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Opinión

25 de Junio de 2012

Los adictos a la droga “cristal” en Estados Unidos están en llamas

Por Henry Langston para Vice México El cristal, esa droga hace tu libido estallar mientras arruina tu vida, favorita de Tom Sizemore, Fergie y varios desafortunados, encontró la forma de aumentar su disponibilidad, peligrosidad y volversa más indigna. A menos, claro, que tener quedamuras de tercer grado en 90 por ciento del cuerpo y estar chimuelo sea el […]

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Por Henry Langston para Vice México

El cristal, esa droga hace tu libido estallar mientras arruina tu vida, favorita de Tom SizemoreFergie y varios desafortunados, encontró la forma de aumentar su disponibilidad, peligrosidad y volversa más indigna. A menos, claro, que tener quedamuras de tercer grado en 90 por ciento del cuerpo y estar chimuelo sea el look que estás buscando.

En los últimos años, el método “agita y hornea” ha desplazado a esa técnica larga y complicada que requiere de una locación apartada, equipo de laboratorio sofisticado y paciencia (algo que los adictos al cristal no tienen). La nueva ténica conserva gran parte de los ingredientes tradicionales de las metanfetaminas (seudoefedrina, litio, combustible Coleman, acido clorhídrico, etc), pero en lugar de recipientes de vidrio y una flama abierta, los ingredientes se mezclan agitándolos en una botella de plástico con agua.

El proceso de agitación dura unos 15 minutos, es tan fácil que lo puedes hacer en Walmart sin que nadie se de cuenta, y terminas con más producto; suena perfecto, ¿cierto? Lo sería, de no ser por el inconveniente de que te puede estallar en la cara.

El problema que enfrentan los cocineros agitadores es que la reacción es mucho menos estable cuando meneas una botella de agua que cuando estás con condiciones controladas en un laboratorio. El litio puede reaccionar con el agua (o con el aire, si quitan la tapa demasiado pronto) y puede explotar, envolviendo al cocinero en una bola de fuego. Las víctimas de estas explosiones están llegando en olas a las unidades de quemaduras en todo Estados Unidos, y están obligando a muchas a cerrar, pues estos adictos, la mayoría sin seguros, están consumiendo los recursos de los hospitales.

Quería saber más sobre el método agita y hornea (por razones meramente periodísticas ; ), por supuesto), así que contacté a Tommy Farmer, un detective de la Oficina de Investigaciones de Tennessee y director del equipo con metanfetaminas y farmacéuticos del estado.

VICE: Hola, Tommy. ¿Por qué explotan estas botellas, que sale mal?
Tommy: Una mezcla de cosas, pero básicamente es un sentimiento de falsa seguridad por parte del cocinero. Les decimos que es cuestión de “sí”, no “cuando”, porque la velocidad de la reacción y la combinación de químicos lo hacen muy volátil. Los ingredientes son nitrato de amonia, hidróxido de sodio, pseudoefedrina y éter, y con agua, esa es una combinación muy reactiva.

¿Un poco de conocimientos en química ayudaría para estar más seguro?
Sí y no, el problema es que estás usando dispositivos improvisados, y cuando haces eso, estas cosas ocurren. Cuando creas una reacción endotérmica en una botella de plástico, no puedes estar preparado para todas las ecuaciones y posibles resultados. Hasta los experimentos que hacemos en nuestro laboratorio, para aprender más sobre esta ténica y sus riesgos, han fracasado, y hemos tenido muchas reacciones peligrosas. La diferencia entre nosotros y ellos, es que estamos usando trajes protectores, pero los que cocinan cristal no tienen 1,200 dólares para uno de esos, así que terminan en la unidades de quemaduras de su localidad, las cuales en este momento están a una tercera parte de su capacidad en Estados Unidos.

¿Las explosiones de estos agitadores se están convirtiendo en un verdadero problema para estas unidades de quemaduras?

