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Opinión

23 de Diciembre de 2012

Mi vida en la franja de Gaza

La BBC habló con dos jóvenes cuyos trabajos exponen las peculiaridades de la vida en la franja de Gaza: Muhammad, quien contrabandea productos a través de los túneles entre Gaza y Egipto, y Madeline, la única mujer pescadora de la franja de Gaza. Todavía no amanece en Rafah, en el sur de la Franja de […]

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La BBC habló con dos jóvenes cuyos trabajos exponen las peculiaridades de la vida en la franja de Gaza: Muhammad, quien contrabandea productos a través de los túneles entre Gaza y Egipto, y Madeline, la única mujer pescadora de la franja de Gaza.
Todavía no amanece en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, cuando Busaina Ismail se acerca a su hijo Muhammad y trata, con dificultad, de despertarlo.

Odia esta tarea porque lo está enviando a trabajar a un lugar donde muchos jóvenes han sido enterrados en vida: la red de túneles de contrabando entre Gaza y Egipto.
Tras dos cigarrillos y una taza de té, está casi despierto, pero sin ganas de ir.

“Este trabajo es criminal”, dice, “Nadie debería hacerlo. ¿Alguna vez has visto a alguien cavar su propia tumba? Mientras cavas el túnel podría colapsar. Podría desmoronarse en cualquier momento y matarte”.
Muhammad tiene tan sólo 18 años, pero ya ha trabajado a tiempo completo en los túneles, cavando y cargando pesados bultos durante cuatro años.

Detesta el trabajo, pero tiene pocas opciones. Su padre sufre de la espalda, así que Muhammad es el que gana el pan para una familia de ocho. Y con un nivel de desempleo en Gaza cercano al 28%, el contrabando es uno de los pocos trabajos que proporcionan un ingreso.

La única pescadora de Gaza
Mientras tanto, en el lado opuesto de Gaza, a 35km del puerto de la ciudad, una chica, también de 18 años, parte hacia un duro día de trabajo para alimentar a su familia.

Madeline Kullab es la única pescadora de Gaza. También tiene un padre inválido. Lleva saliendo a la mar a diario desde que tenía 14 años, a pesar de los intentos de la policía de Gaza, manejada por el movimiento islamista Hamas que gobierna la franja, de evitar que trabaje en una industria dominada por hombres.
Madeline, a diferencia de Muhammed, ama su trabajo. Pero las historias de ambos muestran la duro que es crecer en esta diminuta y superpoblada franja de tierra que ha sido bloqueada de sus vecinos de Israel y Egipto durante años, y que el mes pasado estaba en guerra de nuevo con Israel.

Los túneles de contrabando han proliferado desde que Israel impuso el bloqueo, asistido por Egipto, en 2007, después de que Hamas tomara el poder en Gaza.

Aunque las restricciones de viaje para la gente cruzando la frontera de Rafah se aflojaron un tanto en 2011, el envío de productos a Gaza permanece bloqueado.
Todos los materiales de construcción deben ser contrabandeados, ya que Israel teme que Hamas los use para construir infraestructura militar.

Comida y productos de consumo han podido entrar legalmente desde Israel durante los últimos dos años, pero son más baratos cuando se traen por el subsuelo desde Egipto.

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