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Opinión

28 de Octubre de 2008

¿Por qué en Chile nadie tocará el oro de las AFP?

Jorge Rojas
Jorge Rojas
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¡Los fondos de pensiones chilenos han perdido cincuenta veces lo que perdió Argentina! En lo que va de crisis, los fondos de pensiones argentinos han salido bien apaleados. Pero no tanto como los chilenos, que en plata han perdido harto más. ¿Por qué acá no se puede hacer como en Argentina? La respuesta es simple: en Chile, las empresas tienen un poder impresionante, que hasta inhibe la posibilidad de discutirlo. Y dejan plata: algunos calculan que desde 1981 a la fecha le han dado 9 billones de pesos a sus dueños.

Por Jorge Rojas G.

A comienzos de semana, la presideta de Argentina Cristina Kirchne le pegó un mazazo al mercado de capitales y jubiló a las Administradora de Fondos de Pensiones (AFJP) trasandinas. La crisis financiera y la caída de los bonos del Estado argentino, en el cual las AFJP tienen invertido más del 50% de su capital, las hizo perder, según las cifras de la superintendencia de AFJP, entre junio de 2007 y septiembre de este año, cerca de 500 millones de dólares (1.428 millones de pesos argentinos).

Hoy, a las AFJP sólo les quedan US$28.700 millones que podrían pasar al Estado y que financian a 446 mil jubilados, de los cuales 220 mil reciben la mitad del Estado y la otra de la AFJP; 100 mil se adjudican sólo una parte estatal y 103 mil cobran todo del sistema de capitalización privado.

Los problemas de las AFJP no son ajenos a los nuestros, porque el sistema de pensiones argentino –creado en 1994- es hijo del sistema de AFP ideado por José Piñera en 1981, y que acaba de ser reformado en junio pasado. Pero nuestra paternidad, además, está dada por las pérdidas: según el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), desde julio de 2007 las AFP han perdido US$25.000 millones: un cuarto de lo que hemos juntado en 27 años desde la creación del sistema.

¿Por qué en Argentina gritaron por un poco más US$500 millones y nosotros, que perdimos US $25.000 millones, no decimos ni pío?

Más todavía: durante los últimos dos meses más duros de nuestra economía, expertos y autoridades han llamado a la calma a todos los cotizantes. Han dicho que no conviene cambiarse del fondo A que es el más riesgoso al E, el más seguro, porque aseguran que las pérdidas de las AFP serán pasajeras. Pero cada día que pasa nuestros ahorros se siguen haciendo humo en el extranjero. “Tenemos una institucionalidad bien armada en Chile con mecanismos de fiscalización y de control, un sistema que funciona”, señaló el martes el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, a la misma hora que Cristina K estatizaba las AFJP.

Pero el economista Manuel Riesco, de CENDA, no le cree. Y dice que es hora de seguir los pasos de Argentina: “nuestras pérdidas equivalen a 7,5 años de cotizaciones completas de todos los trabajadores del sistema. El real balance del sistema de las AFP en Chile, es que se han robado la plata y es inevitable que el sistema termine”, dice.

AFP Y GOBIERNO

¿Conviene seguir a Argentina? Las opiniones de los expertos en Chile están divididas. Para Riesco, el sistema previsional chileno está mucho más aproblemado que el argentino y hace rato deberíamos haber vuelto al sistema de reparto.

-La irresponsabilidad de las AFP y del gobierno por no resguardar los fondos al inicio de la crisis es gigantesca, porque se les advirtió. ¿Pero qué hicieron las AFP? Siguieron apostando a los mercados de Rusia, Brasil o Indochina, jugando a la ruleta con la plata de los chilenos. ¿Quién las obligó a invertir en acciones riesgosas? Nadie, pero en cada una de esas transacciones estos bandidos sacan comisiones para ellos –cuenta el economista.

Riesco agrega que, además, incluso hoy los argentinos están más asegurados que nosotros, porque como su sistema era mixto -es decir, podían pasar del sistema de reparto al de capitalización individual sin problemas-, el grueso de la plata de los ahorros está asegurada en el sistema antiguo que no tiene variaciones por la crisis.

