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Opinión

22 de Octubre de 2013

Irací Hassler, la jotosa que busca presidir la Fech 2014: “El movimiento estudiantil ha perdido incidencia. Ha habido miedo”

Este jueves a la medianoche vence el plazo para la inscripción de las listas que buscan presidir la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile 2014. Como ya es tradición, decenas de banderas, gritos y tumultos se tomarán la sede de los estudiantes de la Casa de Bello; quienes con rostros como Camila Vallejo, […]

Richard Sandoval
Richard Sandoval
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Este jueves a la medianoche vence el plazo para la inscripción de las listas que buscan presidir la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile 2014. Como ya es tradición, decenas de banderas, gritos y tumultos se tomarán la sede de los estudiantes de la Casa de Bello; quienes con rostros como Camila Vallejo, Gabriel Boric y Andrés Fielbaum han sido protagonistas del movimiento social que está cambiando la política chilena.

Por el movimiento Avancemos (JJCC, Juventud Socialista, Izquierda Ciudadana e independientes), la carta para encabezar la federación es Irací Hassler, militante de las Juventudes Comunistas y senadora universitaria, quien da su primera entrevista a un medio en The Clinic Online. La estudiante de Ingeniería Comercial, tercera mujer consecutiva que postula la Jota desde Vallejo, critica la dirección del movimiento estudiantil en los últimos años y asegura que no habría problemas si le toca encabezar la organización mientras el PC integre un eventual gobierno de Bachelet. La elección será el 11 y 12 de noviembre y los principales competidores, junto con Hassler, serán seguramente Melissa Sepúlveda (Luchar) y Sebastián Aylwin (Izquierda Autónoma).

¿Cuando te acercaste a la jota y a la política universitaria?

-Desde que entré a la universidad empecé a participar, primero en mis asambleas de generación y ahí creamos espacios amplios de izquierda. Teníamos convergencia en varios grupos, como Atrévete, y ahí siempre estuvo la Jota involucrada. Pero no fue hasta el 2011 que me convencí más de que efectivamente debía participar en algo más transversal y que la alternativa era la Jota, donde yo veo una alternativa seria a nivel nacional que es capaz de luchar por cambiar efectivamente a toda nuestra sociedad. Hoy día la lucha no es sólo por educación, sino que también es por la salud, la previsión, etc. Y para eso yo creo que es necesario militar en una organización que dispute y tenga propuestas a nivel nacional en los distintos temas que estamos debatiendo.

El 2011 fue el año en que entraste a la política universitaria ¿Qué significó ese año para la política nacional?

-El 2011 es un símbolo de luchas que hemos dado desde varios años anteriores. Ese año lo que hace es mostrarnos que somos capaces de cambiar el sentido común en torno a la educación y al modelo de sociedad que queremos seguir. Ya no éramos sólo un grupo de estudiantes marchando, sino que era una sociedad entera que se cuestionaba por qué tenemos que endeudarnos para estudiar, para tener acceso a la salud.

Ese año la Confech se convirtió en un actor político muy relevante, ¿cómo ha cambiado ese rol en los años que vinieron?

-El 2012 y el 2013 tanto la Confech como el movimiento estudiantil en general ha perdido su incidencia en el debate nacional, en cierta medida. De todas formas la Confech sigue siendo un actor relevante, pero le ha faltado una mayor potencia para incidir directamente en el debate nacional. Ha habido miedo a involucrarse en las discusiones y eso no ha perjudicado como movimiento estudiantil. Sin embargo, aún está el conflicto estudiantil abierto, la Confech sigue siendo conocida a nivel nacional y por tanto existen muchas posibilidades de retomar esa incidencia y ese fortalecimiento de la organización estudiantil para el próximo año.

¿Esa pérdida de incidencia es responsabilidad de quién?

-Después de un movimiento tan fuerte como el de 2011, es claramente posible un desgaste. Ahora, eso también ha ido de la mano con conducciones que han sido equívocas en torno a cómo podemos afrontar ese desgaste. Son los dos factores. Por un lado hay un debilitamiento después de tanto tiempo de lucha, pero también una conducción errática en la falta de decisión para afrontar el movimiento estudiantil. Ha faltado la voluntad política de interpelar a la institucionalidad y de seguir con más fuerza en las calles. Ha faltado confianza en el movimiento estudiantil.

Este año la Jota ocupa el tercer puesto de relevancia en la Fech, la secretaría general ¿qué hicieron mal para perder peso?

-Hubo un proceso de construcción muy importante en la federación en los años en que estuvimos liderándola y que terminaron con el 2011. En ese proceso, sobre todo en 2011, donde hay una reactivación del movimiento, mucha participación y donde la jota jugó un rol muy importante, hay cosas que se hacen bien y cosas que se hacen mal; pero obviamente a final de año se concretan las críticas, y eso nos pesó súper fuerte estos dos últimos años. Sin embargo, hemos tenido un proceso de reconstrucción en la universidad, de participación en nuestros propios espacios. Porque el 2011, por todo lo que significó para nuestra estructura, nos alejó un poco del trabajo de base que se venía realizando. Y eso se ha venido revirtiendo sobre todo este último año.

Un sector del movimiento estudiantil acusa de traición a la Jota por estar en un comando con Bachelet ¿Cuánto influye eso en la interna?

