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1 de Agosto de 2009

Asesores del candidato se agarran con encargados del programa: Frei dividido entre lobbystas e independientes

Por

POR CLAUDIO PIZARRO Y PABLO VERGARA
ILUSTRACIÓN: MAX BOCK

La única novedad que traía Frei para esta elección está siendo atacada con virulencia: Océanos Azules, el grupo de independientes que está a cargo de elaborar el programa del candidato concertacionista, lleva semanas dándose combos y patadas con los miembros del círculo de hierro freísta. A los asesores del ex presidente no les gusta nada la agenda progresista que está saliendo. La pelea promete dejar al desnudo el rol de los lobbystas en la campaña y cómo se hacen los programas presidenciales.
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“El programa me lo paso por la raja, porque todos los estudios que se han hecho sobre factores que hacen que un candidato gane o pierda dicen que las propuestas programáticas no pueden interesar menos”. La frase, en off the record, es de un alto dirigente del comando de Frei. Y demuestra que las cosas en la campaña oficialista están lejos de arreglarse, aunque las comunicaciones oficiales digan lo contrario.

La pelea de verdad recién está empezando. El programa, encargado por Frei al grupo de independientes Océanos Azules el año pasado, debe entregarse en agosto. En lo que va redactado, el texto está en la línea de las palabras de Frei en la mayoría de sus discursos: progresista y pro Estado.
El problema actual es que el domingo el diputado DC Jorge Burgos, encargado territorial del comando, dijo que el candidato ya tenía “opinión definitiva” sobre algunos puntos programáticos: a)Educación (menos protagonismo al Estado); b)no más impuestos a las empresas; c)seguridad (más policías e intervenciones en poblaciones); y d) Energía (evaluar centrales nucleares y apoyar hidroeléctricas). Una serie de detalles que cayeron como bomba entre quienes se encuentran preparando el programa, que toca precisamente esos puntos.

No es el primer intercambio de combos, aunque la era de los chopazos se inauguró en marzo, apenas el comando freista empezó a funcionar. Desde entonces, el candidato siempre ha estado en mitad de la disputa repartiendo sus cariños. Pero a medida que la sede de calle Francisco Bilbao empezó a ser frecuentada por el encargado de comunicaciones Pablo Halpern y los lobbystas Eugenio Tironi y Enrique Correa, las cosas empezaron a extremarse, dicen en Océanos Azules.

Una tensión que no notaron con los partidos políticos, hacia los que realmente desconfiaban cuando empezaron el proceso de elaborar el programa de Frei. Los partidos, de hecho, hoy se encuentran prácticamente alineados con la organización de independientes que lideran los abogados Pablo Ruiz-Tagle y Juan Pablo Hermosilla. Y van, se ve, en trayecto de colisión con el comando del ex presidente. El mismo alto dirigente de la casona de Bilbao resume así la importancia que le da al texto que se está preparando: “Esta guevá es un bostezo. Además, los programas de todos los gobiernos de la Concertación no se hacen sino una vez cuando los gobiernos son elegidos, con los ministros designados”.

PARTIDOS CUADRADOS

Los partidos políticos son los más cuadrados con lo que está haciendo Océanos Azules. El senador PPD Guido Girardi -que por estos días suma tensiones respaldando al senador ex PS Carlos Ominami en su reelección- cree que en la raíz de todo está que “una parte de la elite de la Concertación dejó de representar a la ciudadanía y se acomodó a la visión neoliberal, se derechizó”.

En los partidos esa mirada es común. La opción de Frei 2010, dicen, es refundar la Concertación con un proyecto progresista. “La gente de WOcéanos Azules está por discutir por la educación pública, por una carga tributaria más equilibrada porque en Chile la riqueza no paga impuestos”, sigue Girardi.

-La instancia programática somos nosotros, los partidos y Océanos Azules, no la instancia fáctica; no tiene sentido convocar a la gente a construir el programa y que salgan personajes como censores que digan todo está hecho, definido. Esto parece un tongo. Si hay quienes quieren perseverar en la privatización de la salud, de la educación, que no toquemos a las isapres ni a las AFP, que vayan a defenderlo a rostro descubierto, pero no de la oficina del lado, haciendo programas paralelos -se queja Girardi.

Para el diputado PPD Jorge Insunza, del comité de comunicaciones estratégicas del comando, la pelea no gira -como dice El Mercurio- entre los autocomplacientes y los autoflagelantes de los 90. “Incluso, especula, diría que es una pelea entre freístas, entre DC”.

Insunza es de los que dice que Frei ya rayó la cancha en sus discursos con un sesgo progresista. “Lo de Burgos fue un error, porque tenemos que cuidar la diversidad de la Concertación, eso es lo que nos va a dar la mayoría”, dice.

Insunza está por muchos de los planteamientos del programa progresista, sobre todo una reforma tributaria “para financiar el sistema de protección social y ampliarlo a la clase media” y el fortalecimiento de la educación pública.

El diputado PS Alfonso de Urresti, que ha trabajado con Océanos Azules, también se afirma de las palabras de Frei para defender el programa. “Recojo sus palabras, cuando dijo que no se iba a negar a ninguna discusión”, dice.

La actual pelea, cree, está entre quienes “representan el mundo conservador, porque llevan apernados mucho tiempo; es un establishment que piensa que lo ha hecho bien y que hay que seguir en esa misma senda”.

En el último tiempo, dice De Urresti, los lobbystas “han manifestado toda su capacidad de despliegue pero ahí es donde tiene que haber una sociedad que debata de cara a la comunidad, y que los lobbystas sean desnudados, identificados”.

Lo de Burgos, coincide con Insunza, fue un error:

-Él está haciendo eco de quienes quieren disminuir y evitar la discusión de fondo. Es un autogol. Si se convoca a la gente a discutir un programa es para que eso sea considerado. La ciudadanía no entendería hacer este esfuerzo para después decir que determinados temas no se tocan.

AGOSTO

Jorge Burgos, el rostro de la pelea de esta semana, cree que lo central está solucionado, porque después de toda la polémica Frei salió a decir que él zanjaría el programa. Su único norte, dice, era dejar en claro que las definiciones eran del candidato, porque “no es muy elegante andar pauteándolo por los diarios, menos el senador Girardi, que tiene un pie en esta candidatura y otro en candidaturas que corren por otro lado; eso me pareció un poquito abusivo de su parte”.

-¿Lo mal interpretaron?
-No gusta, a veces, cuando se dicen las cosas por su nombre. Fue mi aporte, que siempre es relativo, porque no soy un tipo de muchas luces; es lo que creí que había que decir. Pero ha quedado claro que Frei les ha dicho a todos: ‘muchachos, a trabajar, sobre esto se está trabajando, voy a recibir opiniones y las definiciones las comunicaré después de escuchar a muchas personas’.

Un ejercicio que se ve simple pero que amenaza con convertir agosto en un mes complicado para el candidato. Muchos en Océanos Azules, ni en los partidos, no entenderían cambios profundos en el programa elaborado tras un año de reuniones y con un giro a la derecha. Sería, dicen, un mal final.

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