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Opinión

27 de Diciembre de 2011

“Ya no compramos La Tercera”

Es una de las 13 demandantes que recibirá una indemnización del Consorico Periodístico de Chile S.A. por las quemaduras que sufrió -al igual que decenas de cocineros- por seguir una receta publicada por la Revista Mujer en 2004. Siete años después dice estar feliz por el fallo, pero cuenta que pasó seis meses sin entrar a la cocina pensando que todo iba a explotar. Aunque ganó la demanda, las marcas todavía siguen en su cuerpo.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
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Margoth Canales Galaz está feliz. No es para menos: Después de siete años, por fin recibirá una indemnización tras el fatídico domingo 25 de julio de 2004, cuando decidió preparar churros siguiendo los pasos de una receta publicada en la revista Mujer de La Tercera y terminó en un consultorio de Linares con el brazo quemado.

“Esto es como ganar la copa”, dice Margoth, explicando que fue muy dificil que la empresa -el Consorcio Periodístico de Chile S.A.- reconociera el error en la receta, aún con las pruebas de los peritos policiales. Y lo peor, a juicio de ella, el que no cuantificaran el daño causado, porque desde un principio sólo estuvieron dispuestos a pagar los gastos médicos.

“La voluntad estaba en pagar lo que costó la urgencia, que creo que hubo gente que prefirió eso y no hicieron nada más. Pero a mí, por lo que sufrí y lo que sufrieron mis hijas, eso no era suficiente”.

¿Recuerdas como fue ese día?
– Obvio. Ese día estaba lloviendo acá y le dije a mi hijo “qué fácil hacer los churros” y comenté que era raro que los vendieran tan caros si eran tan fáciles de hacer. Después de almuerzo me puse a hacer la masa según la receta y seguí todos los pasos. Mi marido me estuvo ayudando y después quedé sola en la cocina al momento de freírlos. Alcancé a poner tres churros a freir y voy a dar vuelta el primero porque ya estaba dorado y explota. Me quemé el brazo, me saltó a la cara y quedó la escoba. No se lo doy a nadie.

¿Qué pasó después?
-Siguieron explotando solos. Yo grité y me corrí del lado donde estaban y mi marido llegó con mi grito y apagó la cocina. Me llevaron al baño y me puse en agua fría hasta que llegó la ambulancia que me llevó al consultorio.

¿Tiene marcas aún?
-Me quedó marcado, tengo en todo el brazo. Son manchas, algunas más oscuras que otras, pero tengo mi brazo marcado. No se me ha pasado y no se me va a pasar tampoco. Se ha ido atenuando con el tiempo, pero la marca no creo que se vaya.

Todo explota
¿En ese momento pensaste que podría haber sido la receta ?
-En un principio pensé que podría haber sido algo de la receta, algún ingrediente de más o algo porque nunca antes me había pasado algo así. Después, cuando llegué al hospital y me enteré que había más gente quemada yo dije “ojalá que haya sido yo nomás” porque me preguntaron por qué me había quemado. Yo le dije a la señora que me atendió que era una receta que había salido en el diario y la señora me comentó que también la había visto.

¿Te comunicaste con Copesa? ¿Qué te dijeron?
– Yo me contacté con el diario, después me estuvieron llamando y me ofrecieron pagar los gastos médicos en un principio. Pero yo en ese tiempo estaba cesante y tuve que ir al consultorio con gastos médicos por 3.200 pesos. Con 3.200 pesos no me cubrían todo el sufrimiento que estaba pasando. Mi herida se infectó y al final el tratamiento fue mucho más largo. Estaba mal económicamente en ese tiempo y lo pasé demasiado mal. De hecho, después de eso yo no quería ni entrar a la cocina porque me daba miedo hasta prender el calefont. Pasé seis meses sin acercarme a la cocina porque creía que todo iba a explotar.

¿Cuánto tiempo duró eso?
– Estuve como seis meses con miedo, no quería entrar a cocinar nada. Hasta el hecho de cambiar un balón de gas era complicado. Pensaba que todo iba a explotar.

¿Sigues comprando La Tercera?
– No, ya no compramos ese diario. Nosotros siempre comprábamos La Tercera y veíamos las recetas. Todos los fines de semana hacíamos alguna porque a mi me gusta la cocina.

¿Qué le pareció la actitud de Copesa?
– No me gustó porque cuando yo les dije que devolviéndome esos 3.200 pesos del médico no me devolvían todos los malos ratos, la angustia y sufrimiento que pasé por esto. Les dije que prefería irme a un juicio y ellos me dijeron que por qué no recibía la plata mejor porque el juicio iba a ser muy largo. Yo les dije “¿Saben qué? Lo que más tengo es tiempo y si tengo que esperar voy a esperar porque con que me devuelvan esos 3.200 pesos encuentro que es una burla”. Con eso no me pagan todo el sufrimiento, porque me la sufrí bastante.

¿Volvió a ocupar alguna receta de un diario?
– No. Yo todos los fines de semana hacía cosas dulces para la once, para comer y desde esa vez yo con suerte, en seis años, he hecho dos veces panqueques y eso es todo. O sea, no me atrevo a hacer cosas que tengan que ver con freir o cosas así, menos con receta de diario.

De churros ni hablar entonces.
– No. Me tiran tallas por eso nomás. “¿Mami, cuándo vay a hacer churros?” o me dicen “churro” mis amigos, cosas así. Pero no, nunca más.

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