-Yo creo que hemos logrado transmitir el mensaje de cuál es la apuesta que como comunistas estamos realizando a nivel nacional. Eso es compartido por algunos y por otros no, pero yo creo que hay una comprensión de que somos compañeros y estamos en la lucha por concretar nuestras demandas. Hemos visto una estrategia particular que tiene que ver con trabajar dentro de la institucionalidad y dentro del movimiento social y la lucha en las calles. Algunos de nuestros compañeros están trabajando fuertemente en esa institucional para abrir espacios democráticos donde puedan caber las demandas del movimiento social. De todas formas, hay que entender que este movimiento es más amplio que la Jota. Aquí estamos participando desde una propuesta amplia y transversal de la universidad, y la apuesta que tenga la Jota en particular no es la de todo este grupo.

¿Cuáles son los ejes programáticos del movimiento Avancemos?

-Nosotros estamos trabajando principalmente en dos ejes. Por un lado, a nivel nacional, vemos la necesidad de avanzar en el movimiento estudiantil, en retomar la ofensiva del movimiento, salir a incidir en las calles y a incidir también en el debate nacional. Y al mismo tiempo vemos el trabajo necesario al interior de la Universidad de Chile. Necesitamos una federación que sea capaz de representar a los estudiantes de la Chile y para eso debemos acercar la federación a los estudiantes, aumentar los niveles de participación. Los temas que trabajamos no son sólo los tradicionalmente políticos, sino también poder generar espacios culturales, de deporte, de discusión académica, para que efectivamente tengamos un nivel de participación que nos permita estar fortalecidos para dar la luchas nacionales e internas. El próximo año se viene un gran proceso de democratización de la Universidad. Se van a cambiar los estatutos, donde podremos por ejemplo recuperar el voto triestamental para elegir al rector. Y para esas luchas necesitamos que los estudiantes estén efectivamente participando en las discusiones.

¿Cómo se compatibilizaría el hecho de conducir la Fech con la eventual participación del PC y la Jota en el gobierno?

-Primero que todo, yo hoy día soy candidata representando al movimiento Avancemos, donde la Jota es uno más de los actores que participan. Nosotros como movimiento nos hemos puesto como objetivo número uno, número dos y número tres el próximo año lograr conquistar la educación gratuita por la que hemos estado luchando. Esta efectiva reforma educacional sólo va a ser necesaria con una gran lucha en las calles y además con una incidencia en el debate nacional. En ese sentido, no va a haber ningún problema, sino que todo lo contrario; nosotros vamos a ponernos a disposición de la lucha de un movimiento estudiantil y social fortalecido que conquiste los próximos años una reforma a la educación superior y en su conjunto.

¿Y qué respondes a la reticencia que se ha creado desde “la ultra” hacia ustedes?

-La lucha y el movimiento social están en nuestro ADN y eso es algo intransable que va a seguir así como ha sido durante todos los años de historia que hemos tenido nosotros como comunistas. Pero además hay que entender que aquí hay un proyecto mucho más amplio, donde no somos sólo comunistas, sino que entendemos que este proyecto y este gran desafío de conquistar la reforma educacional va a depender de cómo logramos fortalecernos como organización interna -con más compañeros e independientes trabajando- y con cómo logramos dar una lucha efectiva en los próximos años. La Fech se ha alejado mucho de los estudiantes. Vemos por ejemplo que un 40% de los estudiantes votan para las elecciones de federación. Eso es un problema hoy día.

¿Cuál ha sido la principal falencia este año

-Este año ha faltado decisión y confianza en el movimiento estudiantil. Nosotros mismos nos hemos asustado como movimiento. Se ha hablado mucho de que las demandas pueden ser cooptadas, entonces para que eso no pase mejor no discutimos con nadie, no interpelamos. Y eso ha debilitado mucho al movimiento. El próximo año debiéramos tener un rol más protagónico. Las conducciones anteriores han mostrado esa reticencia a discutir, a conversar, a dialogar con la institcuionalidad. Sin embargo, ya vimos el 2011 que a pesar de tener un movimiento fuertísimo, con la sociedad entera acompañando este proceso, hay una piedra de tope que ha sido la institucionalidad. Y por lo mismo nosotros no podemos fingir que esa institucionalidad no exista, sino que tenemos que ser capaces de interceder.

¿Qué opinas de las propuestas educacionales de Michelle Bachelet? ¿Le crees?

-Yo creo que las propuestas que ha dado Bachelet dan buenas señales en torno a lo que hemos propuesto como movimiento estudiantil. Sin embargo, son propuestas que todavía están incompletas y que no se han presentado abiertamente a la ciudadanía. En ese sentido lo primero que tenemos que hacer es tener muchas más claridades programáticas en torno a lo que queremos y va a ser el mismo movimiento el que va a ser capaz de llenar los vacíos en torno a la propuesta que hay de educación ¿Si creerle o no creerle? Nosotros a quien tenemos que creerle es a nuestro propio movimiento y a la fuerza que tenemos. No vamos a esperar que nadie nos regale o que hagan todas la reformas que hemos propuesto, sino que tenemos que ser nosotros mismos los que el próximo año con mucha mayor fuerza en las calles, con incidencia y claridad programática, vamos a lograr conquistar las verdadera reforma educacional que queremos.

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