Completamente, es un costo y una preocupación muy fuertes. También existe un enorme riesgo para otros si el incendio ocurre en un complejo departamental, moteles o autos en movimiento en una carretera. Si el fuego no los mata, entonces terminan en una unidad para quemaduras. En mi unidad de quemaduras local, el centro Vanderbilt, una tercera parte de los pacientes están relacionadas con el cristal y pronto descubrimos que esto no ocurría únicamente en Tennessee, sino en todo Estados Unidos. La mayoría de estos adictos no tienen ningún tipo de seguro, y eso pone mucha presión a las unidades de quemaduras. El costo promedio por tratar a un paciente con quemaduras por cristal puede llegar al millón de dólares.

Jesús. ¿Cuándo viste por primera vez con el método de agitación?

Sabemos que llegó a la Costa Oeste alrededor de 2003-04, y no llegó al Sur sino hasta 2007. El uso aumenta de manera exponencial cada año. Yo diría que los laboratorios de agitación representan el 80 por ciento de nuestros atracos. Técnicamente, una botella es un laboratorio y la gente opina que eso sezga las estadísticas, pero nunca encontramos sólo una, durante una operación encontramos 98 botellas. En promedio, encontramos tres o cuatro por operación.

¿Por qué crees que existe el método de agitación? ¿Es sólo por su simpleza, o tiene que ver con la recesión?
Creo que tiene que ver con la complejidad del cristal. Si los usuarios de meth no tienen que dependen de fabricantes y dealers, entonces no tienen por qué preocuparse de tener un buen contacto para conseguir el producto final. Piensan que pueden pasar desapercibidos, quieren algo más puro y al hacerlo ellos mismos sienten que tienen una especie de control de calidad.

Este método está aumentando el uso y la disponibilidad del cristal, ¿crees que el cristal se ha convertido en la droga más peligrosa en Estados Unidos?
Si incluyes la fabricación, completamente. Es la peor droga que he visto en mi carrera como policía, por su complejidad. Perseguir los laboratorios es agotador, es el impacto acumulado, afecta a tantas áreas de la comunidad, puede ser devastador. Si analizamos la droga en si y que tan adictiva es, podría decirse que es tan adictiva como el crack o la heroína. Con esas drogas sólo estas lidiando con el producto final, pero con la meta tienes laboratorios, y eso lo hace mucho más difícil.

¿Cómo enfrentan eso las autoridades?
No podemos utilizar métodos convencionales de investigación, así que tenemos que entrenar a nuestro equipo para que sean expertos en manejo de residuos tóxicos, personas que puedan entrar a un laboratorio y estabilizar, segregar y desmantelar los químicos y el equipo. Tenemos que estar seguros de que nuestros oficiales recibieron el equipo protector adecuado, el cual tenemos en camionetas de respuesta estratégicamente colocadas. También tenemos un sistema de inteligencia en todo el estado que rastrea la pseudoefedrina, además de ofrecer a las fuerzas de seguridad la opción de reportar sobre laboratorios clandestinos y marcar su ubicación.

¿Has escuchado muchas historias de terror en tu lucha contra las metanfetaminas?
[Risas] Sí, mes a mes. Llamadas de familias que se mudan a una casa de metanfetaminas de la que no sabíamso nada y niños que se enferman con problemas respiratorios. Desde cosas como esa, hasta ver a niños que accidentalmente ingirieron un recipiente lleno de ingredientes de meta y que terminaron con el esófago literalmente destrozado por el ácido sulfúrico. Veo esto todos los meses, es ridículo.

Niños sin garganta, casas incendiadas, unidades de quemaduras que cierran… el nuevo método de cocción definitivamente ha hecho mucho mal en Estados Unidos, ¿pero que hay de Inglaterra?

Elliot Elam trabaja en Addaction, un centro para tratamiento de adicciones en Inglaterra. “La metanfetamina realmente no ha hechado raíces en este país, pero eso no quiere decir que no lo hará. Sólo vemos un par de casos al año”. ¿Es un problema de oferta? “No necesariamente, porque se podría hacer aquí si realmente se quisiera. Se popularizó en Australia porque es una pesadilla conseguir heroína, así que inundaron el mercado con metanfetaminas porque es autosustentable. Pasó lo mismo en la región central de Estados Unidos”.

Con tantas drogas en el mercado, muchas de las cuales son definitivamente menos dañinas que el cristal, hace falta una persona muy curiosa para probarlo, pero ahora, con el método de agitación, supongo que esa curiosidad sería mucho más fácil de saciar.

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