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La Ruta

26 de Enero de 2024

La ruta de Colchagua: los imperdibles a disfrutar desde el valle hasta Pichilemu

Rayuela Instagram: Restaurant Rayuela

Carnes, pescados, frutas, verduras, quesos y mucho más -además del vino- es posible encontrar en esta zona no tan lejana a Santiago y que cada día ofrece una mejor gastronomía.

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Tras alrededor de dos horas de manejo desde Santiago hacia el sur es posible comenzar a internarse en el denominado Valle de Colchagua. Un lugar que a lo largo de las últimas tres décadas se transformó en sinónimo de vinos y turismo, una mezcla ampliamente explotada en la actualidad en diversos puntos de Chile y el mundo.

Sin embargo, a la hora de recorrer el Valle de Colchagua con ojos de turista, lo cierto es que las posibilidades de conocer y degustar van mucho más allá de los tours por las viñas y algunos museos de la zona. Es que si nos concentramos en la comida, es posible disfrutar de una Ruta de Colchagua bastante sabrosa. Mucho más en esta época del año, cuando las cosechas ofrecen productos de primera calidad a buenos precios y con un sabor pocas veces visto. De hecho, un amigo inglés que ha recorrido diversas partes del planeta y ahora vive en esta zona se atreve a decir que los tomates que se pueden encontrar por Colchagua durante el verano son simplemente “los mejores del mundo”.

Con esto y mucho más es posible encontrarse si nos encaminamos hacia esta área. Yo la conozco bien, muy bien, y por lo mismo me atrevo a entregar mis puntos favoritos en lo que a la comida se refiere.

Viña Viu Manent

Imposible referirse al Valle de Colchagua sin detenerse en esta viña de larga tradición en la zona y que además de producir muy buenos vinos y tener tours por su propiedad y degustaciones y todo lo demás, alberga en sus instalaciones dos sitios que vale la pena visitar.

El primero es el restaurante Rayuela, ubicado en una antigua construcción remodelada y a la que se le ha agregado una muy agradable terraza exterior con vista a los viñedos. Acá lo que abunda son las carnes preparadas en la parrilla y el horno de barro, aunque también es posible degustar mariscos y pescados. Todo esto, obviamente, junto a una amplia oferta de vinos de Viu Manent.

A pocos metros de Rayuela está el Food and Wine Studio de Pilar Rodríguez, una de las mejores cocineras del país y que en su cocina-taller ofrece de jueves a domingo un menú de cinco o siete tiempos -más maridaje de Viu Manent- que es sencillamente imperdible. De hecho, hace poco el New York Times lo destacó como uno de los lugares más destacados de la Región de O’Higgins.

En Santa Cruz

Esta localidad es prácticamente el centro del Valle de Colchagua y, por lo mismo, un lugar que vale la pena visitar si se anda recorriendo la zona. Para almorzar, un sitio que jamás falla es el Club Social, ubicado en plena Plaza de Armas (Plaza de Armas 178, teléfono 940031800) y donde es posible degustar platos sencillos pero bien preparados y contundentes como cazuelas, riñones al jerez, pescados varios, callitos a la madrileña, lengua, arrollado y mucho más.

Muy cerca de ahí está la Panificadora Santa Cruz (Rafael Casanova 169, teléfono 722829103), la más antigua del pueblo y famosa no solo por su pan si no que por sus sabrosos helados. Vale la pena hacer una parada. Para la noche, una buena opción puede ser Casa Colchagua (Camino Barriales Los Boldos, teléfono 994245007), ubicado en las afueras de Santa Cruz y donde en esta época se puede disfrutar de una espectacular terraza con higueras y otros grandes árboles, además de un menú especializado en carnes de vacuno, cordero y pescado; así como también unas muy buenas empanadas fritas con diversos rellenos como queso, jaiba o carne.

Francis Mallmann

Seguramente conocen a este cocinero argentino especializado en cocinar al fuego y que durante décadas ha aparecido en televisión. La buena noticia es que no es necesario viajar a sus restaurantes de Argentina o Uruguay para conocer su propuesta gastronómica. Esto, porque al interior de la Viña Montes (Ruta I-350, teléfono 722605190, Apalta) funciona el restaurante Fuegos de Apalta by Francis Mallmann. ¿Qué se puede comer acá? Obviamente todo tipo de carnes y pescados a las brasas, pero también verduras pasadas por el fuego además de otras preparaciones como milanesas, tártaros y más. Obviamente, la carta de vinos es de Viña Montes. Un lugar caro pero muy bueno, como para reservar para una ocasión especial.

Quesos Peralillo

Manejando por la Ruta I-90 y antes de llegar a la localidad de Peralillo siempre valdrá la pena detenerse en Quesos Peralillo (teléfono 722861489), un negocio conformado solamente por mujeres, en donde se hace un maravilloso queso fresco y un manjar al estilo chileno, ese bien clarito y que casi se sienten los granos de azúcar y que es simplemente irresistible.  

La oferta caminera

Para captar los sabores colchagüinos no es necesario detenerse solo en restaurantes. Sucede que en esta época del año mucha gente aprovecha de vender sus productos recién cosechados a orillas de los diferentes caminos de la zona. Así las cosas, es posible encontrarse con tomates, choclos, melones, sandías, lechugas, cebollas y hasta papas en diversos caminos del área.

Además, por las tardes es común ver a gente a orilla de camino instalada con sus parrillas preparando las clásicas churrascas (un pan muy simple y aplastado que se cocina a las brasas) que suelen vender recién hechas y que no superan los $1.000 por tres unidades. Son, realmente, un vicio. Ahora, si buscan algo con un poco más de elaboración pueden buscar las famosas tortillas de rescoldo que se venden en el sector de San Rafael, en la Ruta I-330-H en la comuna de Palmilla.

Comer en Pichilemu

Al menos para términos enológicos, el Valle de Colchagua se extiende desde la cordillera al mar. Por lo mismo, podemos pensar en recorrer hasta llegar a la costa de la Región de O’Higgins. Más específicamente a Pichilemu, el más tradicional de sus balnearios y que por estos días posee una muy interesante oferta gastronómica.

En clave más popular está Comida Rica, donde se pueden encontrar desde pescados de roca hasta locos y erizos, pasando por merluza frita, ensaladas de cochayuyo y mucho más. Por otra parte también vale la pena destacar La Parrilla de Pino, propiedad del sommelier Marcelo Pino, donde se ofrece obviamente una buena selección de cortes de carne, interiores y pescados en un restaurante que se ubica justo en un paraje donde se aprecia perfecto esa mezcla de campo y mar tan típica de Pichilemu.

Para el final dos platos fuertes de esta localidad: el Club Social Los Piures, donde de la mano del cocinero Matías Arteaga y una cooperativa de pescadores local se ha armado un espacio al aire libre, bien rústico, donde cada fin de semana se arma una verdadera fiesta con pescados, mariscos, cerveza artesanal y mucho más. Un imperdible.

Y otro lugar que no se puede dejar de destacar es Mareal, que de la mano del cocinero Gustavo Moreno ofrece una cocina de mar ecléctica y sabrosa, con productos frescos y una propuesta vanguardista que no se ve en ninguna otra parte. De hecho, me atrevería a decir que es uno de los restaurantes de productos del mar que mejor trabaja no solo en la zona si no que en el país. Es decir, vale la pena pegarse el pique a Colchagua y llegar incluso hasta Pichilemu.

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