Cuánta sal debes consumir y cuáles productos son los mejores para reducir el sodio en tu cuerpo y prevenir enfermedades

El sodio, un compuesto presente por ejemplo en la sal, es un nutriente esencial para nuestra vida, por cuanto incide en el volumen plasmático de nuestra sangre, en el equilibrio ácido-base de nuestro organismo, en la transmisión de los impulsos nerviosos y en nuestras funciones celulares.

Sin embargo, su consumo en exceso es problemático, implicando en un factor de riesgo presente en todos los grupos poblacionales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), proyectándose que a nivel global la media de ingesta es más del doble que la recomendada, y estimándose que 1.89 millones de muertes al año se pueden vincular con ello.

Según detalla el organismo dependiente de la ONU, entre sus efectos nocivos se cuentan alzas peligrosas en la presión sanguíneas, aumentando el riesgo de enfermedades renales, cardiovasculares (como la hipertensión), cáncer gástrico, obesidad, osteoporosis y enfermedad de Meniere.

Bajar el sodio, pero ¿cómo?

Por todo ello, la OMS renovó su estrategia con nuevas directrices enfocadas en el consumo de sal, recordando que el sodio también está presente naturalmente en otros alimentos como la leche y la carne, aunque también en mayor medida en productos procesados y aditivos.

Por ello, la OMS recomienda a los adultos consumir no más de una cucharadita (5 gramos) al día de sodio, mientras que para los niños de 2 a 15 años se sugiere “ajustar a la baja la dosis para adultos en función de sus necesidades energéticas”.

“Esta recomendación para los niños no se refiere al periodo de lactancia materna exclusiva (0-6 meses) ni a la alimentación complementaria con lactancia materna continuada (6-24 meses)”, clarifica la OMS.

Asimismo, acotan que si se opta por usar sal de mesa, se sugiere buscar alternativas bajas en sodio y que contengan potasio, y preferir opciones yodadas (fortificadas con yodo) “que es esencial para el desarrollo saludable del cerebro del feto y del niño pequeño y para optimizar la función mental en general”.