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Opinión

10 de Diciembre de 2013

De la Asamblea Constituyente a la reforma de las AFP: Los gestos programáticos que hizo Bachelet para asegurar apoyos en el balotaje

Los encuentros con Antonio Horvath, Bárbara Figueroa y Alfredo Sfeir fueron los puntos más altos de la estrategia del comando de Michelle Bachelet de cara a la segunda vuelta. Pero para sintonizar con los electores de Franco Parisi, Marco Enríquez-Ominami y el ecologista, la candidata de la Nueva Mayoría debió ceder en algunos aspectos programáticos, como mostrarse abierta a la asamblea constituyente, comprometerse a revisar el sistema de AFP y mostrar más claridad en medio ambiente. “El panorama de dispersión conceptual entre los electores obliga a una estrategia muy poco tradicional”, explican en el comando, a días del balotaje.

Richard Sandoval
Richard Sandoval
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Pese a que, de los ex candidatos presidenciales, sólo logró el apoyo explícito de Alfredo Sfeir, son varios los gestos que Michelle Bachelet tuvo que realizar en las tres semanas siguientes a la primera vuelta, para concretar apoyos de dirigentes sociales e integrantes de las candidaturas de Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi, quienes -junto a Sfeir- sumaron el 22% de los votos el 17 de noviembre, impidiendo la victoria en primera vuelta de la ex mandataria.

Los guiños de la carta de la Nueva Mayoría se centraron en aspectos programáticos defendidos con fuerza por las opciones que quedaron en el camino. El jueves 21 de noviembre, apenas cuatros días después de los comicios, el senador de RN Antonio Horvath llegó hasta el comando de Bachelet con una carpeta bajo el brazo. El respaldo programático del jefe de ideas de Franco Parisi, anunciado con bombos en las redes sociales de la candidata, venía con condiciones que la ex directora de ONU Mujer no pudo descartar, con el rechazo tajante a HidroAysén como el punto más relevante marcado por el parlamentario.

La respuesta de Bachelet fue positiva y se remarcó con fuerza el último viernes en el debate de la Archi. Al ser consultada por la polémica iniciativa, que contempla la construcción de cinco megacentrales hidroeléctricas en la Patagonia chilena, la abanderada socialista respondió que “no la apoyaremos”. Un día antes, la coordinadora del comando, Valentina Durán, subrayó en el marco de la presentación del Programa Ambiental de la candidatura, que “el proyecto HidroAysén es inviable y no contará con el apoyo del gobierno de Michelle Bachelet”.

Ese mismo jueves en la mañana, Alfredo Sfeir comprometió su apoyo a la candidata tras trabajar en conjunto con su comando, y llegar a un acuerdo en más de 40 medidas “que beneficiarán al medio ambiente y a la salud de las personas”. Entre los puntos más destacados de ese acuerdo, Sfeir y Bachelet remarcaron el rechazo absoluto a Hidroaysén y “la revisión de la Ley Monsanto”.

Una fuente del comando de la Nueva Mayoría, reconoce que en medio ambiente “lo que ha hecho Michelle Bachelet es enfatizar contenidos que ya había mencionado en la primera vuelta, pero en una menor medida. Ahora esos aspectos han sido iluminados para mayor claridad en la relación con esos sectores”.

El respaldo de Sfeir fue el primer triunfo concreto del comando, y reviste de importancia debido a la alta votación del candidato en las comunas del barrio alto, donde se da la mayor participación electoral en la Región Metropolitana y donde Bachelet no llegó al 20%. En en distrito 23 (Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea ), uno de los más grandes de la capital, Sfeir obtuvo el tercer lugar, por sobre Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi, con más del 8% de los votos. La misma situación se produjo en La Reina. De hecho, en la Región Metropolitana completa, el ecologista se impuso a Marcel Claude.

Como efecto del rechazo a Hidroaysén, Evelyn Matthei se vio obligada a decir -en el debate Archi- que haría una consulta plebiscitaria en Aysén para despejar el proyecto hidroeléctrico. Antes se había mostrado abierta a probarlo.

La llave de la Asamblea Constituyente

Contrario al discurso desarrollado en la campaña de primera vuelta, en que varias veces la candidata y sus voceros señalaron que la asamblea constituyente no es el método para cambiar la carta magna -uno de los tres ejes de su programa-, en las últimas intervenciones públicas sobre el tema, Michelle Bachelet ha evitado críticas hacia el mecanismo, e incluso se ha encargado de dejar en claro que “no tengo ningún prejuicio con la Asamblea Constituyente. Conozco experiencias muy exitosas”, como señaló la semana pasada en el programa de TVN “El Informante”. En el espacio, la candidata enfatizó en que “vamos a buscar todos los mecanismos para contar con una nueva Constitución”.

