Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

2 de Abril de 2018

Eduardo Vildósola, el gerente del bacanal caribeño de AFP Capital, deja su cargo a pocos días de conocerse que recibió millonario bono

Tras la denuncia del video del carrete de la AFP Capital en el Caribe protagonizado por el ejecutivo, quien difundió el registro, el exprecandidato presidencial y columnista Alberto Mayol, dio a conocer en The Clinic que Vildósola recibe un sueldo de más de $30 millones mensuales y que hace poco obtuvo un bono de más de $200 millones por su desempeño durante 2017, periodo de altos cuestionamientos a la AFP por parte de la ciudadanía.

Por

A fines de septiembre del año pasado, el país se escandalizó con el video de un grupo de ejecutivos de AFP Capital dándose el carrete de la vida a bordo de una embarcación en el Caribe. Entre los hombres que aparecía en el registro difundido por Alberto Mayol, estaba Eduardo Vildósola, gerente general de la compañía.

Pues bien, según un artículo de Diario Financiero el ejecutivo no va más en AFP Capital dejando su cargo a partir del 13 de abril, siendo reemplazado a nivel interino por Romeo Hodalí, Gerente comercial de la administradora.

Los cuestionamientos a lo que aparece en el famoso video tenían y tienen que ver con la onerosa fiesta, dada en un contexto de bajas pensiones que recibe la mayoría de los trabajadores del país, y las altas comisiones que cobran las administradoras por manejar nuestros dineros, en el marco del debate por las jubilaciones y la irrupción de “No Más AFP”.

En ese momento el Presidente de AFP Capital, Juan Carlos Jobet, tuvo que salir a dar explicaciones a la ciudadanía por el bochornoso episodio, señalando en ese entonces que “entiendo perfectamente bien la frustración y la rabia que puede tener un afiliado. Por eso parto por decir que esto fue un error y pedir disculpas. No responde bien a lo que los afiliados y a lo que el público en general espera de una institución como nosotros, que está en una industria tan sensible como la administración de fondos de pensiones, especialmente en el contexto actual”

El propio exprecandidato presidencial y columnista de The Clinic, Alberto Mayol, destapó el mismo mes del escándalo la alta remuneración anual de Vildósola, señalando que “esta fiesta que parece única, exclusiva, el único caso, en realidad está diseminada en el sistema. Pero no es sólo en forma de este tipo de festividad, que también, sino, mucho más allá. La pregunta es bien simple: sabiendo lo que reciben y lo que recibiremos los pensionados con el actual sistema, sabiendo la pobreza que se distribuye, se han preguntado ustedes cuánto ganan los ejecutivos de las AFP”.

Luego de eso Mayol dio a conocer que el ejecutivo de la AFP Capital tenía una remuneración anual cercana a los 400 millones de pesos. Más de 30 millones mensuales.

Sobre esta situación señaló que “ese es su salario. ¿Y el salario lo distingue porque es particularmente eficiente en producir rentabilidad? ¿Por qué su trabajo es extraordinario? ¿Por qué es una gran funcionario que permite que su pensión sea excelente? En nuestra opinión, no. Eso no está regulado hoy día en Chile”.

La semana pasada el sociólogo abriría un nuevo episodio de esta serie con una nueva columna en The Clinic titulada “El bono de Vildósola“.

Ahí sostiene que “En semanas recientes, la cuenta corriente de Eduardo Vildósola recibió $215 millones de pesos como bono de desempeño por su gestión en el año 2017. Es extraño. Muchos suponían en la industria que en AFP Capital lo despedirían luego del escándalo en el Caribe, que situaba a la compañía en un estilo “Lobo de Wall Street”, en vez de parecer una empresa que desde metódicos análisis econométricos logra invertir del mejor modo el dinero de los trabajadores de Chile. La crisis reputacional que generó Vildósola al aprobar la fiesta y, para colmo, asistir a ella; fue gigante. Y en la mesa de la Asociación de AFP muchos no esconden su malestar con un error no forzado que recordaba las declaraciones de José Piñera en agosto del año anterior. Vildósola parecía tener sus días contados. Pero no lo castigaron. En vez de eso, lo premiaron”.

Más adelante Mayol asegura en su columna que en el sistema financiero “se consideraba un acto mínimo la retirada silenciosa de Vildósola, que había emporcado todo el sistema con la falta de tino de su visita al Caribe en una fiesta de la empresa. En medio de la crisis de legitimidad del sistema de pensiones en Chile, el error de Vildósola era visto como una tragedia”.

Notas relacionadas