nivel. Recordemos que en marzo 2025 se celebra la cumbre anual de la Asamblea Popular Nacional (APN) donde comúnmente se definiría la meta de crecimiento”.
Mientras que Diego Valda, jefe de estrategia y economía para Latam de Zurich, plantea que “el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos ha traído consigo tensiones comerciales que han generado un aumento en la volatilidad en los mercados financieros. En estos primeros días, las medidas han estado centrados en sus principales socios comerciales: México, Canadá, Eurozona y China”.
En el caso de Chile, Valda comenta que “el efecto de las tensiones comerciales viene principalmente de forma indirecta, donde una desaceleración del comercio global reduciría la demanda por materias primas, lo cual a su vez implicaría una reducción en la demanda del cobre, lo cual impactaría al sector externo, haciendo que el valor de las exportaciones caiga. A su vez, el escalamiento de la guerra comercial podría generar presiones inflacionarias en Estados Unidos principalmente, lo cual reduciría el margen para que la Reserva Federal continué con el ciclo de recortes, restringiendo también el ciclo de recortes tasas del Banco Central de Chile”.
¿China la gran perdedora?
¿Podría esta situación poner en riesgo la demanda de Chine? A este respecto, Valda sostuvo que “tenemos el precedente del primer mandato de Donald Trump, donde el efecto fue una caída en la actividad económica global, una menor demanda de productos manufacturados en China, y una caída en los precios del cobre. En este contexto, es difícil predecir la escala a la que pueda llegar la guerra comercial entre las dos potencias, sin embargo, en un contexto en que las tensiones aumenten, China sería la gran perdedora. Por esto último, es posible que China se vea obligada a negociar al paso de Estados Unidos”.