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Opinión

10 de Agosto de 2011

Yo no quiero ser la nueva lesbiana

Camila Valladares Es innegable que la causa homosexual está pasando por un momento importante. Durante los últimos meses han ocurrido cosas buenas, cosas que han generado un debate sobre la condición civil de los homosexuales como clase en Chile. No sin sortear todo tipo de prejuicios, mitos y fobias, Pablo Simonetti ha sido tremendamente auspicioso […]

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Camila Valladares

Es innegable que la causa homosexual está pasando por un momento importante. Durante los últimos meses han ocurrido cosas buenas, cosas que han generado un debate sobre la condición civil de los homosexuales como clase en Chile.

No sin sortear todo tipo de prejuicios, mitos y fobias, Pablo Simonetti ha sido tremendamente auspicioso para alcanzar la meta a la que hoy en día podemos aspirar: La igualdad en términos legales. Sus intervenciones han sido exitosas y la crítica dentro de grupos homosexuales frente a su desempeño es casi nula. Esto ocurre justamente porque esta persona supo entender de manera clara la responsabilidad que conlleva hablar en un medio de comunicación masivo, dejando de lado sus opiniones y gustos personales, para avocarse a ser vocero preciso de las razones y demandas de un grupo que se encuentra en desventaja.

Frente a un escenario bullente, en donde cada acción pública cuenta, la entrevista de Flavia Goncalves es una sorpresa frente a la cual muchas lesbianas, incluyéndome, se sienten mal interpretadas y ofendidas.

Claramente el fuerte de Flavia no son las causas colectivas y tampoco fue su intención ser comprometida políticamente o “reina de las lesbianas”, como lo explica con sus palabras. Y no creo que sea la única la única, el individualismo y la excesiva preocupación por asuntos superficiales son hoy en día una epidemia generalizada.

Aún así, Flavia debería ser más cuidadosa de dónde derrama sus extrañísimos conceptos sobre lesbianismo, porque además de vender un “Producto Fiesta” como ella lo entiende, cuando aparece en el diario como lesbiana, hablando sobre lesbianas, nos está representando.

Quizás en los grupos en donde ella y la gente de buen gusto, como ella identifica su segmento, circula, comentarios como: “siempre es feo, siempre es sucio, con minas brutas que parecen hueón”, pasan colados, o peor aún, son compartidos.

Pero en prensa?

Salir en el diario maltratando una de las cosas más valiosas que tiene la cultura homosexual, que es la resistencia y cuestionamiento a ese bloque enorme y rígido de cómo se debe ser hombre o mujer en la sociedad. Es inaceptable.

Hay mujeres y hay hombres que no nos sentimos cómodos habitando el rol que nos ha sido impuesto por la sociedad. Y hay mujeres que “parecen hueón” y hombres que parecen mujeres y muchas otras realidades y formas de transitar el género. Y entiendo que eso puede incomodar e incluso transgredir a muchos. Son grandes estructuras a las cuales la gente se aferra, por miedo a lo indefinido o porque es raro, o cualquier otro prejuicio. Y es que a fin de cuentas les es una realidad ajena.

Pero una lesbiana, ¿cómo puede ser tan prejuiciosa al respecto?

La entrevista es ofensiva en tantos niveles que se haría tedioso citar cada una de las frases que se construyen sobre la discriminación.

No es positivo, sobre todo en este momento, leer comentarios públicos sobre masculinidad, feminidad y rollos de identidad tratados de manera tan liviana y pobre. Si realmente Flavia cree que la diversidad de formas de ser mujer entre las lesbianas masculinas se reduce a querer ser hombre u a odiar a los hombres, el género es un campo de estudio que sin duda debiera visitar.

Si quería promocionarse y promocionar la fiesta, está bien, a todas nos gusta ir a una fiesta, más aún si es sólo para mujeres, pero podría haberlo hecho sin pasar por encima de tantas. “Yo estoy seleccionando, no discriminando” ni ningún otro eufemismo que haya utilizado la salvan de la exposición de sus fobias personales, ignorancia y falta de conciencia social.

Cómo posteó una de las tantas lesbianas ofendidas en el muro de su facebook, si esa es la “nueva lesbiana”, yo no quiero serlo.

Se despide con un saludo distante,
La lesbiana de siempre.

Si quieres ver la entrevista a Flavia Gonçalves pincha acá

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