Opinión
29 de Noviembre de 2013Lucía Santa Cruz y su frase sobre Bachelet y el establecimiento en Chile del socialismo: “Es simplemente una cita de Karol Cariola”
La historiadora Lucía Santa Cruz salió al paso de las críticas en su contra luego de que en un foro empresarial asegurara que “el programa de Bachelet es el primer escalón en el establecimiento del socialismo en Chile”, planteado que ellas muestran “al menos dos aspectos muy negativos” del país. “Uno, que la comprensión lectora […]
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La historiadora Lucía Santa Cruz salió al paso de las críticas en su contra luego de que en un foro empresarial asegurara que “el programa de Bachelet es el primer escalón en el establecimiento del socialismo en Chile”, planteado que ellas muestran “al menos dos aspectos muy negativos” del país.
“Uno, que la comprensión lectora es efectivamente muy deficiente, incluso entre nuestros representantes en el parlamento. La frase, como les debería haber quedado claro en una lectura atenta, es simplemente una cita de lo expresado hace unos días en un programa de televisión por la diputada electa de la Nueva Mayoría, Karol Cariola”, señala en una carta publicada por El Mercurio.
“Llama la atención que cuando lo dice ella no produce efecto, pero si lo dice alguien ajeno a esa coalición es ‘campaña del terror'”, detalla la consejera del Instituto Libertad y Desarrollo haciendo alusión a la ex dirigente estudiantil.
“El segundo rasgo muy empobrecedor de cualquier debate o intercambio de ideas, es que el único recurso utilizado sea la descalificación personal de quien emite los juicios, en vez de rebatir los argumentos expresados. Así, se me acusa de ‘destemplada’, de ser víctima de ‘mis propios fantasmas’, de ‘incitar al terror’, de ignorar el fin de la Guerra Fría, etcétera. Mucho más democrática y republicana habría sido una respuesta a los argumentos expresados”, agrega Santa Cruz .
Asimismo, en la publicación destaca que “la más importante tarea de un intelectual es analizar en forma crítica las ideas y propuestas que circulan en la sociedad”, puesto que, a su juicio, de otro modo estas “alcanzan una magnitud incontrolable, avasallan, se transforman en eslóganes y pueden tener consecuencias muy indeseables”.
Ante ello, la historiadora señala que “es una lástima que, por ejercer este derecho, que es además una obligación, deba pagarse un costo tan penoso en términos de descalificaciones personales tan hirientes”, añadiendo que en esta discusión “la única que ha sido realmente honesta es la propia Michelle Bachelet, quien no ha dejado de insistir que estamos frente al fin de un ciclo económico y político; que hay dos visiones de país en pugna; que la igualdad es el eje rector de su proyecto, y que su propósito no es replicar su gobierno anterior, sino llevar a cabo reformas estructurales radicales”.