Aunque siempre recalcando que el cambio constitucional se realizará por vía “participativa e institucional”, dejar la puerta abierta a una AC es un gesto clave para apuntar al electorado urbano que se inclinó por MEO, Parisi y Sfeir, quienes en sus respectivos programas incluyeron el mecanismo. De hecho, la asamblea constituyente es el discurso que el líder del Partido Progresista está defendiendo luego de obtener el tercer lugar en noviembre.

El sábado, en tanto, se concretó el mayor respaldo del partido creado por MEO, con los apoyos de los alcaldes de Arica, Salvador Urrutia, de Tocopilla, Fernando San Román, y de Galvarino, Fernando Huaiquil, con quienes la ex mandataria trató temas regionales.

Incluso Antonio Horvath dijo, tras reunirse con Bachelet, que su convergencia programática con la ex Mandataria iba mucho más allá de temas como el regionalismo y la educación, pues la candidatura de Parisi siempre contempló la convocatoria a una asamblea constituyente.

Por otra parte, en el comando se están realizando gestiones para que el diputado electo Giorgio Jackson participe del acto de cierre de campaña, que se celebrará el jueves en el court central del Estadio Nacional. Jackson está trabajando en la campaña “Marca tu voto”, que ya dio el primer paso de llamar a votar por ella.

Javiera Parada, vocera de “Marca tu voto”, considera que durante las últimas semanas Michelle Bachelet está “reafirmando que la nueva constitución será elaborada por un mecanismo participativo, democrático e institucional. Ella va a estudiar cómo hacerlo cuando esté en el gobierno. El tema está instalado y lo importante es que efectivamente la posibilidad de hacer una asamblea constituyente es mucho más concreta ahora que lo que era en marzo. Incluso Clarisa Hardy, directora de la Fundación Dialoga, dio su respaldo”. La fundación Dialoga es la entidad que creó Michelle Bachelet para “proyectar su legado”, tras su salida de La Moneda en 2010.

Desde el comando, apuntan que la buena opinión que Bachelet ha dado sobre la AC, responde a “fases del desarrollo de un programa de campaña que la instalación de una segunda vuelta hace ineludible. La campaña de segunda vuelta hace inevitable ir profundizando las propuestas que antes podrían haber quedado en un nivel muy general. Así, se va dando una movilización de los distintos sectores de electores. Por eso, un proceso en que la segunda vuelta amplía el debate, permite precisar conceptos y produce diálogos con electores que podían tener dudas o entusiasmos menores”.

La sorpresa de las AFP

En el área laboral, la mayor concesión realizada por Bachelet se dio en la reunión que sostuvo con la plana mayor de la CUT en su comando. Tras la cita, la presidenta de la multigremial, Bárbara Figueroa, declaró su satisfacción con el compromiso de la candidata de “revisar el sistema de previsión para ver la posibilidad de cambiarlo por otro mejor”. La chance de terminar con el sistema de AFP, yendo más allá de la idea de una AFP estatal, no estuvo contemplada en el discurso de la campaña de primera vuelta.

El fin del sistema privado de previsión es una demanda central de los trabajadores, por lo que el compromiso de Bachelet fue fundamental para amarrar el respaldo claro de la CUT de cara a la segunda vuelta.

Voto disperso

La estrategia bacheletista en cuanto al discurso sobre materias energéticas, asamblea constituyente y previsión, apunta al tradicional comportamiento de los candidatos concertacionistas en segunda vuelta. Hasta la derrota de Frei ante Piñera, en 2010, los tres balotajes desarrollados desde 2000 encontraron al Partido Comunista con un candidato derrotado, por lo que los compromisos para asegurar su respaldo clave pasaba por una negociación bilateral; y el traspaso de votos se daba casi en bloque.

En la primera experiencia presidencial de la Nueva Mayoría, en cambio, la diversidad de abanderados alternativos que quedaron en el camino, obligó al comando a abordar ese electorado por varios frentes. Además, considerando el escenario inédito de voto voluntario y baja competitividad de la candidata de la derecha. Por eso se explica el insistente llamado de Bachelet y sus voceros a que la gente acuda a votar.

En ese sentido, desde el comando describen que la estrategia debe apuntar a “un Chile lleno de pequeños poderes dispersos, sociales y políticos. No es raro que haya habido nueve candidatos en primera vuelta. En ese cuadro, efectivamente el panorama de dispersión conceptual entre los electores obliga a una estrategia muy poco tradicional. Hay que moverse de acuerdo a los tiempos actuales en materia de opinión pública. Lo que se ha hecho es parte de una campaña nueva”.

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