Intentan declarar “interdicta por demencia” a miembro del clan Ossandón Larraín

Manuel Ossandón Larraín, quien está enfrascado en un litigio familiar para recuperar su parte de la fortuna heredada por el empresario y político Bernardo Larraín Vial, solicitó al Tercer Juzgado Civil de Santiago que declare “interdicta” –por demencia- a su hermana María Soledad. Así lo establece la demanda presentada a dicho tribunal, el pasado 8 de noviembre, a la que accedió The Clinic, donde Manuel asegura que la mujer no puede administrar sus bienes.

La presentación del libelo se enmarca dentro de la guerra que mantiene Manuel con su hermano Bernardo, ambos nietos herederos de la millonaria fortuna de Bernardo Larraín Vial, tanto en el Servicio de Impuestos Internos (SII) como en la Fiscalía Centro Norte. En el Ministerio Público, Manuel se querelló contra su hermano y contra dos abogados –Marko Jürgensen y Rodrigo Ruiz Tagle- por los delitos de estafa, apropiación indebida y prevaricación.

En esta causa por interdicción, Manuel argumenta que su hermana, debido a un tumor cerebral que la afectó de niña, no puede hacerse cargo de su patrimonio. Asimismo, agrega que su hermano Bernardo, mediante “acciones fraudulentas”, la ha perjudicado económicamente en su patrimonio que asciende a los 200 millones de dólares.

Hay que recordar que Bernardo Ossandón Larraín creó, a mediados de la década pasada, la sociedad Real State en Panamá, cuyo espejo –la Fundación Educacional BLV- está ubicada en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, dejando fuera de la administración de la fortuna a su hermano Manuel, quien reclama su parte estimada en 100 mil millones de pesos.

“Me asiste el deber ético y legal de solicitar que en este proceso se declare la interdicción por demencia de mi hermana, con el fin de que una persona idónea pueda defender su patrimonio, toda vez que ella es incapaz de entender estos actos de disposición ilícita de su patrimonio y menos las consecuencias de ellos”, señala la demanda.

En la acción legal también se destapan las influencias que usó la familia para que la mujer pudiera estudiar tanto en el colegio Los Andes, como después turismo en un instituto – cuya dueña era amiga su madre María Soledad Larraín- pese a que su condición de salud mental lo hacía imposible, por lo que casi nunca asistió a clases.