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Cultura

27 de Junio de 2012

El triste final de un ícono de la cultura alemana

Hace 22 años, un edificio abandonado en Berlín, que había servido como cuartel de las SS, fue ocupado por el colectivo artístico Tacheles y convertido en un emblemático centro cultural. Ahora, este espacio clave para el desarrollo del arte, tendrá que ser desalojado.

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Por: EFE y Revistaarcadia.com.

El edificio abrió sus puertas 1909 como un centro comercial. Luego, fue un poco de todo: hospedó dos bancos, fue sede del Frente del Trabajo (la organización laboral de los nazis) e, incluso, cuartel de las SS. Después de esta agitada historia y de quedar en ruinas tras la Segunda Guerra Mundial, en febrero de 1990, antes de su prevista demolición, el edificio fue ocupado por la iniciativa artística Tacheles. Desde entonces, es un centro cultural en el que se produce arte y también se realizan exposiciones, talleres y eventos alternativos. Además es un lugar de visita obligada para cualquier turista joven.

Debido a su estado ruinoso, en 1998 los artistas del Tacheles firmaron un acuerdo para poder permanecer en el lugar durante diez años más, a cambio de reformar el edificio y ocuparse de su mantenimiento con sus propias fuentes de inversión.

Una vez finalizado ese contrato, la situación del Tacheles empeoró, ya que el propietario de los terrenos quebró y su principal acreedor, el HSH Nordbank, reclamó la superficie en el centro de Berlín, lo que incluye la casa cultural.

El colectivo cultural trabajó hasta el cansancio para evitar el desalojo, pero perdió la batalla y el edificio ahora saldrá a subasta forzosa.

En una carta abierta al alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, los artistas expresaron: “El centro artístico Tacheles deja así definitivamente de funcionar, de lo que únicamente usted es responsable. Habría sido fácil salvar el centro creativo de Berlín del desmantelamiento y la destrucción especulativa. Usted no ha cumplido conscientemente esta tarea”, le acusan en la misiva.

Además, los artistas instan a Wowereit a que “no malgaste en el futuro ni un euro más de impuestos en ningún proyecto de inversión en este lugar, ya que los perjuicios ya existentes que ascienden a cifras millonarias son demasiado grandes para el contribuyente alemán”.

Los firmantes, que exigen en su carta la “inmediata dimisión” del alcalde-gobernador y máximo responsable de la cultura, afirman que “la política cultural de la región de Berlín está destruyendo esta mundialmente conocida metrópolis cultural”.

“Con la entrega de las llaves recibe una vez más una factura por la política cultural diletante que ha practicado en esta ciudad”, señalaron.

“En este tiempo, no sólo este centro artístico sino toda Berlín se han hecho famosos como lugar para la creatividad. Ahora esto se acaba. El centro creativo de Berlín se encuentra ante su cierre definitivo. El arte definido por el mercado no es arte libre”, subrayan.

Siempre amenazado por un inminente cierre, el edificio ocupa un espacio de 2.200 metros cuadrados, de un gigantesco solar de 24.000 que, a mitad de los noventa, fue adquirido para desarrollar un proyecto de lujo que nunca se acometió.

El ya mítico centro cultural era uno de los atractivos turísticos de la capital con medio millón de visitantes al año.

La casa albergaba 30 estudios en los que más de 60 pintores, escultores, joyeros y músicos de todo el mundo disfrutaban de una total libertad creativa y decidían si trabajan con las puertas abiertas o en privado.

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