Romney, Paul y Santorum, los republicanos que le quieren mear el asado a Obama

Fuente www.eltiempo.com
Un obispo mormón multimillonario, que está entre los 50 hombres más bellos de la revista People; un ginecobstetra libertario, excéntrico, campeón estatal de los 200 metros planos; y un radical casi desconocido que se viste de chaleco, encabezan el grupo de conservadores enfrentados en varias causas y a quienes identifica solo una: sacar a Obama de la Casa Blanca. Mitt Romney, Ron Paul y Rick Santorum son los tres “aspirantes suspirantes” que se baten en la montaña rusa de las encuestas de popularidad para las elecciones primarias de los republicanos.

Otros, como Sarah Palin, Rick Perry, Herman Cain y Newt Gingrich, que lideraron las mismas encuestas, han sido incinerados gracias a sus metidas de pata culturales, sus actividades censurables por fuera del hogar, contradicciones de principios y monumentales lapsus de memoria en los caníbales debates televisivos.

En la primera contienda de Iowa, hubo un triple empate técnico, en el que Romney le ganó a Santorum por ocho votos y Paul estuvo a solo cuatro puntos de los primeros. Así quedó demostrado que ninguno de ellos tiene la designación asegurada. Este martes, la batalla será en New Hampshire, donde el camaleónico Romney es el favorito.

Después de las elecciones en Iowa y New Hampshire hay vida, y mucha, para los aspirantes. Cada estado hace sus elecciones internas (primarias o ‘caucases’) y quien vaya acumulando más victorias, irá asegurando más delegados entre los 2.286 que estarán en la convención general de agosto. Y aunque Iowa solo aporta 28 delegados y New Hampshire 12, ganar allí genera mucha prensa, momentum y, lo más importante, dinero para las campañas. California aporta 172 delegados, Texas 155, Florida 50 y Nueva York 95. Los delegados al final eligen al candidato.

El delfín

Williard Mitt Romney, ex gobernador del estado democrático de Massachusetts, fanático de la información y las estadísticas gráficas, es hijo de un industrial que fue ministro de Nixon y también candidato presidencial. Es considerado un flip-flop o voltearepas por el cambio de sus posiciones políticas (ha sido independiente, demócrata y republicano moderado, progresista, de derecha y, ahora, de extrema derecha, cuando está de moda el Tea Party).

Por su actividad religiosa y, después, gracias a que se ganó una lotería, se escapó del servicio militar durante la Guerra de Vietnam. Multiplicó su herencia como fundador y director del fondo Bain Capital. Se calcula que tiene más de 250 millones de dólares y se niega (hasta ahora) a contarle a los electores lo que le cuenta al Departamento de Tesorería de Estados Unidos.

Si gana, será el inquilino más rico de la Casa Blanca y donará su sueldo de 400 mil dólares anuales a causas benéficas. Ha gastado más de 50 millones de su profundo bolsillo en sus campañas para gobernador y como candidato republicano. Y está dispuesto a girar más. Se opone a la educación bilingüe, concederle licencia de conducir a los inmigrantes ilegales y no quiere ni pensar en la amnistía para aquellos que llevan muchos años viviendo en Estados Unidos sin papeles, aunque no tengan antecedentes criminales.

Hizo un MBA en Harvard, se graduó con honores y lo recuerdan por ser uno de los estudiantes mejor peinados.

Evade el tema religioso en su biografía autorizada. Le pusieron Williard en honor al mejor amigo de su padre, el también mormón J. Williard Marriott, el fundador de los hoteles Marriott. Hace poco se alineó con la National Rifle Association, la organización estadounidense que defiende el porte de armas, y ha sacado a relucir su desconocido pasado de cazador, uno de los requisitos para ser, o parecer, un republicano de verdad. Si gana, competirá por el título del presidente más bello de los Estados Unidos con John F. Kennedy.

Hombre de ideas extrañas

El más constitucionalista y controvertido de todos, el texano Ronald, ‘Ron’, Paul, ha asistido el nacimiento de más de 4.000 niños como médico obstetra. Ninguno de los proyectos que ha pasado congreso en sus 20 años de carrera como congresista han sido aprobados y tiene ideas “extrañas” en el ámbito republicano, como la de eliminar las tropas de Estados Unidos en el exterior, incluyendo las de las Naciones Unidas, no más intervencionismo, no más Reserva Federal, no más ayuda externa, no más ciudadanía a los hijos de ilegales nacidos en el país. Le dicen el ‘Dr. No’. Promete bajar los impuestos federales y conceder mayores libertades individuales y menos imposiciones federales.

En los sesenta fue médico de la Fuerza Aérea y, más tarde, candidato por el partido Libertario.

A sus casi 77 años y con 18 nietos, tiene un buen estado físico. Su barriga es dura y todavía musculosa, y su estilo frentero y nacionalista genera una extraña admiración y empatía entre los jóvenes menores de 30 años. Mientras lo reciben como un ‘rock star’ en colegios y universidades, muchos lo consideran un loco, y otros un peligro o un excéntrico.

Si el ‘rock star’, Ron Paul, no gana la nominación republicana, es posible que se lance como candidato de un tercer partido, divida a los republicanos y le facilite la victoria a Obama.

El ‘niño bueno’

Rick Santorum, ex senador por Pennsylvania, tiene graves problemas en Internet. Cuando en Google se ingresa la palabra “Santorum” lo primero que sale es una definición grotesca y burda de sexo anal. Santorum no ha podido hacer que el vínculo deje de aparecer en el buscador, pues Google ordena las páginas según el número de clicks de cada una. Esa ha sido vastamente promovida por organizaciones de homosexuales como represalia a unas declaraciones de Santorum en el 2007, en las que aseguraba que las relaciones homosexuales eran equiparables con las de hombres con niños u hombres con perros. Entre más popularidad gana el candidato, más visitas tiene la página.

Es el candidato con menos ingresos y con una de las campañas más pobres. Se cree que su surgimiento es una reacción de los católicos y evangélicos contra el candidato mormón. Tampoco pagó servicio militar y es un enemigo acérrimo de Irán, al que quiere intervenir militarmente. Es enemigo de los inmigrantes ilegales y, por supuesto, del aborto.

Es el más conservador de los candidatos y ahí radica su fuerza. Ha hecho afirmaciones controvertidas, como que hay que reducir las estampillas de comida para desempleados porque hay demasiada obesidad en Estados Unidos, y ha hablado en términos peyorativos de los musulmanes, los negros y el estado Palestino. Condena el uso de la píldora anticonceptiva y tiene seis hijos vivos. Uno, Gabriel, murió en 1996 poco después de nacer. Devastado, durmió con el cadáver de su hijo y al otro día lo llevó a la casa para que lo conocieran sus hermanos. Amigo del Opus Dei, llama la atención por usar suéteres cerrados y sin mangas.

Si a los “suspirantes” Mitt, Ron o Rick se les acaba el oxígeno, Jon Huntsman está en la banca, fresco y descansado. Huntsman, el ex gobernador de Utah, un conservador moderado joven y ex embajador de Obama en China, es el gallo tapado republicano.