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15 de Agosto de 2009

Barrio Viel: Otro triunfo de los vecinos

Por

Por María Cristina Bustos – Mireya Pinto Millán / Presidentas Juntas de Vecinos Barrio Viel

Alguno/as de Uds. quizás no nos recuerden, pero en la última campaña municipal pedimos a todos los candidatos a Alcalde y concejales que asumieran el compromiso de fijar a través del Plan Regulador Comunal, un límite efectivo a las alturas máximas para las nuevas edificaciones en la comuna de Santiago, ya que en nuestro sector –el Barrio Viel– a pesar de existir límite a las alturas (4 y 6 pisos), se comenzaron a construir edificios de hasta 22 pisos.
Habíamos descubierto que ello era posible por una modificación que se había hecho al Plan Regulador en enero de 1990, según la cual, en la medida en que las nuevas construcciones quedaran en fachada continua y en rasante de 70°, se podía superar la altura máxima permitida.
Esta medida estaba afectándonos a los vecinos, no sólo por el trastorno en nuestro modo de vida, sino que también a nuestro patrimonio familiar, ya que el precio de nuestras casas caía considerablemente en favor de las inmobiliarias y las entidades especulativas que impiden, entre otras cosas, soluciones habitacionales definitivas en la comuna para muchos de nuestros hijos y nietos.
Pero no nos quedamos sólo en la protesta, ya que propusimos que las alturas máximas de 4 o 6 pisos según el sector, sólo se pudiera superar (hasta un límite no mayor a 8 pisos), siempre y cuando se construyera de manera aislada (como en Vitacura o Las Condes donde el edificio tiene un cierro perimetral destinado a parques o estacionamiento).
Al no encontrar un compromiso contundente y categórico de la gran mayoría de los candidatos, seguimos el camino de defender nuestro patrimonio y modo de vida a través de argumentos históricos, arquitectónicos, urbanísticos y culturales. Fue así que iniciamos mediante expediente técnico, la tramitación de parte del territorio que habitamos, como Monumento Nacional en su Categoría de Zona Típica o Pintoresca, ante el Consejo de Monumentos Nacionales.
Ahora queremos compartir con Uds. nuestra gran alegría, porque dicha área ya es Monumento Nacional. Así consta en el Decreto N° 207 del 5 de Junio de 2009, firmado por la Ministra de Educación Doña Mónica Jiménez de la Jara por orden de la Presidenta de la República Doña Michelle Bachelet Jeria, y publicado en Diario Oficial el Martes 7 de Julio de 2009, luego que fuera cursada su Toma de Razón por la Contraloría General de la República.
El perímetro que contempla el área patrimonial, está delimitado por Av. Matta al norte, General Rondizzoni por el sur, Av. Viel por el poniente y calle San Ignacio por el oriente.
Uds. deben saber que desde el momento que iniciamos la tramitación de nuestra solicitud, tuvimos la firme oposición de quienes representan los intereses de los poderosos de siempre. Ellos echaron a correr el rumor que la gente no ganaría nada con esta declaratoria, que las casas caerían de valor comercial porque no las comprarían, etc. Y ello, a pesar de las grandes ganancias que han amasado las empresas inmobiliarias desde que el Plan Regulador Comunal de Santiago fuera modificado en Enero de 1990 por el ex alcalde Máximo Honorato.
El cambio que introdujo la autoridad de la época y que hasta ahora ningún alcalde ha modificado, les ha permitido a las inmobiliarias amasar pingües beneficios, pero en base a la caída de hasta 3 veces el valor comercial del precio de las casas de quienes tuvieron la “mala fortuna” de encontrarse con una construcción nueva que se adosa a su casa, para “legalmente” superar la altura máxima permitida. Mientras que si se permitiera superar esta altura hasta en 8 pisos, pero siempre y cuando sea una construcción aislada, las inmobiliarias tendrían que comprar a varios vecinos (el del lado, al de atrás, al de adelante, etc.), de tal manera que el precio del suelo se fije con participación de la comunidad y no de manera unilateral por los poderosos.
Como Ud. podrá apreciar, este no es un asunto de mercado como suelen decirnos quienes argumentan desde los intereses creados, sino que es un asunto político, de política pública, porque representa la voluntad de instituciones políticas (Alcalde y Concejo Municipal) que se expresan en un instrumento político vinculante que se llama Plan Regulador Comunal en el que ellos aprueban, mantienen o modifican las alturas máximas de los edificios.
El que no informáramos antes de la publicación del decreto en el Diario Oficial, tiene explicación. En efecto, estando en conocimiento que desde el momento en que el Consejo de Monumentos Nacionales recomendara el 8 de Abril de 2009 a la Ministra de Educación, la declaratoria de esta importante área del Barrio Viel como Monumento Nacional, hasta que el decreto fuera firmado por ésta, para luego ser cursado por la Contraloría General de la República y finalmente publicado en el Diario Oficial (que es el momento desde cuando comienza a regir el decreto), pasaría mucho tiempo (de hecho transcurrieron 3 meses) como para que las empresas inmobiliarias pudiesen ingresar ante-proyectos o proyectos de edificación en altura en la Dirección de Obras de la Municipalidad de Santiago sin que ésta tenga atribuciones legales para impedirlo, por lo que corrimos el riesgo de haber tenido un área como Zona Típica pero con construcciones en altura que se habrían edificado con
posterioridad al Decreto y que nadie hubiese entendido de buenas a primeras. Afortunadamente no se solicitaron permisos de edificación ni de anteproyectos de edificación en altura en el sector entre el 8 de abril y el 6 de Julio de 2009 (está acreditado).
Pero nuestro riesgo no terminó con la publicación del Decreto en el Diario Oficial. De hecho, decidimos mantener la reserva mediática ante la comunidad, debido a la existencia de antecedentes que daban cuenta de la mala práctica de algunos particulares quienes durante los 30 días corridos que transcurren desde la publicación del Decreto en el Diario Oficial, presentan recursos de protección ante la Corte de Apelaciones –en nuestro caso de Santiago– argumentando la vulneración de algún derecho comercial exhibiendo contratos de compromiso de compra-venta con alguna empresa inmobiliaria que tuvieron oportunidad de preparar durante los 3 meses de “ventana” que hay entre la recomendación y la publicación. También afortunadamente, hemos constatado que no se interpuso ningún recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago hasta las 23:59 Hrs. del 6 de Agosto –fecha en que se cumplieron los 30 días–, en contra del decreto 207 del 5 de Junio de 2009.
Esta situación de riesgo la denunciamos e hicimos saber a las autoridades políticas y administrativas que tenían participación en el proceso, así como en foros ciudadanos a los que fuimos invitados. Con todo, creemos, sinceramente, que nuestro movimiento sentó 3 precedentes:

1) La nueva institucionalidad patrimonial que despachó la Presidenta al congreso, deberá asumir que desde el momento en que el Consejo de Monumentos Nacionales o la entidad que le corresponda, se pronuncie favorablemente respecto de una declaratoria de este tipo, se debieran congelar inmediatamente los permisos de edificación para evitar que alguien se aproveche de ingresar proyectos de edificación en una zona que incluso subirá de precio después de la declaratoria.

2) Como dijimos, este no es tan sólo un asunto de mercado, es también un asunto político. Por lo tanto, las autoridades que definan los instrumentos de desarrollo urbano, como es el caso del Plan Regulador Comunal, ya no podrán decir que se trata de un problema que no les compete y que se explica por las leyes de la oferta y la demanda.

3) El desarrollo de los barrios debe hacerse con los vecinos y no contra los vecinos.

A través de estas letras, también queremos agradecer a los vecino/as, por no oír “cantos de sirenas” y mantener firme su decisión de apoyar con su firma esta solicitud, junto a 220 familias y 20 organizaciones comunitarias del sector, la Parroquia Santa Sofía y la Bomba Francia. A esta solicitud se sumaron el Alcalde y los Concejales de la comuna de Santiago, el Intendente de la Región Metropolitana, el Diputado Felipe Harboe, la Pontificia Universidad Católica de Chile a través del Programa de Patrimonio de su Escuela de Arquitectura, y tantos otros amigos y anónimos que contribuyeron a crear y proteger este valor público y el patrimonio privado de las familias del sector, a partir de la iniciativa que tuvimos como Juntas de Vecinos 11 y 12 de Santiago.
Esto último no es menor porque contradice la teoría que indica que el desarrollo y recuperación de los barrios pasa necesariamente por el negocio inmobiliario. Sepan Uds. amigo/as que los estudios más conservadores indican que luego que una zona ha sido declarada patrimonial, el precio de sus inmuebles puede llegar a subir hasta en un 15%. En el caso nuestro, hicimos el catastro de inmuebles del área patrimonial y a partir de ella, hicimos el siguiente cálculo:
Los inmuebles son, con casi total exactitud, 1124. Si estimamos que el valor comercial promedio de los inmuebles del sector asciende a unos $40.000.000, con la declaratoria de zona patrimonial, el precio debiera ascender en $6.000.000, llegando en consecuencia a un precio de $46.000.000. Pues bien, multipliquen esos $6.000.000 adicionales por los 1124 inmuebles que hay en el sector, y advertirán que la riqueza que creamos los vecinos asciende a 6 mil setecientos millones de pesos (sin proyecto inmobiliario alguno), o sea, sobre 12 millones de dólares (si el dólar lo calculamos $549).
Sí amigos, las juntas de vecinos contribuimos a crear más de 12 millones de dólares. Entonces, cómo no reconocer su voluntad y dignidad, y la de los vecinos que representan. De ahí que propongamos que el próximo Plan Regulador Comunal, que ya se está discutiendo y debiera aprobarse en este período alcaldicio, se haga cargo de esta verdad incontrarrestable, de tal manera que se elimine el artilugio de la fachada continua y la rasante con el objeto de permitir que las inmobiliarias, pegándose a nuestras casas, puedan superar las alturas máximas permitidas y hagan grandes negocios a costa de la desvalorización de nuestras casas. Piensen bien, pero no es lo mismo que esos 12 millones de dólares se distribuyan entre las familias del sector, que entre un grupo de ejecutivos. Concentrar la riqueza de esa forma, no es ético.
Con todo, no queremos que se nos mal entienda. No estamos en contra de la actividad empresarial, sino todo lo contrario. Una cosa es ser emprendedor creando riqueza en base a la creatividad y el trabajo constante y duro, y otra es amasar fortunas recurriendo a una normativa pública hecha a la medida. Si seguimos así, Chile nunca será un país desarrollado y no se extraerá de la sociedad, la violencia y el resentimiento.
Esperamos haber aportado en algo con nuestro movimiento,

¡Viva Chile, Viva el Barrio Viel!

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