Pero a Riesco le preocupa lo atado de manos que está el gobierno para hacer lo que hizo Cristina Kirchner. La razón es que nuestro sistema lleva tantos años funcionando que se ha enraizado en la clase política y muchos ex funcionarios de gobierno han pasado por los directorios de las AFP o han tenido que ver en algo con ellos. En Argentina, en cambio, el sistema no alcanzó a anclarse (ver recuadro).

-Si el sistema político no estuviera tan cooptado por el sistema financiero, acá habríamos terminado con las AFPs hace muchísimo tiempo. Pero ellos siguen muy ligados a los directorios de las administradoras y el lobby de las AFP es terrible –asegura.

Para la economista de la Universidad de Chile Andrea Repetto, ex miembro de la comisión de reforma previsional, el problema pasa más por una situación de justicia que por un amiguismo entre AFP y gobierno. Ella cree que seguir el camino de Argentina es joder a una generación completa de trabajadores: “el problema de pasar de un sistema de AFP a uno de reparto es que es la misma generación paga los costos de la transición dos veces seguidas, porque fueron ellos los que ya pagaron cuando se pasó de uno de reparto a las AFP”, dice.

Repetto cree que el problema de Argentina no pasa sólo por las pérdidas, sino también porque el fondo de pensiones podrían solucionar el difícil momento financiero que vive el gobierno. No es la única, porque en Argentina, pese a que han reconocido que las AFP funcionan mal, pocos usuarios confían en el buen uso que los Kirchner le puedan dar a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES): “transferir esos fondos a la Anses es como poner un zorro dentro de un gallinero”, dijo el martes el defensor del pueblo Eduardo Mondino.

AFP ESTATAL

La idea de una AFP estatal fue planteada durante la comisión de reforma al sistema previsional por muchas organizaciones, sin embargo, hasta ahora nada se ha concretado.

El argumento para quienes están a favor de la iniciativa es que de esta manera las comisiones de las AFP privadas podrán bajar y el mercado se hará más competitivo.

Sin embargo, la mayoría de los economistas consideran que la iniciativa no ayudaría. Axel Christensen, otro economista que estuvo en la comisión de reforma, asegura que esto tiene más costos que beneficios.

-Las AFP tienen que tomar decisiones sobre las empresas que administran. Por ejemplo, ¿cómo se toma la decisión de invertir en la generación de empresas hidroeléctricas una AFP estatal, como accionista o como gobierno? –dice Christensen.

Para Andrea Repetto, el problema está en la nula competencia y que eso deriva en un exceso de comisiones, porque un tercio de lo que mensualmente cotiza cada trabajador termina en el bolsillo del dueño de la AFP. Según CENDA, desde 1981 al 2006, 9 billones de pesos han ido a parar allí. Pero así y todo, una AFP estatal no soluciona eso para la economista.

-Crearla tiene muchos riesgos, porque se puede caer en el cuoteo político para elegir al directorio y se podrían financiar bonos del puente del canal de Chacao o de EFE con plata de los afiliados. Hay que ver si el Banco Estado, TVN o La Nación están allí para incentivar la competencia. Si no lo hacen, ¿para qué crear una AFP estatal? –dice.

Pesos pesados
Durante los 27 años que han durado, los directorios de las AFP han acogido a representantes del poder real. Un rápido escaneo de los directorios actuales arroja los siguientes nombres:

Hábitat: José Antonio Guzmán (presidente), ex ministro de Pinochet, ex presidente de la CPC, consejero de Libertad y Desarrollo y Paz Ciudadana y miembro del directorio de Extend. María Teresa Infante: directora de la Fundación (Antipíldora del Día Después) Chile Unido y de la Fundación Miguel Kast.

Capital: Guillermo Arthur, presidente de la asociación y ex subsecretario de Pinochet. Joseph Ramos, economista y ex decano de la Universidad de Chile.

Cuprum: Ernesto Silva Bafalluy (presidente), rector de la U. del Desarrollo y samurai de Joaquín Lavín. Carlos Bombal, ex senador de la UDI.

Provida: Ximena Rincón, vicepresidenta DC, ex intendenta de Santiago y ex superintendenta de Previsión Social.

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