Ensañado con la Iglesia y los políticos: El destape de Mario Toral

FOTO: ALEJANDRO OLIVARES
En “Toral en el país de las maravillas”, el pintor no deja títere con cabeza. A través de dibujos, cómics, pinturas, tintas chinas y textos critica a la iglesia pedófila, al Golpe y los políticos. Todo un destape para un pintor acostumbrado a pintar cosas bellas y lúdicas.
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“Cuando uno es maduro, siente la necesidad de decir cosas importantes que por A o B razón no las ha dicho antes”, dice Mario Toral. Por eso la necesidad de destaparse a todo ventilador en su recién publicada autobiografía “Toral en el país de las maravillas”. Se aburrió de pintar cosas bellas y lúdicas, dejando atrás el romanticismo que caracterizaban sus obras.“Incluir un elemento más perturbador a mi obra le hacía bien”, sostiene. Aunque, dice, su destape no es nuevo. Ya lo había hecho para el Golpe Militar, cuando hizo la serie “Gente en Lucha”, en la que pintó el interior del cuerpo, los músculos. Una cosa bien visceral, nada que ver con lo que hacía antes, cuando pintaba la parte epidérmica y suave del cuerpo. No había belleza en el cuerpo, como lo había hecho en “20 poemas de amor” de Neruda. “El cambio grande ahora es que exacerbé eso y para que no hubiera por dónde perderse, le agregué palabras a las imágenes. Una cosa bien propagandista”, dice.

En este libro, el pintor incluyó dibujos en tinta china alusivos al Golpe Militar, publicados en 1974 en la revista literaria “Araucaria” en el exilio de Volodia Teitelboim. Aunque la mayoría de ellos fueron guardados en un cajón de su casa durante más de 40 años, junto con muchas pinturas relacionadas a la mujer y el erotismo. Ahora la colección va completa en este volumen.

“Vi estos dibujos de la “Araucaria” y los de la mujer, y dije “por qué no me meto en esto, aumento con otros temas importantes para hacer algo más contundente y ponerlos en forma de libro”, cuenta. Así agregó temas como la pedofilia y la política, además de la religión, que le “ha causado una gran indignación al ver a estos curas pedófilos, no sólo a Karadima, sino a los de todo el mundo”, dice. Le irrita tanto este tema como ver a los políticos prometiéndolo todo. Por eso en uno de sus dibujos le corta la lengua a un político para que no siga hablando leseras. Aunque, eso sí, le interesa la gran política, esa que según él ya no existe. “Me interesan los políticos de Grecia, que además de ser políticos eran poetas y pintores. Ahora la cultura está muy lejos de la política. ¿Si la cultura está lejos de Piñera? Ni siquiera da para pintar una línea. Los bonos de Piñera eran bien bajos, pero con esta cosa de la minería subieron, pero con de Punta de Choros bajaron otro poco”.

¿Cómo tomarán estas críticas en su mercado, el barrio alto?
-Vivo en el barrio alto, sin ir más lejos. Los pintores tienen la habilidad de vivir de la burguesía y atacarla al mismo tiempo. Siempre ha sido así. Goya era pintor de la corte y si ves los cuadros que hizo contra los reyes, eran para matarlo. Siempre los cuadros terminan en palacios, iglesias, pero el artista se escabulle. Imagínate en el Renacimiento, cuando era prohibido representar desnudos, salían las madonnas con las pechugas al aire alimentando al niño Jesús. ¡Y hay algunas que son muy sexys! ¡Y están en el Vaticano!

¿Y usted mismo, se siente un “cortesano del poder”, como lo denominó hace unos años Justo Pastor Mellado?
-Qué buena. Mira, yo creo que es al revés. Mellado vive del poder, él está siempre en cosas oficiales del Gobierno. Él se define a sí mismo. Es un cortesano del poder. Yo no me siento así. No diría que soy libre como un pájaro, porque uno está atado a una sociedad, sino nadie te vería, si no tienes nexos con la sociedad, pero ves este producto (muestra su libro) y nadie podría decir que se siente a gusto de tenerlo en su casa.

O sea, los trabajos de este libro no los podría poner en el Metro Los Domínicos, como lo hizo con su mural en la Universidad de Chile…
-Jajaja. No, prefiero el metro U. de Chile. donde mi trabajo lo ven tres millones de personas. En una conversación alguien me dijo que este libro nadie me lo compraría, porque atacaba a todo el mundo. Pero es muy fácil, lo van a comprar las personas víctimas del poder y la burocracia, las víctimas de los curas, las víctimas de la moda que no tienen plata para comprarse un vestido bonito.

CALIENTE SIEMPRE

Con este libro, nuevamente se mete en la literatura. Sé que tiene guardados muchos cuentos eróticos. ¿Por qué le atrae este tema? ¿O es que “ahora de viejo me estoy poniendo cada vez más caliente”, como alguna vez le dijo su amigo Neruda?
-Jajajaja. Pero es que he sido caliente toda mi vida. Y Neruda, imagínate, escribió los “20 poemas de amor y una canción desesperada” teniendo 21 años ¡sin siquiera haber hecho las cosas que decía ahí! Eso me lo dijo tiempo después. Se la estaba dando, nomás. Esa es la imaginación de poeta o de pintor.

¿Por qué se esperó hasta el Bicentenario para lanzar su libro y, a propósito, qué piensa de esta celebración?
-Fue coincidencia. No creo en este Bicentenario. Es una cosmética. Van a inaugurar muchas cosas, van a traer gente del extranjero, los políticos se van a refocilar en este festejo… Encuentro que lo que se debería hacer para la conmemoración de un bicentenario sería decir “no hay más pobres en Chile, no hay más gente con hambre y sin agua potable”. Esa sería una celebración, sino ¿qué es lo que se celebra? Nada. Hay que celebrar la felicidad de un pueblo. Ahora es una celebración hueca.
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TORAL EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Editorial Ocho Libros
2010, 256 páginas
Precio de ref.: $33.000.