Documento desmiente versión de Fuente-Alba de que desconocía caso del profesional despedido por portar VIH

Con fuerza reaccionó ayer el Ejército luego de que The Clinic Online expusiera el caso de Jonathan Sanhueza, un profesional que acusa haber sido despedido de su trabajo como diseñador gráfico y museógrafo del Museo Histórico Militar, dependiente del Comando de Bienestar de la rama armada, por ser homosexual y portador del VIH.

El comandante en jefe del Ejército, general Juan Miguel Fuente-Alba, afirmó que “la discriminación arbitraria no existe” en su institución y agregó que tuvo conocimiento de esta situación recién este lunes, durante su visita a Corea del Sur, y que pidió todos los antecedentes respecto de ello.”Dado el planteamiento de Jonathan en este sentido y el mismo hecho de haber denunciado el hecho a tribunales, he dispuesto una investigación minuciosa de cada uno de los antecedentes que tuvieron lugar desde la contratación de él”, dijo, y enfatizó que “la ciudadanía, y él mismo (Sanhueza), pueden tener la certeza que voy a revisar los antecedentes hasta el más mínimo detalle y ya lo he dispuesto en ese sentido”

Sin embargo, un documento al que tuvo acceso este medio demuestra que Fuente-Alba sí fue alertado de la irregular situación de Jonathan hace más de un año atrás, lo que contradice completamente la versión entregada por la máxima autoridad castrense.

Se trata de una respuesta a nombre del general Fuente-Alba fechada el 9 de noviembre del año pasado que le envió el Secretario General del Ejército, el general de brigada Alberto González Martin, a la concejala de Huechuraba, Carola Rivero, que presentó el caso en nombre de Jonathan.

“Por encargo del Comandante en Jefe del Ejército, tengo el agrado de saludarla cordialmente y mediante la presente referirme a su correo electrónico del pasado 5 de noviembre, mediante el cual da a conocer el problema que afecta a un Empleado Civil a Contrata de la Institución y solicita audiencia, con la finalidad de plantear en detalle los antecedentes de este caso. Al respecto, y producto que la agenda del Comandante en Jefe del Ejército se encuentra completamente comprometida producto de compromisos adquiridos con anticipación, lamentablemente no es posible acceder a su requerimiento de audiencia. Sin embargo, se ha dispuesto que sea recibida por el Comandante de Personal, General de Brigada Curt Witt Sánchez, en fecha que será coordinada directamente con usted. Sin otro particular, saluda atentamente a usted, Alberto González Martin General de Brigada Secretario General del Ejército”

“Ellos estaban al tanto”
“Ellos estaban al tanto de mi denuncia. Esta es la prueba”, recalca Sanhueza al aludir a la repuesta oficial que recibió -con membrete del Ejército- del general González Martin. Además, el afectado descartó la premisa de Fuente-Alba en relación a que en el Ejército “la discriminación arbitraria no existe”, recordando que apenas dos meses antes de recibir la negativa de la institución a fijar una reunión con el comandante en jefe, el mismo personero pidió disculpas públicas tras la filtración de un instructivo del Ejército que recomendaba no permitir el ingreso de homosexuales y testigos de jehová al servicio militar.

Y agregó que en 2006, el mismo Ejército distribuyó un instructivo llamado Orden del Día donde se mencionaba al homosexualismo como una situación que afectaba a la seguridad militar y que se debía denunciar a los superiores.

 

Cabe recordar que tanto en el testimonio como en la demanda interpuesta por Jonathan Sanhueza, este denuncia que fue recibido por el general Curtt Witt Sanchez, jefe de Personal del Ejército, junto a su abogado, el martes 20 de noviembre de ese mismo año.

“Nosotros fuimos y les contamos todos los antecedentes del caso. El daño, el despido irregular, etc. Yo tenía el diagnóstico y ellos dijeron que tenía que firmar una autorización porque ellos tenían que manejar mi información personal, si no yo los podía demandar. Y presentamos esos papeles, pero me chutearon seis meses. Me dijeron que el papel no estaba bien y al final me respondieron que no podían hacer nada porque mi sistema de salud era diferente al del Ejército. Y nada que ver, si yo no estaba pidiendo que me dieran salud. La salud la tengo acá en el Hospital Salvador”, comentó Sanhueza en entrevista a The Clinic Online.

La demanda, que considera un resarcimiento de 300 millones de pesos por daño moral y hostigamiento, fue presentada hace dos semanas y está dirigida contra el Comando de Bienestar del Ejército y el Consejo de Defensa del Estado. Con todo, Sanhueza no descarta llevar su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Desde el Gobierno, en tanto, fuentes de La Moneda destacaron el compromiso del Presidente Sebastián Piñera con evitar la discriminación y aseguraron que las autoridades de Defensa están siguiendo atentamente la causa.