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Nacional

18 de Diciembre de 2012

Allamand juega al superhéroe: se reúne con Carlos Larraín para tratar de frenar su salida

El candidato presidencial de Renovación Nacional se puso los calzoncillos por encima del pantalón y se vistió de héroe para tratar de frenar la salida de Carlos Larraín de la presidencia del partido bajo el argumento de la unidad con miras a las primarias que en junio lo enfrentarán con Laurence Golborne. Mientras tanto, en la UDI festejan con la pataleta de Larraín y aprovechan para aguachar al gobierno hacia su visión política del mundo.

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El candidato presidencial de Renovación Nacional Andrés Allamand se reúne esta tarde con el ex presidente del partido, Carlos Larraín, para abordar su salida de la mesa directiva del partido y se especula que tras el encuentro, el senador designado podría revertir su polémica decisión.

La renuncia de Larraín, en protesta por la salida de Teodoro Ribera del gabinete de Piñera tras el escándalo por su vínculo con el ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, tomó a la derecha por sorpresa y desató una crisis política en el gobierno en el inicio de la campaña con miras a las primarias presidenciales y a la definición de cupos parlamentarios para las elecciones del 2013.

Incluso, fue el propio Larraín quien dijo que solo las primarias trababan su decisión señalando que “lo único que me puede preocupar es ser en alguna forma un perjuicio para la candidatura de don Andrés Allamand”. Así mismo, la mesa directiva de RN dijo ayer que de no ser por las primarias, hubieran renunciado en bloque para mostrar su molestia por la forma en que La Moneda hace las cosas sin una “coordinación” con los partidos.

La intervención de Allamand en la crisis fue solicitada por importantes militantes del partido del presidente, como el caso del ex alcalde de Puente Alto Manuel José Ossandón y se espera que en la conversación prime el argumento de la campaña presidencial y el sentido de unidad con miras a las primarias, donde Allamand tiene un difícil panorama frente al abanderado de la UDI, Laurence Golborne.

Después de una serie de señales de molestia hacia La Moneda por la falta de participación de los partidos en las decisiones del gobierno -como sus constantes ausencias al comité político de los lunes- Larraín optó por patear el tablero, renunciando a la presidencia como muestra de que sus amenazas sí eran reales y podría complicar el panorama legislativo del gobierno en su tramo final, cuando buscará cumplir una serie de promesas de campaña emblemáticas como el caso del Acuerdo de Vida en Pareja, para lo que necesita obligatoriamente de todos los votos de RN ya que desde la UDI no cederán en este punto.

El gobierno ha actuado con cautela frente a la renuncia de Larraín y el ministro del Interior, Andrés Chadwick, dijo que esta “es una decisión absolutamente interna de RN, el gobierno no tiene ni que pronunciarse, ni involucrarse ni perturbar ninguna decisión o acción que se desarrolle al interior de un partido político, más aún cuando se trata de partidos de nuestra coalición”.

Sin embargo, para nadie es un secreto que la molestia del partido preocupa en Palacio y el rol de Allamand en el encuentro de hoy podría ser considerado como el de un intermediario entre La Moneda y el millonario financista de Renovación Nacional.

Donde sacan cuentas alegres es en la UDI, tienda que está aprovechando para cobrar una serie de cuentas pendientes a sus compañeros de coalición que vienen del tiempo en que Rodrigo Hinzpeter era ministro de Interior y que se resumen en la sensación en el gremialismo que su voz y visión política del mundo no ha sido incluida en la conducción del gobierno.

Por eso, buscarán aprovechar la caída de “Don Carlos” para aumentar su influencia en los últimos meses del gobierno y de alguna forma inclinar la balanza a su favor. Acostumbrados a ser quienes se quejaban por el mal trato de La Moneda a su gente, hoy celebran la pataleta de sus socios apuntando directamente a Larraín por abrir un flanco más al gobierno:

“La renuncia de Carlos Larraín a la mesa de RN genera un efecto negativo y le da a la concertación un elemento para resaltar la falta de unidad y de apoyo de RN al Presidente y al gobierno. Es un elemento que perjudica y que no puede llegar en peor momento”, dijo esta mañana el presidente de la UDI, Patricio Melero.

Pero el que tenía una deuda pendiente que cobrar hace mucho era Iván Moreira, quien no desaprovechó la oportunidad para pegarle con todo a Larraín diciendo que “los presidentes de partido no pueden tener pataletas, pero siempre hemos visto con preocupación el tema de las comunicaciones. La verdad es que no es culpa de nosotros que el presidente de un partido no tenga la capacidad de relacionarse con los ministros que llevan la conducción política. Esto no pasa por un problema de comunicaciones entre el Gobierno y RN, tampoco por la UDI, el presidente de Renovación Nacional tiene que tener claro que desde que llegaron los ministros de la UDI a La Moneda la conducción política ha mejorado”.

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