Ana Luisa Jouanne, esposa de Jaime Orpis: “No es un santo… pero es la persona más noble que he conocido”

“Ha sido un año muy difícil. Muy difícil. Creo que es de los peores años que he tenido… No. Derechamente es el peor”.

Con estas palabras la directora ejecutiva de la Corporación La Esperanza y esposa del senador Jaime Orpis (UDI), Ana Luisa Jouanne (52) resume todos estos meses en que su marido ha estado en el ojo del huracán debido a la investigación que se lleva a cabo en torno al caso Corpesca y las lucas que recibió por parte de la empresa ligada al grupo Angelini.

En conversación con la Revista Sábado de El Mercurio, la periodista de profesión admite que estos últimos meses han sido tiempos complejos debido al cierre de uno de los centros de la Corporación La Esperanza, creada por Orpis para rehabilitar a personas adictas y de escasos recursos.

De acuerdo a la declaración del ex gerente de Corpesca Francisco Mujica a la fiscalía, el senador UDI le pidió lucas por las deudas que había dejado su última campaña senatorial, por lo que el parlamentario le propuso respaldar esas lucas con informes relacionados al consumo de drogas y a rehabilitaciones.

Pues bien, en ese sentido Jouanne aclaró que “se ha intentado decir que esos informes habrían sido elaborados por La Esperanza. Nunca hemos elaborado ninguno de ellos. Y la razón es porque Jaime sabe tanto de drogas que no tiene ninguna necesidad de preguntarle a La Esperanza”.

“Yo creo que él (Mujica) no lo ha percibido, pero a partir de sus declaraciones se nos ha producido un enorme daño”, precisó la esposa de Orpis, a la vez que añadió que “lo hemos notado en la calle, cuando estamos pidiéndole a la gente que se inscriba en la red de amigos, se acerca gente a decirnos, cómo se atreven. También en los comentarios de Twitter. Y tengo una segunda piedra en el zapato: defendí que no se legalizara la marihuana, por dos años fuimos la unica voz en esa materia. Y por eso hoy hay mucha gente que nos señala con el dedo y dice ¿ven? ellos que tanto hablaban, mírenlos ahora”.

Al ser consultada por las posibles boletas que habría enviado a Corpesca una de las asesoras del senador (Bárbara Molina Ellies) y que es hija de una funcionaria (Patricia Ellies) de La Esperanza, Ana Luisa contestó que “Patricia es la persona más importante de nuestro equipo. Es de una injusticia brutal poner en sospecha su trabajo y de paso el de La Esperanza, porque es madre de una asesora de Jaime Orpis. Su hija es abogada y fue una asesora de él, pero no tiene ninguna relación con nosotros”.

En otros pasajes de la entrevista la esposa de Orpis contó que antes de que se le pidiera cualquier cosa ella misma entregó voluntariamente “a la fiscal nuestros computadores con toda la contabilidad de la Corporación y nuestros respaldos jurídicos. Nunca los han mirado. Si los miraran se darían cuenta de que no hay nada”.

En cuanto al impacto que está y podría sufrir su corporación, Jouanne sostuvo que “hay dos empresas que dejaron de donarnos y otras tantas nos quitaron el aporte para Navidad”. ¿Corpesca? “No, porque este año ni siquiera les pedimos. Lo que sí, nos daban bastantes excedentes para capacitación”, contestó.

En esta parte de la conversación la directora de La Esperanza se apura en aclarar que esta ONG siempre estuvo al margen de lo que eran los aportes o financiamiento a campañas políticas. En cuanto a las lucas de Corpesca a esta corporación indicó que “la historia viene de mucho más atrás, cuando empezó a donarnos Pesquera San José. Después siguió Pesquera Coloso y cuando se fusionaron y terminaron en Corpesca yo les toqué muchas veces las puertas .

En cuanto a las cifras, Jouanne detalló que “normalmente daba tres millones anuales para el centro que tenemos en Iquique. En 2010 logramos que subiera a cinco millones, y después aumentó a 10 millones, hasta que toda esa situación se cortó”. Aquí dice que tendrán que cerrar el recinto de esa zona.

“sólo te puedo decir que nosotros (la corporación) no habríamos sido nada sin el aporte de los privados. Hice todo lo que podía hacer. Toqué todas las puertas y no se pudo. El dolor es grande”.

Según los balances de La Esperanza, la ONG tuvo ingresos por más de 3 mil palos entre 2012 y 2014. Esta cifra, dice Jouanne, se debe a que aunque “crecimos y Senda nos compró más cupos” ahora el gasto se incrementó por la mayor cantidad de jóvenes.

Orpis

En cuanto al presente de su marido, el senador Jaime Orpis, la periodista de profesión admite que “lo último que quiero es que piense que a través de una entrevista intento blanquear o hacer que la gente sienta lástima por él. Lo único que puedo decir es que esta fundación es el fruto de su vocación y que espero que el día que esto pase, él pueda trabajar aquí”.

“¿Cómo lo he visto? Todo lo mal que puede estar una persona, a la que se le cuestiona lo que para él es lo más importante, que es su libertad y su conciencia. El resto tendrá que decirlo él. Jaime ya reconoció lo que ha hecho y tendrá que defender lo que no ha hecho”.

El bullado caso Corpesca, dice Ana Luisa, “es un tema que se respira en mi casa. Se vive. Ha dolido muchísimo que se ponga en duda a La Esperanza, porque mis hijos han visto cómo se trabaja acá. Sienten que se han perdido demasiado tiempo de su papá y mamá en dos cosas que hoy están cuestionadas: La política y la fundación”.

Añadió que “es injusto. reconozco que estoy aplastada por la realidad que nos está tocando vivir como familia. Es como si despertara en otra vida y siento que los golpes son cada vez más fuertes. Obvio que mi prioridad son mi marido y mis hijos”.

Sobre las lecciones que ha sacado del momento que pasa Orpis, indicó que “él nunca debió haberse dejado presionar para hacer algo que no quería y que no estaba en condiciones de hacer. Él no quería ser senador. Es más, hace muchos años que no quería ser parlamentario. Desde que era diputado. Él quería dedicarse a la fundación. Sé que en el fondo de su alma le duele haber cedido. De lo contrario, estaríamos en una situación distinta”.

Por otro lado enfatizó que aunque siempre lo ha apoyado, no apañaría una nueva postulación a algun cargo político, eso es rotundo y un tema cerrado para la señora de Orpis. “Es que ¿sabes? estoy tan golpeada, que… Yo sólo quiero decir que es necesario que haya políticos. A mí no me gusta la política. No me casé con un político, me casé con un servidor público, que es distinto. Todo este episodio tiene que servir para crear las condiciones para que existan nuevamente vocaciones políticas. No quiero hablar de todos los sinsabores porque son obvios. Lo que pasa hoy y lo que nos tocará pasar es demasiado aplastante. Y es súper injusto”.

Al ser consultada por si cree o siente que Orpis cometió algún error, su esposa señaló que “Jaime no es perfecto, no es un santo, cometió errores, es tremendamente desordenado, pero es la persona más noble que he conocido. Yo voy a estar con él siempre, en las buenas y en las malas, pero no voy a defenderlo, porque es él quien tiene que hacerlo. Él va a tener su momento para hablar”.